Salsa

Los recuerdos de ‘Tintindeo’, un templo de la rumba que se niega a desaparecer

El tradicional sitio salsero de la Calle 5 cerró sus puertas después de 35 años de poner a gozar a los caleños y turistas. Sin embargo, sus propietarios buscan un nuevo recinto para que esta no sea la última rumba de ‘Tintindeo’. En 90 Minutos desandamos los recuerdos de quienes vivieron intensas noches de baile y buena melodía en ‘la cultura de la rumba’. Y como diría ‘El Sonero del Pueblo’, el gran Marvin Santiago, ‘Nostalgia y es de calle’…

El tradicional sitio salsero de la Calle 5 cerró sus puertas después de 35 años de poner a gozar a los caleños y turistas. Sin embargo, sus propietarios buscan un nuevo recinto para que esta no sea la última rumba de ‘Tintindeo’. En 90 Minutos desandamos los recuerdos de quienes vivieron intensas noches de baile y buena melodía en ‘la cultura de la rumba’. Y como diría ‘El Sonero del Pueblo’, el gran Marvin Santiago, ‘Nostalgia y es de calle’…

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Por Gerardo Quintero Tello - Jefe de redacción de 90 Minutos

“Ritmo de los dioses”, responde sin titubeos Pedro Nel García al preguntarle por el significado de una palabra tan curiosa como potente en sonoridad: ‘Tintindeo’. El propietario de este tradicional negocio de la rumba que todos llevamos en un rincón del corazón salsero se sabe golpeado como un viejo bongo con el ‘cuero estirao’ por muchas décadas de goce pagano, pero también se reconoce en la sonoridad y tradición de un sitio amado y respetado por los caleños.

El vocablo remite a una forma africana que rinde tributo a las deidades del continente afro; el mismo que nos hace vibrar porque guarda las raíces salseras. Y ese gran honor de portar un nombre que es salvaguarda de la música afrocaribeña se trasladó a la icónica Calle 5, al frente de la Clínica San Fernando, en la Calle 38; donde un segundo piso fue durante varios años el epicentro de la mejor rumba de la ciudad, como lo recuerda Andrés Felipe Becerra, uno de esos clásicos bailadores caleños.

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“Fue el primer lugar de salsa al que empecé a ir. Ahí empecé a conocer de música y del baile. Ir a ‘Tintindeo’ era también pagar un show, porque ver a tanto bailarín y bailador en lo suyo era un espectáculo”, recuerda este comunicador que ha paseado su destreza dancística por los más atractivos lugares de la rumba caleña. Pero que recuerda con un cariño especial las noches de Tintindeo.

Foto: Andrés Felipe Becerra

Y es que ahora cuando se anuncia el cierre de este emblemático sitio de la rumba caleña con 35 años de historia, la temperatura del corazón aumenta al igual que las nostalgias que se agolpan en los rumberos de fuste y largo aliento.

Es el caso de Luz Jenny Aguirre, una periodista que vivió con intensidad las noches de viernes y sábado en ‘Tintideo’, después de las ajetreadas jornadas en la Sala de Redacción de El País.

“A mí me encantaba la música que ponían, no había reguetón ni merengue, era solo salsa. Lo otro era ese ambiente que se respiraba en ese segundo piso, existía una gran familiaridad porque casi todos los que asistíamos eran los mismos. Y sin duda el tercer aspecto era el placer de bailar. Creo que allí estaba la gran clave; la gente iba a disfrutar el baile, eso era todo. Incluso ver bailar a los demás era muy divertido”, me dice Luz Jenny, mientras no termina de lamentar el cierre de ‘Tintindeo’.

Luz Jenny Aguirre - Periodista

Y justamente ese es lo que destaca Pedro Nel García, el propietario del sitio, quien recuerda que desde sus comienzos por allá en los maravillosos años ochenta, ‘Tintindeo’ se concibió como un sitio de encuentro de amigos; de ‘botar corriente’ y pasarlo bueno. Así es como rememora Pedro Nel esos primeros años del templo de la rumba: “La idea surgió con unos amigos de la Universidad del Valle que estudiábamos economía y filosofía. Queríamos crear un espacio para tertuliar y hacer buenas audiciones de las raíces de la salsa, me refiero al jazz, blues, rock y músicas de África y otras sonoridades orientales”.

La primera etapa fue en un pequeño local cerca del Parque Alameda donde se reunían sobre todo amigos a los que les gustaba explorar música del mundo; ‘hablar carreta’ y tomar cerveza barata. Fue entonces, ante el éxito de la experiencia, que se decidió buscar un espacio más grande y fue allí, en inmediaciones del Club Noel, donde ‘Tintindeo’ fue más visible y a ser considerado un sitio con una magia especial; donde se podía escuchar un poco de todo, no solo salsa, sino ritmos de vanguardia a las que no era fácil acceder en aquella época.

No obstante, ya Pedro Nel y los socios fundadores habían sido picados por el ‘bicho salsoso’ el cual como veremos más adelante no tuvo cura y que sellaría para siempre el destino exitoso de la rumba en ‘Tintindeo’.

“A Finales de los ochenta lo que hicimos fue sacar la salsa del barrio e incrustarla en la clase media. La pusimos como punto de encuentro y la empezamos a compartir con sectores universitarios y con gente que prácticamente manejaba una formación media: músicos, artistas, teatreros, actores y gente que se movía dentro de la cultura en general”, recuerda Pedro Nel.

Pedro Nel García - Propietario de Tin Tin Deo

“Gente alegre, celebrando

Gente alegre, vacilando

Gente alegre, despojando

Con el golpe del tambor…

Esta es la última rumba…

Esta es la última rumba”

Esto que pregona Henry Fiol es precisamente lo que Zorayda Lenis, una gran bailarina caleña que tuvo su trono rumbero precisamente en la pista de ‘Tintindeo’, espera que no suceda. Y es que nadie regresa intacto cuando las nostalgias apuran el alma y eso parece ser lo que hoy siente Zorayda al recordar las noches de fin de semana en ‘la cultura de la rumba’ de San Fernando. Esta periodista, consagrada reina de las pistas salseras, no duda en decir que ‘Tintindeo’ fue su segunda casa durante una década.

Su testimonio es el mejor homenaje que un buen ‘bailador’ podría hacerle a un sitio que haga parte de su banda dancística: “Al entrar allí se dejaba cualquier energía negativa atrás para abrirse paso al disfrute. Todos bailábamos con todos; se salía con la ropa mojada y los pies hinchados como pruebas de una noche espectacular, que solo invitaba a repetirla al siguiente día”.

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Con los recuerdos a ‘flor de piel’ del estilo caleño, la vuelta cubana, punta y talón, La bola y punta garza, algunos de los pasos practicados una y otra vez en ‘Tintindeo’, Zorayda no duda en advertir una de las cualidades del templo rumbero. Y es que se vivía un ambiente de hermandad en el que no importaba la pinta o si se era bailador o bailarín porque todos estaban unidos por el amor a la salsa.

“La sensación era la de estar en una fiesta de casa; donde desde el portero hasta el dueño resultaban familiares; las coreografías colectivas que se armaban daban testimonio de tantas alegrías y le permitían hasta al más tímido lucirse en la pista. Por eso quienes lo frecuentábamos coincidimos en que era un lugar único”.

Zorayda Lenis - Periodista

Algo que reafirma Luis Diego, un compañero de rumba, quien sostiene que ‘Tintindeo’ “nos hacía sentir como si estuviéramos en casa y en familia y cada momento era una oportunidad de estar conectados con aquello que tanto nos gusta, bailar. Por eso Luis no pierde la fe, “sabemos que son tiempos complejos, pero creemos que volverá con todo su sabor”.

Así es como también lo recuerda su administradora Leonor Arce, quien destaca esa particular complicidad que se establecía entre todos aquellos que llegaban al armonioso recinto rumbero del segundo piso en el barrio San Fernando.

Leonor, quien fue clave para que este lugar fuera declarado en noviembre pasado por Corfecali como uno de los 17 sitios emblemáticos de la rumba caleña, deja en claro el valor del legado con el que ‘Tintindeo’ ha ayudado a preservar la memoria musical de la capital del Valle.

“En Cali se crean sitios nuevos, hay nuevos festivales, pero es necesario valorar los orígenes, mirar de dónde viene ese nombre de ‘Cali capital mundial de la salsa’ y los sitios que precisamente contribuyeron para forjar esa imagen”.

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Por eso es que Jessica Iveth Villamil, cuando se le inquiere por Tintindeo, no duda en resumirlo en tres palabras muy caleñas que simbolizan alegría, felicidad, buena onda: “Era un parche”. Para ella ese viaje musical era un desahogo, el confiable aposento donde descargaba toda la tensión de largas jornadas de trabajo; un sitio donde sabía que podía llegar sola o con amigas porque se sentía segura así no llevara parejo. “Allá siempre se encontraba un buen bailador, respetuoso y sintonizado con las emociones que produce la salsa”.

“Oye negra que yo te canto la rumba mía

Esa es la rumba del Tintindeo

Esa es la rumba del Tintindeo

Tororotintindeo, Tin Tin tindeo

Tintindeo para todos los feos”

En 1974, el otro judío maravilloso, Andy Harlow, produjo un tremendo álbum que bautizó como ‘La música brava’ y vaya que sí lo era. Esa producción, iluminada con la poderosa voz de Javier Vásquez, contiene ‘Tintindeo’, un número sensacional que se convirtió en el himno del templo rumbero de la Calle Quinta. Pete Conde Rodríguez y Adalberto Santiago en los coros; sumado a Steve Colon en las congas y un imperdible juego de trombón a cargo de Michael Gibson y Art Baron le dan una dimensión especial de sonoridad a este tema.

Y no podía ser de otra manera que un recinto que portara semejante nombre en Cali fuera inferior a esa descarga salsera y de clave que se desprende incluso al recitar lentamente esa palabra, porque en ella misma hay música con tan solo expresarla: ‘Tin-tin-deo’.

En los años ochenta, Henry Fiol en su álbum ‘Corazón’ se lamentaba porque se despedía de la última rumba y por eso invitaba a todos a ‘bailar por si te da la gana’.

Todos los que amamos a Tintindeo esperamos que está no sea su última rumba. Estamos seguros que allá en otro pedazo de esta Cali gozona hay otro sitio por descubrir; el mundo Tintindeo espera llegar renovado para volver a disfrutar de ‘la cultura de la rumba’ en toda su dimensión.

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Willy García, un artista ‘a prueba de fuego’ que celebra 30 años de trayectoria artística

En la memoria de los salseros retumban aquellas melodías como ‘Escombros’, ‘Gotas de Lluvia’, ‘Etnia’, ‘Eres’, entre otros múltiples éxitos que lo llevaron, junto con su afinada voz, a recorrer gran parte de Europa y América. Ha realizado conciertos en Bogotá, Medellín y ahora prepara el de este sábado 27 en Cali.

Willy García, un artista ‘a prueba de fuego’ que celebra 30 años de trayectoria artística
Tomada de redes sociales

En la memoria de los salseros retumban aquellas melodías como ‘Escombros’, ‘Gotas de Lluvia’, ‘Etnia’, ‘Eres’, entre otros múltiples éxitos que lo llevaron, junto con su afinada voz, a recorrer gran parte de Europa y América. Ha realizado conciertos en Bogotá, Medellín y ahora prepara el de este sábado 27 en Cali.

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Tres décadas de vida artística se dicen fácilmente, pero detrás de ello hay una senda de lucha, amor por la música y, por supuesto, demasiado talento.

Esta es la historia de Willy García, 30 años de sentimiento y sabor, de melodías que escucharán a continuación… Una historia que quizás comenzó con Escombros y la Suprema Corte, por esos años comenzamos a escuchar a un inquieto chico que tenía mucho talento, y que no solo cantaba sino que también tenía una gran facilidad para la composición, algo genético, tal vez, porque su abuela era una experta repentista, igual que tíos, primos, se les daba fácil aquello de crear canciones.

Y fue allá en Buenaventura, su tierra natal, donde comenzó esta historia que en la actualidad lo reconoce como una de las voces salseras más importantes de Colombia, con una proyección internacional potente y respetada.

“Haber nacido donde nací siempre lo he considerado como un premio. Haber nacido  en la familia que nací es otro privilegio y yo nací en una familia musical, mi abuelita cantaba muy bonito, también mis tíos. Hay un tío que es escritor también, entonces si tu ves todos hablan del arte, la música, la composición y todo esto siempre ha estado muy cerca. Efectivamente me crie con ganas de hacer lo que veía y escuchaba, yo veía mi gente feliz, entonces pues a pesar de todas las necesidades, tuve una niñez feliz”.

Afirma Willy.

Como el artista integral que es, nunca ha dejado de ser sencillo, humilde, tranquilo y, sobre todo, agradecido con quienes le dieron las primeras herramientas para defenderse en una vida artística que apenas imaginaba en su tierra natal.

“Escuchaba cantar a mis tíos y yo quería ser cantante. Veía a otro de mis tíos escribir y yo quería escribir, pero las que siempre impulsaron mi vida musical fueron mi mamá y mi abuela. Ellas fueron como como ese motor para que yo creyera en mis sueños y creyera en que era posible lograr lo que he logrado hasta el momento”,

me dice este gran talento vallecaucano que justamente este 27 de abril celebrará con un gran concierto estos 30 años de vida musical. 

Los siempre difíciles primeros años

Y lo que son los caminos de la vida, en medio de la nostalgia y el paso y peso de los años, Willy aún recuerda esa noche en que estuvo a punto de embarcarse con destino a los ‘yores’. Eran los tiempos en que los ‘norteños’, como se les llamaba a los polizones que salían de Buenaventura a Estados Unidos o Canadá, eran los reyes del puerto. Cuando lograban ‘coronar’ su aventura en alta mar, llegaban las historias —muchas de ellas exageradas— de una vida de lujos y excesos. En aquellos años ochenta eso impresionaba a los jóvenes y Willy no era la excepción. Una noche, mientras se preparaba para una nueva salida musical con la orquesta La Combinación, le llegó el mensaje de que todo estaba listo para embarcarse apenas terminaran.

“Al final, los consejos de mi abuela, de la familia, pudieron más. Yo tenía otra oportunidad y era la música”

Así recuerda Willly García, más de tres décadas después, este episodio que marcó la vida de uno de los artistas más importantes de la historia del Valle del Cauca. Willy, quien paseó con éxito su música por la Suprema Corte, el Grupo Niche y Son de Cali, sigue ahora una senda como solista en la que continúa ‘pegando’ un éxito tras otro. 

En la memoria de los salseros retumban aquellas melodías como ‘Escombros’, ‘Gotas de Lluvia’, ‘Etnia’, ‘Eres’, ‘La magia de tus besos’, ‘A prueba de fuego’, ‘Y entonces’, ‘Te amo’, ‘Amanecí con ganas de ti’, entre otros múltiples éxitos que lo llevaron, junto con su afinada voz, a recorrer gran parte de Europa y América. Pero siempre, en ese corazón lleno de melodía, su Buenaventura del alma siguió latiendo a ritmo de bongoes y tumbadoras. Por eso aquel recuerdo, que pocas veces ha revelado, le sirve para hacer ver que lo que necesita la gente de su ciudad son oportunidades.

Gotas de lluvia, no es el rocío
Lágrimas que vienen del corazón
Gotas de lluvia, no es el rocío
Lágrimas que brotan por que ya no hay amor

Pudiste haberme dicho que no
Que no sentías nada por mí
Que lo nuestro nunca fue algo especial
La vida cambia y todo tiene final
Una aventura fue para ti
Y fácilmente yo en tus redes caí
Un trago amargo que de ti recibí
Ahora no sé, no sé qué será de mí

‘Escombros’, con la Suprema Corte; ‘Gotas de lluvia’, con el Grupo Niche y ‘Te amo’, son temas imposibles de ser obviados para Willy en cualquier concierto. De hecho, este último, ‘Te amo’, tiene una particularidad que toca la fibra del cantautor y es que se trató de la primera canción que sonó en el proyecto Son de Cali y, además, porque se la escribió a su hija mayor y luego la cantó con ‘Lala’, su pequeña hija. “Esas son canciones referentes que han marcado momentos mágicos y es inevitable hablar de ellas”.

‘Gotas de Lluvia’ fue la canción que sin duda lo catapultó. El cantante recordó ese paso por uno de los grupos de salsa más exitosos en este género, cuando tuvo la oportunidad de mostrar su talento en el Grupo Niche.

"Me dijo el maestro Jairo Varela que le pusiera una boquilla porque el tema lo iba a cantar Charly. Entonces yo cogí la hoja, me metí al estudio y arranqué a cantar 'Gotas de lluvia, no es el rocío, lágrimas que vienen del corazón'. Dejé la guía y arranque para mi casa".

Enseguida cuando Willy llegó a la casa, inmediatamente lo llamaron para que regresara al estudio. "La sorpresa es que yo llego allá y estaba lleno de gente. Apenas entré a la cabina, el maestro dice les presento el nuevo cantante del Grupo Niche".

Este momento tuvo demasiado significado en la vida de Willy con la oportunidad de demostrar su voz y aprender junto a Jairo Varela.

“Defender un país con mis principios, con mis ideales
Defender una tierra, no sé si ajena valga la pena
Que aprendí a querer por que terminar como yo entre cadenas
Y un canto de amor acaba en llanto, en tanto, tanto llanto

Aprender a vivir entre el odio xenófobo grosero
Eso dio pie para sacar pecho de mi origen pueblero
¿De qué valió poner en alto, en lo más alto mi bandera altanera
Si el premio que recibo, sin motivo, es una larga condena?”

Uno de los temas que más tocó la fibra de Willy cuando estuvo con el maestro Jairo Varela fue precisamente ‘A prueba de fuego’, la inmensa tonada, composición de Jairo Varela, que se convirtió en un hito de la lucha que emprendía el maestro chocoano desde la cárcel. La voz de Willy se quiebra al recordar aquel momento, pero también se le infla el pecho de orgullo al saber que su voz quedó inmotalizada para siempre en este tema que incluso muchos melómanos consideran como el más emotivo que escribió Varela. 

“Recuerdo que con José Aguirre nos tocaba ir al lugar de reclusión del maestro Jairo Varela, suena extraño escuchar eso, pero es la verdad. Allá escuchábamos las canciones que tenía para los proyectos y en ese momento estábamos pendientes del álbum ‘A prueba de fuego’. Recuerdo que el maestro Jairo empezó con un disco que se llamaba La cárcel, esa primera versión la grabé yo. Y entonces cuando él empezó a cantarnos la canción estaba buscando un coro y nos dice, “que suene algo como ‘sáquenme de aquí, sáquenme de aquí”. Ese fue un momento difícil y muy duro porque el maestro entendió que el desespero comenzaba a notársele”.

Pero luego llegó el momento clave de esta historia pues después de ‘La cárcel’, García y Aguirre comenzaron a escuchar a Varela con ‘A prueba de fuego’ y rápidamente se dieron cuenta de que era una letra muy poderosa en la que el destacado compositor chocoano plasmaba toda su inconformidad, tristeza, amargura y desazón por lo que estaba padeciendo en la cárcel. 

“Pasar de una canción y luego escucharlo con ‘A prueba de fuego’ pues fue muy complejo. Cuando se pregunta en su letra de qué valió poner en alto mi bandera altanera, si el premio que recibo es una larga condena”, guaaau, eso es muy bueno. O fíjate en los soneos, cuando él empieza a decir a decir ‘sumo y resto y no he ganao, y a la cárcel me han mandado con testigos preparaos’, y empiezo a sentir esa impotencia del maestro. Además, fíjate en los soneos cortos, yo allí comencé a meterme en ese papel, él me iba cambiando cosas, pero siempre me permitía participar y allí pues yo improviso y meto lo mío, hicimos cosas bonitas como esas. Haber hecho parte de esta producción fue algo maravilloso, haberla liderado pues canté ocho de las diez canciones, fue un momento entre triste y mágico porque no es lo mismo narrar que vivirlo y el maestro Varela lo estaba padeciendo. Al final se logró un gran producto y el maestro Jairo Varela siempre mostró su genialidad”,

recuerda Willy.

Su experiencia con un ‘caballo’ salsero

También llegan otros recuerdos más cercanos como cuando Willy, un poco después de la pandemia, siguió produciendo música y se acercó al maestro puertorriqueño Gilberto Santa Rosa. Lo veo y no lo creo’  contó en la producción de Isidro Infante y Óscar Iván Lozano, con la grabación de los instrumentos en Colombia y de las voces en Puerto Rico. Desde hace tres años el excantante del Grupo Niche había hablado con el 'Caballero de la salsa' en diferentes presentaciones y fue hasta el 2020 que Willy escribió la letra para presentársela a Gilberto. “Cuando lo llamé me atendió con mucha amabilidad. Le propuse este proyecto y me dijo: ‘si estás tú y está Isidro, el producto debe ser bueno’"; recuerda con entusiasmo el cantante bonaverense al saber que estaría con un grande de este género.

Así, Willy viajó a Puerto Rico para grabar la canción. "Yan Collazo me recibió en el aeropuerto. Luego fuimos al estudio con el maestro Isidro y al llegar al estudio tuve mucha felicidad al estar y grabar con el maestro Gilberto. Fue un sueño cumplido porque logramos una química perfecta musicalmente y aprendí de un grande".

Al hablar de esa composición, Willy solo recordó que al final “las canciones llegan así en algún momento. Un día me levanté y tenía todo el tiempo en la mente ese coro 'lo veo y no lo creo'. Entonces empecé a escribir y argumentar con una historia. Quise darle un toque romántico y un poco de golpe. Me gustó mucho, el resultado fue el mejor”.

Esa fusión de talentos tiene una explicación, Willy dice que la salsa en Colombia tiene un toque de folclor y de cumbia, “entonces con la salsa puertorriqueña se tuvo un plus al ser una canción bacana y bailable”.

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Orgullo de Buenaventura

Este cantante, que se siente orgulloso de tener esencia de pueblo y está comprometido con su tierra, no niega sus raíces, recuerda con nostalgia a su abuela Hilma y, cada vez que puede, se da una escapada a su ‘bello puerto del mar’.

“A mí me duele Buenaventura y quiero aportar mi grano de arena para ayudar a tanto muchacho con talento que se pierde en medio de la falta de oportunidades”

Y fue así como en forma silenciosa Willy creó Tengo Fe, una pequeña fundación que tiene como propósito descubrir la calidad artística de chicos de Buenaventura, apadrinándolos en sus sueños de llegar a las grandes ligas de la música. Pero no solo eso, Willy también sabe que es la oportunidad para arrebatar de la violencia a muchos de estos pequeños. “Las posibilidades de que los chicos cojan un camino negativo están hoy más a la mano. Lo que visualizo es que los jóvenes que tienen diferentes opciones, por lo menos, se detienen a pensar un poco más. Es que sin oportunidades es muy difícil”, dice el artista ganador de múltiples premios por ‘Así se Baila en Cali’ y ‘Vos me debés’, dos de sus interpretaciones que fueron proclamados Disco de la Feria de Cali.

Willy se crió en el barrio Lleras, un barrio de  aquellos complejos de ‘Tura’, donde abundan las necesidades.

“El símbolo de todo esto es poder regresar al barrio hoy en mi madurez y tratar de ayudar a los que más pueda. Los voy a ayudar con música, quiero abrir de manera independiente y de corazón una oportunidad para que estos muchachos la puedan aprovechar”.

Y recordando su dilema cuando tenía 16 años, Willy se apresura a decir que “si hay oportunidades, es posible que tengamos que hacer menos correcciones a los más jóvenes. ¿Cuántos futbolistas, cuántos cantantes se han perdido porque no tuvieron una alternativa? Para mí Buenaventura necesita eso, más atención”.

Ahora Willy se concentra en su encuentro del sábado 27 de abril. “Esto es más que un concierto”, dice con plena seguridad. Y vaya que lo es porque lo cierto es que se trata también de un performance, de un acto casi teatral y musical donde Willy se reúne con sus amigos de antaño y rinde homenaje a músicos de La Suprema Corte, del Grupo Niche, a su gran amigo Javier Vásquez, con quien integró el recordado dúo de Son de Cali.

“Voy a llevarlos a un viaje, desde el presente hacia el pasado, vamos a tratar de que el público viva una noche mágica, de una historia contada y cantada”.

Cuatro temas claves para bailar con Willy García

'Escombros'
'Gotas de lluvia'
'Te amo'
'Amanecí con ganas de ti'

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'A prueba de fuego': Willy García cuenta la historia de la canción que nació entre rejas

Esta fue una pieza musical que capturó la esencia y el sentir de Jairo Varela en un momento particularmente difícil de su vida. Aquí le contamos cómo surgió.

'A prueba de fuego': Willy García cuenta la historia de la canción que nació entre rejas
Prensa Willy García - Especial para 90minutos.co

Esta fue una pieza musical que capturó la esencia y el sentir de Jairo Varela en un momento particularmente difícil de su vida. Aquí le contamos cómo surgió.

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En una entrevista con 90 Minutos, Willy García, reconocido músico y exintegrante de las orquestas Suprema Corte y Grupo Nichey compartió detalles detrás de la creación de la canción "A prueba de fuego".

Esta fue una pieza musical que capturó la esencia y el sentir de Jairo Varela en un momento particularmente difícil de su vida.

García relata cómo, junto al maestro José Aguirre, visitaban a Varela en su lugar de reclusión para discutir y escuchar las nuevas canciones que él tenía preparadas para futuros proyectos.

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"Creo que fue la primera versión que grabamos en la cárcel, él nos contó la canción (...) fue un momento difícil porque estábamos Jose Aguirre y yo, y al maestro se le entendía, su desespero, se notaba su ansiedad".

Expresó García.

Sobre la lucha personal de Jairo Varela

La letra, que reflejaba su lucha personal y sus pensamientos más profundos, conmovió profundamente a García y Aguirre.

"Él mostraba su inconformidad. Cuando él dice '¿De qué valió poner en alto, en lo más alto mi bandera altanera Si el premio que recibo, sin motivo, es una larga condena?', muy fuerte".

Manifestó.

A medida que trabajaban en la canción, García pudo sentir la impotencia de Varela, lo que hizo que su colaboración fuera aún más significativa.

"Cuando él dice 'sumo y resto y no he gana'o y a la cárcel me han manda'o con testigos prepara'os' yo empiezo a sentir la impotencia del maestro y entro a asumir el papel, 'falsa acusación, troncó mi libertad', él me ayuda cambiando cosas, pero fue como siempre lo hacíamos".

Juntos, refinaron la letra y los arreglos musicales, creando una obra que reflejaba la genialidad y la profundidad artística de Varela.

Para García, formar parte de esta producción fue un honor y un desafío. Aunque inicialmente estaba programado que interpretara la canción completa, Varela decidió cortarla un poco.

"Él me permitía que participara, tenía confianza en el trabajo y logramos hacer cosas bonitas".

Explicó García.

Sin embargo, el proceso de crear la canción fue para García un momento "entre triste y mágico", donde pudo presenciar la narración viva de Varela sobre su propia experiencia.

Al final, el trabajo conjunto entre Varela y García, con el aporte de la compañía y otros colaboradores, dio como resultado una obra que perdurará en la memoria de quienes la escuchen. "A prueba de fuego" no solo es una canción, sino un testimonio de la grandeza artística y la humanidad de Jairo Varela.

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🔴El salsero Richie Valdés en 90 Minutos: Hablará de su vida, trayectoria y proyectos

Richie contará su importante paso por el Grupo Niche, Guayacán y su trabajo artístico como solista. Este artista, con una trayectoria amplia, revelará sus secretos en 90 Minutos.

Richie contará su importante paso por el Grupo Niche, Guayacán y su trabajo artístico como solista. Este artista, con una trayectoria amplia, revelará sus secretos en 90 Minutos.

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El Noticiero 90 Minutos hablará con Richie Valdés destacado artista, compositor, cantante, arreglista y músico chocoano.

Además, en el marco de los 40 años del icónico tema 'Cali Pachanguero', el salsero entregará detalles sobre las anécdotas alrededor de la canción emblemática de la ciudad.

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También, Richie contará su importante paso por el Grupo Niche, Guayacán y su trabajo artístico como solista. Este artista, con una trayectoria amplia, revelará sus secretos en 90 Minutos.

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