Según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, 8 de cada 10 personas sufren de este dolor, siendo uno de los problemas médicos más comunes.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Estos dolores agudos pueden aparecer de forma repentina y durar varios días e incluso semanas. Asimismo, informan que los dolores de espalda habitualmente desaparecen de forma espontánea.
En caso de que el dolor en esta zona del cuerpo sea muy severo, no mejore al pasar tres días o si el dolor surge tras una lesión, siempre es recomendable buscar atención médica.
El NIH informa que el tratamiento puede variar según sea el motivo por el que se está originando. Dependiendo de esto, el tratamiento puede incluir compresas frías o calientes, medicamentos, ejercicio, tratamientos complementarios, y en casos particulares cirugía.
Lea también: Atención con los síntomas: Estas son las señales de enfermedad en los riñones
Factores de riesgo
Los Institutos Nacionales de Salud destacan que hay algunos factores que pueden incrementar la posibilidad de padecer de dolores en la espalda, como fumar, cargar maletines con exceso de peso.
- El dolor de espalda puede ser más frecuente en aquellas personas que no tienen un buen estado físico, debido a que los músculos no se apoyen correctamente la columna vertebral.
- El sobrepeso, obesidad o aumento rápido de peso puede generar una mayor presión en la zona de la espalda.
- Los factores genéticos, puede ser los causantes de algunos dolores de espalda, como lo es la espondilitis anquilosante, que es un tipo de artritis que causa un impacto en la columna vertebral.
- Otros hábitos como tener trabajar en un cargo que en el que requiera levantar, empujar o jalar objetos pesados.
- La salud mental también juega un papel importante, esto debido a que factores como el estado de ánimo, ansiedad y depresión podrían llegar a influir en cómo la persona percibe el dolor en la espalda.
Aunque las causa pueden variar de persona en persona y es fundamental consultar con un profesional de la salud, hay algunas recomendaciones que ofrece el NIH para mantener una espalda sana:
- Evitar realizar movimientos que sacudan o pongan una tensión en la espalda.
- Realizar actividad física con regularidad. Así ayudar a mantener los músculos fuertes y flexibles. Consultar con el profesional una lista de ejercicios que tengan un bajo impacto que se aduce a sus necesidades.
- Mantener un peso adecuado y saludable.
- Procure que los muebles que utilice sean con diseño ergonómico.
- Cambie frecuente la posición en que se sienta, realice caminatas breves o estire suavemente los músculos para liberar la tensión.
- Evite levantar objetos con mucho peso y lo hace, procure tener la posición correcta.
Sigue nuestras redes sociales: