Los repentinos cambios de clima, sumado a la exposición de aires no naturales (acondicionados) e incluso estar expuesto a una persona con gripa, puede desarrollar problemas respiratorios.
Asimismo, si esta afección crece puede convertirse en una infección respiratoria aguda, lo cual amerita una intervención urgente de un especialista de la salud. Por ende, para salvaguardar la vida de las personas, especialmente los niños, quienes son los más afectados, lo mejor es tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
Síntomas de una infección respiratoria aguda
Según la Secretaría de Salud del Valle del Cauca, se debe tener mucha precaución con una fiebre mayor a los 38,5°C y que esté presente por más de tres días.
Igualmente, en el caso de niños de 2 meses a 5 años, los signos de alarma son:
Permanecer decaído cuando baja la fiebre
Las costillas se hunden cuando respira
No puede comer o beber con normalidad
Vomita todo lo que ingiere
Respirar más rápido de lo normal
Ataques o convulsiones
Pero, en el caso de los menores de un año, los síntomas pueden presentarse de las siguientes maneras:
Respirar más rápido de lo normal
Le suena el pecho al respirar
No recibe alimento
Adormecimientos
No despierta con facilidad
Por ende, es necesario tener en cuenta todos estos síntomas y de ser presentados, se debe acudir de inmediatamente a un centro asistencial; evitando complicaciones de salud.
Una red global de médicos y laboratorios trabaja para detectar a tiempo la aparición de nuevos virus, donde muchas de estas son ocasionadas por el cambio climático, este estudio es realizado con el fin deevitar una próxima pandemia mundial.
Abbott Laboratories es una compañía farmacéutica estadounidense, la cual esta encargada de la investigación de la enfermedad oropouche. La empresa es la encargada de los estudios que reúnen a doctores y científicos en universidades e instituciones sanitarias de todo el mundo.
Esta red de expertos opera desde 2021. Desde entonces ha secuenciado aproximadamente 13.000 muestras, mostrando una inusual enfermedad transmitida por garrapatas en Tailandia y un brote infeccioso en Colombia propagada por mosquitos.
En Colombia descubrió un brote llamado Oropouche, un virus transmitido por jejenes y mosquitos que apenas se había observado previamente.
El trabajo filogenético para trazar el árbol familiar de la cepa reveló que procedía de Perú o Ecuador y no de Brasil, otro foco de esta enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas del Oropouche?
Según la información de la OMS (Organización mundial de salud) los síntomas en primer lugar incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, y en algunos casos, fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas y vómitos persistentes. Los síntomas pueden durar de cinco a siete días.
En otras ocasiones, pueden presentarse casos graves con meningitis aséptica. La recuperación completa puede tardar varias semanas.
Las emociones en los niños: claves para acompañarlos en su desarrollo emocional
Las emociones son parte fundamental del desarrollo de los niños. Aunque a veces los adultos minimizan o no entienden lo que los pequeños sienten, es crucial que aprendamos a reconocer la importancia de sus emociones para su crecimiento.
Las emociones son parte fundamental del desarrollo de los niños. Aunque a veces los adultos minimizan o no entienden lo que los pequeños sienten, es crucial que aprendamos a reconocer la importancia de sus emociones para su crecimiento.
La salud mental en los niños es un tema que cada día cobra más relevancia en las familias. Entender, reconocer y gestionar las emociones desde temprana edad puede marcar la diferencia en el desarrollo emocional de los pequeños.
La importancia de reconocer las emociones en los niños
Para que los niños puedan gestionar sus emociones, primero deben aprender a reconocerlas. Según Helen Bedoya, enseñarles a identificar lo que sienten es crucial para que luego puedan expresarlo y manejarlo de manera adecuada.
"Si desde pequeños aprenden a reconocer lo que sienten y a ponerle nombre, tendrán un camino más claro para gestionar sus emociones",
comenta la psicóloga.
Por ello, la comunicación entre padres e hijos es vital en este proceso, ya que fomenta la confianza y ayuda a que los niños se sientan comprendidos y acompañados.
Signos de alerta: ¿Cómo detectar trastornos como la ansiedad o la depresión?
Por otro lado, no todas las emociones negativas en los niños son signos de trastornos como la ansiedad o la depresión, pero es importante estar atentos a ciertos cambios en su comportamiento.
Helen Bedoya menciona que, cuando un niño presenta alteraciones en el sueño, cambios en los hábitos alimenticios o se aísla socialmente, podría ser un indicio de que algo no está bien.
Además, si aparecen dolencias físicas sin un origen médico claro, es una señal de alerta para los padres.
En este punto, la psicóloga subraya la importancia de observar y escuchar activamente a los niños para detectar cualquier posible problema.
El papel de los padres: ser ejemplo en el manejo de las emociones
Los padres son los primeros modelos a seguir en la vida de los niños.
La psicóloga enfatiza que los adultos deben ser coherentes con lo que les enseñan a sus hijos sobre el manejo emocional.
"Es muy común que un niño vea llorar a su mamá y cuando le pregunta si está llorando, la respuesta sea 'no'. Esto crea confusión, ya que el niño interpreta que el llanto es algo que debe ocultarse o que no es aceptable",
explica Bedoya.
Por ello, es fundamental que los padres validen las emociones de sus hijos y les enseñen, a través del ejemplo, que está bien sentir tristeza, enojo o miedo, y que esas emociones pueden gestionarse de manera sana.
Creatividad y juego: Herramientas poderosas para la gestión emocional
De esta manera, el juego y la creatividad son esenciales en el manejo emocional de los niños.
Helen Bedoya destaca que estas actividades permiten a los pequeños externalizar sus emociones de una manera segura y natural.
"El juego es el espacio seguro donde los niños pueden expresar lo que sienten, muchas veces sin necesidad de palabras",
asegura la psicóloga.
Actividades como la danza, el teatro o el arte permiten que los niños liberen sus emociones de forma creativa, ayudando a regularlas y fomentando un desarrollo emocional más sano.
¿Cómo fortalecer la relación entre padres e hijos?
Además, estamos en un mundo donde los padres están cada vez más ocupados. Y es esencial encontrar momentos de calidad con los hijos es esencial para crear un vínculo emocional sólido.
Helen Bedoya recomienda a los padres dedicar tiempo exclusivo a sus hijos, incluso en medio de sus apretadas agendas.
"La calidad del tiempo que los padres dedican a sus hijos es lo más importante. No es necesario estar todo el día con ellos, pero sí asegurarse de que cuando estén juntos, haya un diálogo sincero, validación de emociones y una escucha activa",
afirma la experta.
Además, los padres deben evitar ser excesivamente inquisitivos, ya que esto puede generar una sensación de invasión en los niños.
En su lugar, es mejor fomentar una relación basada en la confianza y el respeto, donde los niños sientan que tienen voz y voto en las decisiones que afectan su vida.
Criando niños emocionalmente saludables
A su vez, la salud mental de los niños depende en gran parte del entorno familiar y de cómo los adultos a su alrededor gestionan sus propias emociones.
Según Helen Bedoya, al enseñarles a reconocer, expresar y manejar sus emociones desde temprana edad, les estamos brindando las herramientas necesarias para enfrentar el mundo con resiliencia y confianza.
"Criar niños emocionalmente saludables no solo es una tarea diaria, sino también un acto de amor que los preparará para ser adultos capaces de gestionar sus emociones de manera efectiva",
concluye la psicóloga.
Para concluir, la salud emocional en la infancia es fundamental, y los padres son los principales responsables de guiar este proceso.
Así, implementar hábitos de comunicación, creatividad y empatía en el hogar será la clave para el bienestar emocional de los más pequeños.
La fibra es un componente esencial en nuestra dieta diaria, pero a menudo subestimada. Este tipo de carbohidratos, presente en frutas, verduras, cereales y legumbres, desempeña un papel fundamental en el buen funcionamiento del sistema digestivo y en la prevención de enfermedades.
La fibra natural no solo ayuda a regular el tránsito intestinal, sino que también está relacionada con beneficios que van desde la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas hasta el control de los niveles de azúcar en la sangre.
Beneficios de la fibra en el organismo
La fibra se divide en dos tipos: soluble e insoluble.
La fibra soluble, que se encuentra en alimentos como la avena, las manzanas y las zanahorias, se disuelve en agua formando una especie de gel que ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre y estabilizar la glucosa.
Por otro lado, la fibra insoluble, presente en alimentos como los cereales integrales, el salvado de trigo y las nueces, es clave para prevenir el estreñimiento y mantener una digestión saludable.
Incorporar alimentos ricos en fibra en tu dieta no solo mejora la digestión, sino que también tiene múltiples beneficios adicionales. Estudios han demostrado que una dieta alta en fibra puede:
Reducir el riesgo de enfermedades cardíacas: Al disminuir los niveles de colesterol y controlar la presión arterial.
Controlar los niveles de azúcar en sangre: La fibra soluble ayuda a ralentizar la absorción de azúcares, evitando picos repentinos en los niveles de glucosa.
Promover la pérdida de peso: Al mantener la saciedad por más tiempo, se tiende a consumir menos calorías durante el día.
Prevenir el cáncer de colon: Al facilitar el movimiento intestinal y evitar el estreñimiento crónico, se reduce la probabilidad de desarrollar problemas graves en el colon.
Es recomendable que un adulto consuma entre 25 y 30 gramos de fibra al día, pero muchas personas no alcanzan esta cantidad. Aquí algunos consejos para aumentar la ingesta de fibra de manera fácil:
Añade frutas a tus comidas: Unas rodajas de manzana o pera pueden ser el complemento perfecto en tu desayuno o merienda.
Sustituye los cereales refinados por integrales: Elige arroz integral, pan de grano entero o pasta integral para tus comidas.
Incorpora más legumbres: Puedes agregar frijoles o lentejas a tus sopas, ensaladas o platos principales.
No te olvides de las semillas: Espolvorear chía o linaza sobre yogures o batidos es una forma sencilla de incrementar la fibra.