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El viacrucis de 52.000 familias

Insisto en que la decisión del Gobierno Nacional es borrarla porque, los efectos de sus anuncios van en contravía de su discurso mentiroso en el que anuncian meros ajustes, los cuales se desvirtúan solo con la mera inclusión de la encuesta del SISBEN IV como instrumento de priorización.

El viacrucis de 52.000 familias
Especial para 90minutos.co

Insisto en que la decisión del Gobierno Nacional es borrarla porque, los efectos de sus anuncios van en contravía de su discurso mentiroso en el que anuncian meros ajustes, los cuales se desvirtúan solo con la mera inclusión de la encuesta del SISBEN IV como instrumento de priorización.

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A 52.000 familias colombianas se les adelantó la Semana Santa padeciendo el viacrucis en el que se ha convertido cumplir su sueño de tener casa propia, por motivo de los anuncios que realizó el Gobierno Nacional frente a las modificaciones que realizará al programa de promoción y acceso a la vivienda de interés social – MI CASA YA.

La señora Ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio fue la encarga de emitir casi una sentencia condenatoria a estas 52.000 familias colombianas que se encuentran en trámite para acceder a los beneficios del programa y que actualmente ostentan la calidad de “HABILITADO”, faltándoles únicamente que el FONDO NACIONAL DE VIVIENDA – FONVIVIENDA emita la resolución de asignación, y, por consiguiente, realizara el desembolso respectivo.

Uno no entiende la narrativa del Gobierno Nacional en este caso. Estas familias y quienes estamos brindándoles apoyo y asistencia de tipo jurídico, y porque no decirlo, emocional, de muchas maneras hemos enviado el mensaje al Gobierno Nacional frente a la magnitud de la afectación que está generando actualmente con los anuncios realizados en cuanto a los ajustes que realizara al programa, y su respuesta solo han sido comunicados cargados de ideología y en contra de un sector de la población, que estoy segura que en su mayoría creyeron en su discurso de un supuesto “CAMBIO” y le dieron su voto, no solo electoral sino de confianza.

Y ahí radica el centro de gravedad de la discusión que hemos planteado; como una política pública, que si bien es cierto fue creada en el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos Calderón a través de quien fungió como su Vicepresidente, el Dr. German Vargas Lleras,  fue continuada y fortalecida por el Gobierno del Presidente Iván Duque Márquez,  y que a la fecha muestra resultados positivos que la catalogan como una política pública virtuosa y exitosa, este Gobierno del “CAMBIO” pretende borrarla de un solo plumazo. Esta decisión ratifica la falta de rigor técnico del Gobierno del “CAMBIO” en la toma de decisiones en todos los ámbitos, ahondando una crisis social sin precedentes en la cual los más perjudicados son los ciudadanos que integran la clase media.

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Insisto en que la decisión del Gobierno Nacional es borrarla porque, los efectos de sus anuncios van en contravía de su discurso mentiroso en el que anuncian meros ajustes, los cuales se desvirtúan solo con la mera inclusión de la encuesta del SISBEN IV como instrumento de priorización. En primer lugar, se está variando el enfoque poblacional del programa de proposición y acceso a la vivienda de interés social – MI CASA YA, ya que las familias que venían en el proceso, al aplicar la encuesta del SISBEN IV, a lo mejor lograrían obtener el puntaje mínimo (10/30). En segundo lugar, se pretende modificar el enfoque del tipo de vivienda al dejar sin puntaje la vivienda de interés social priorizando vivienda de interés prioritario cuyas características obedecen a condiciones diferentes a las seleccionadas por las familias, la cual es la esencia del programa. En tercer lugar, se varía el enfoque de categorización de oferta al dejar sin puntaje a los distritos especiales y municipios de primera y segunda categoría, en donde se encontraba concentrada la oferta de proyectos de vivienda de interés social, lo cual resulta irónico porque dejan por fuera a Buenaventura, que si bien corresponde a un distrito especial cuenta con una población trabajadora que podría acceder a oferta del programa “MI CASA YA”, además de haber sido uno de los fortines políticos que dieron la victoria de Gustavo Petro. Y, por último, se realiza variación al enfoque de ubicación de vivienda priorizando la vivienda rural frente a la urbana.

La relevancia de la afectación de las variaciones que esta proponiendo el Gobierno Nacional radica nada más y nada menos en que las 52.000 familias que se encuentran con el trámite avanzado y en estado “HABILITADO”, al cambiarles las reglas de juego bajo las cuales se sometieron al proceso, las dejaría sin ningún chance de obtener un puntaje que los coloque en línea de priorización y asignación de los beneficios, y además, los perjudicaría de forma irremediable porque son familias que a la fecha ya contaban con el proyecto seleccionado con una constructora, que ya suscribieron promesa de compraventa, que de forma juiciosa y responsable han realizado abonos a la cuota inicial, cuentan con crédito  hipotecario aprobado por una entidad bancaria, y al no ser otorgados los beneficios del programa “MI CASA YA” sería casi imposible que en su mayoría pudieran continuar con el proceso y cumplir con las condiciones contractuales establecidas en la promesa de compraventa suscrita, haciéndose objeto de aplicación de la cláusula de incumplimiento generando como sanción el pago de indemnización a título de pena en favor de la parte contratante, o sea, a la constructora. Además, según cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción – CAMACOL, por el éxito del programa “MI CASA YA” se tenía una proyección de ampliación de beneficiarios y proyectos de vivienda para el 2023 que podrían llevar a las 100.000 familias.

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Estas familias solo han elevado una petición al Gobierno Nacional, la cual consiste en que se establezca un régimen de transición para que ellas puedan culminar su proceso y que los nuevos requerimientos se apliquen para las nuevas solicitudes, pero la respuesta de la Ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio ha sido un lavatorio de manos cual Poncio Pilatos a través de comunicados que no les brinda ninguna solución, y por ende, las condena a un viacrucis que lo más probable es que termine con el sacrificio del trabajo que representó obtener los recursos con los cuales han realizado los aportes que les correspondían. La única opción que pueden brindar las constructoras a estas familias es que asuman los recursos que iban a ser objeto de subsidio por parte del programa “MI CASA YA” a través de otro crédito bancario, la cual no es viable porque incrementaría el valor de la cuota de crédito a pagar, quedándose prácticamente sin tener para movilizarse, y peor aún, sin que comer.

Pero la afectación no termina aquí, la misma se amplifica socialmente a otros miles de familias que habían accedido a una oferta laboral en el sector de la construcción a través de los cientos de proyectos que se encontraban ejecutando las constructoras del país. Según cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción – CAMACOL, por cada unidad de vivienda construida se generan 4 empleos, los cuales se encuentran en proceso de ir desapareciendo paulatinamente porque, en virtud de la incertidumbre generada por los anuncios del Gobierno Nacional frente a los ajustes al programa de “MI CASA YA”, ha traído como consecuencia la desaceleración y en casos más graves, la suspensión de los mismos frenando se la vinculación laboral de muchos colombianos.

Ahora bien, también el Gobierno Nacional apunta con una lanza amenazante al sector de la construcción, el cual se ha convertido en aliado fundamental del Estado Colombiano para sobrellevar crisis tan graves como la pandemia del COVID – 19, porque al no asignar los subsidios de las familias que se encontraban en estado “HABILIDADO” y el eminente incumplimiento de lo pactado contractualmente, se coloca en riesgo las inversiones que realizaron para avanzar en la ejecución de los proyectos de vivienda de interés social sobre los cuales se proyectó la oferta del programa, aspecto que no puede pasar de agache y al cual el Gobierno le está haciendo el quite.

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En el mes de marzo, en aras de brindar herramientas de tipo jurídico a estas familias, iniciamos una jornada de tutelaton que buscaron que el juez de tutela protegiera los derechos a la igualdad, debido proceso, vivienda digna y los principios constitucionales de buena fe y confianza legitima, siendo este ultimo de gran trascendencia por ser unos de los pilares que soporta la seguridad jurídica del Estado Colombiano frente sus actuaciones que afectan a sus asociados. Hemos obtenido un balance positivo porque un gran número de jueces han tutelado los preceptos constitucionales antes mencionados, sin embargo, también se han emitido fallos en contra los cuales estamos impugnando y que llevaremos hasta la revisión de la Honorable Corte Constitucional. Quienes nos hemos solidarizado con estas familias y hemos querido aportar a esta causa a través del ejercicio de los mecanismos pacíficos y legales que nos brinda el Estado Social de Derecho, esperamos que la respuesta institucional a esta problemática, que por cierto no ha sido abordada por ningún candidato que se encuentra en carrera para lograr la elección como alcalde de Santiago de Cali y que en su mayoría parecen más enfocados en agradar al Gobierno del “CAMBIO”, sea desde el punto de vista lógico y jurídico, el respeto de las reglas de juego establecidas en el Decreto No. 1077 de 2015, y que no sea el sacrificio de 52.000 sueños, que no son solo el de obtener una vivienda propia sino de una vida digna.

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¡Sean más creativos!

Lo único cierto es que está campaña ha sido respaldada por empresarios con visión, innovadores y por la gente que quiere de verdad transformar la ciudad.

¡Sean más creativos!
Especial para 90minutos.co

Lo único cierto es que está campaña ha sido respaldada por empresarios con visión, innovadores y por la gente que quiere de verdad transformar la ciudad.

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Mucho se ha dicho sobre esta candidatura en los últimos seis meses. Que soy la de Jorge Iván Ospina, que soy la de Juan Carlos Abadía, que soy la de Dilian Francisca, ¿Con cuántas más maquinarias me van a relacionar para hacerle daño a esta aspiración?

A los que dicen que soy la del Alcalde los reto hoy a que presenten pruebas: ¿Cuánto dinero ha ingresado a esta campaña por parte de él o de su grupo? ¿Cuántas firmas nos recogieron para inscribir nuestra aspiración? Yo he sido crítica de los resultados de esta administración porque no podemos tapar el sol con un dedo. ¡Cali está mal y necesita una transformación inmediata!

A los que dicen que Abadía apoya nuestra candidatura, explíquenme porqué su Partido Liberal está con el eterno candidato Roberto Ortiz, quien campaña tras campaña se inscribe apoyado por los mismos politiqueros de siempre.

Mismo caso respecto a Dilian Francisca, dicen que es mi pariente (cuando ya expliqué mil veces el lejano grado de consanguinidad), que es mi jefe política. ¿Alguna vez me han escuchado o me han visto apoyando su actual candidatura a la Gobernación del Valle? ¿Dónde están las pruebas? ¿Dónde está la plata que ha ingresado a esta campaña por parte de Dilian?

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Otro que negó rotundamente que fuese a aliarse con la política tradicional fue Alejandro Eder, quien hoy posa feliz en compañía de los dueños de las maquinarias, tal vez respondiendo a una obsesión suya y de su familia por llegar a la Alcaldía de Cali.

Díganme, ¿por cuántos partidos políticos estoy avalada? ¿A cuántos medios de comunicación de pluma blanca estoy comprando para que hablen de mí? Ese es el caso de Diana Rojas, que permanentemente vive diciendo que es de la gente y la ciudadanía cuando públicamente ha admitido que es de Armitage y de Reyes Kuri.

Todos ellos están dispuestos a venderse por llegar a la Alcaldía de Cali y eso lo demuestran elección tras elección. Yo los invito a que sean más creativos e innovadores, pongan a trabajar sus equipos y paren ya con las mentiras

Lo único cierto es que está campaña ha sido respaldada por empresarios con visión, innovadores y por la gente que quiere de verdad transformar la ciudad. Nuestro aval nos lo dieron las 213.647 personas que firmaron y nos dieron su voto de confianza. Vamos a hacer historia con orden y autoridad. Vamos a elegir la primera alcaldesa de Cali: Miyerlandi.

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Derecho a la ciudad

Debemos hacer posible una ciudad de población con alta formación académica y ciudadana, capacidad de emprender, con inmigrantes y desplazados integrados, con inclusión social, justicia espacial y ambiental, movilidad sostenible, segura y con la misión de generar bienestar para toda la población.

Derecho a la ciudad
Foto: Especial para 90minutos.co

Debemos hacer posible una ciudad de población con alta formación académica y ciudadana, capacidad de emprender, con inmigrantes y desplazados integrados, con inclusión social, justicia espacial y ambiental, movilidad sostenible, segura y con la misión de generar bienestar para toda la población.

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“Las ciudades prosperan cuando en ellas abundan las pequeñas empresas y los ciudadanos con formación”

Edward Glaeser.

Dicen los mayores estudiosos de la ciudad, que la creación de la primera aldea en Uruk - Mesopotamia (actual Irak), pudo haber tardado hasta 3.000 años, en un proceso que llevó al Homo Sapiens a detener su andar frenesí por el planeta entre 15.000 y 12.000 años atrás.

Desde las primeras aldeas creadas en la geografía de los valles más fértiles de la tierra, hasta la actualidad, el crecimiento de las ciudades ha sido imparable. Especialmente durante los últimos 250 años en que nuevos avances en industria, higiene, diversificación y especialización en la producción, intensidad de los intercambios comerciales, desarrollos tecnológicos, creación de nuevas instituciones públicas y generación de oportunidades de formación y trabajo, han atraído por cientos de miles a las familias del campo hacia las concentraciones urbanas.

Aunque el ritmo de traslado de la población del campo a las ciudades ha sido intenso, hasta hace muy poco (año 2007), la población urbana apenas pudo sobrepasar a la rural. Es decir, durante 12.000 años hubo más población en el campo que en las ciudades. En la actualidad (año 2023), el 56% de la población mundial habitamos en ciudades y se proyecta que en el año 2050 esta proporción rebase las dos terceras partes del total, y sólo una tercera parte permanezca como población rural. Esto, desde luego, son cifras que promedian la situación del globo porque no en todos los países el comportamiento es igual.

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En Europa, por ejemplo, el promedio de población urbana es del 75%. En Estados Unidos esta población llega al 82%. En la China equivale al 42% y en India tan solo es el 29%. En Colombia, en el año 2020, alcanzamos el 81% de población urbana. Si consideramos que en el año 1960 esta población era apenas del 46% del total de los colombianos, podremos apreciar en nuestro medio los efectos positivos de todos los factores por los cuales crecen las ciudades en el mundo; pero podremos apreciar también una situación que regularmente se invisibiliza, y es el impacto que los conflictos políticos y militares, con el consecuente despojo y desplazamiento de población rural, han tenido sobre la conformación de ciudades en nuestro país.

Las diferentes condiciones en que llegan las poblaciones a las ciudades producen también entornos de ciudad diferenciados, muy especialmente entre aquello que denominamos ciudad formal y ciudad informal; esta última ciudad autoproducida por las comunidades sin mayor apoyo institucional y regularmente sin acceso a empleo, servicios sociales básicos y reconocimiento de derechos.

Es necesario reconocer que ha habido esfuerzos importantes de los gobiernos nacional y de las entidades territoriales por hacer frente al fenómeno de la ciudad informal, pero sin obtener los resultados esperados. Muchos procesos erráticos, mal diagnosticados o formulados, sin suficientes recursos y voluntad institucional, sin apoyo de tantos actores necesarios, entre otros factores, dan cuenta de la incapacidad de la mayoría de los gobiernos para alcanzar un enfoque exitoso en este tema. En Cali no se ha podido enfrentar con determinación esta situación muy a pesar de existir diagnósticos completos desde el año 1997 (EMCALI), y avances en programas como el de Recomposición integral de zonas marginales -PRIZMA- (2004 al 2011), o los Territorios de inclusión y oportunidad -TIOS- (2012 al 2019). Estos no han tenido, o las formulaciones correctas, o el respaldo y los recursos que requiere enfrentar el tema con determinación. De tal manera, el reconocimiento del Derecho a la ciudad y la integración, principalmente de población en condiciones de informalidad, sigue en veremos.

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El Derecho a la ciudad se ha constituido en el camino al que organizaciones multilaterales y gobiernos de todo el mundo, acuden para enfrentar los enormes déficits en materia de desarrollo urbano y territorial, especialmente lo relacionado con las dificultades de integración que enfrentan los inmigrantes en los nuevos espacios urbanos. El Derecho a la ciudad es un concepto creado por el sociólogo francés Henry Lefebvre en el año 1968, como el derecho a crear, construir, decidir y transformar la ciudad, pero sobre todo a disponer de un empleo, un lugar, y disfrutar de los beneficios del desarrollo espacial y económico. Luego la Organización de las Naciones unidas y otros autores han extendido el concepto al reconocimiento de derechos como la vida, la libertad de expresión, la libre asociación, la educación, la salud, el voto, la libre circulación, el trabajo, la vivienda y la propiedad privada.

El Derecho a la ciudad es hoy la principal preocupación de académicos, gobernantes y ciudadanos en todo el mundo. Por ello, desde la posición que me ha correspondido como académico y ciudadano, y muy pronto como gobernante, o cualquiera posición que el destino depare para mí, y para los miembros del Colectivo Urbano regional, dispondremos de toda nuestra capacidad para ser defensores del Derecho de quienes así lo decidan, a ocupar un lugar en Cali; en esta sociedad y ciudad en la cual usted crea, construye, transforma y se transforma, para su bienestar, el de su familia, su comunidad y el conjunto de la ciudadanía.

Debemos hacer posible una ciudad de población con alta formación académica y ciudadana, capacidad de emprender, con inmigrantes y desplazados integrados, con inclusión social, justicia espacial y ambiental, movilidad sostenible, segura y con la misión de generar bienestar para toda la población. Nosotros creamos la ciudad y estamos en capacidad de transformarla.

Nota:

El Colectivo urbano regional es un espacio para la creatividad y la democracia, de origen académico y con trabajo social y político. Estamos dispuestos a conversar con toda la ciudadanía interesada, sobre las CINCO ESTRATEGIAS PARA EL BUEN GOBIERNO DE SANTIAGO DE CALI. Por favor escríbenos al colectivourbanoregional@gmail.com.

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¡Paremos a los ladrones!

El próximo gobierno de los caleños debe entender que la seguridad y la convivencia es una necesidad real y sentida que no da espera.

¡Paremos a los ladrones!

El próximo gobierno de los caleños debe entender que la seguridad y la convivencia es una necesidad real y sentida que no da espera.

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Hace unos días caminaba con un grupo de vecinos por el barrio Puertas del Sol, en plena comuna 14. Una señora me decía que las cosas habían cambiado en el barrio, porque antes se podía salir con el teléfono en la mano y no pasaba nada, pero ahora ese gusto no se lo podían dar. En cada lugar en que paré, me dijeron exactamente lo mismo, que la inseguridad estaba disparada. Basta ver a diario los vídeos en redes sociales, que muestran un panorama de hurtos cada vez más violentos. Enjambres de ladrones en motocicletas que en cuestión de segundos le quitan sus pertenencias a los caleños, con la percepción de que nadie los va a defender.

Al finalizar 2022, los hurtos en Cali habían crecido un 25%, mientras que en 2023 la cifra mostraba un crecimiento preliminar de casi el 20%. Explicaciones puede haber varias, pero sin duda la percepción es que hoy roban más en Cali que antes y el rugir de una moto en un andén es motivo para perder la tranquilidad. Sabemos los celulares robados a dónde van a parar, así como sabemos a dónde van a parar las autopartes; pero los ladrones también saben que, muy probablemente, no serán atrapados ni serán judicializados. No tienen incentivos para dejar de delinquir.

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En todas las encuestas de percepción, la inseguridad aparece como el delito más preocupante. En un sondeo que realizamos a 600 ciudadanos vía telefónica, la preocupación más habitual es la inseguridad asociada al hurto. Los ladrones se han convertido en el mayor dolor de cabeza de los caleños y en una de las principales amenazas contra la calidad de vida. En últimas, lo que nos piden los ciudadanos a los aspirantes a la Alcaldía es que se pueda salir a la calle tranquilamente sin que un bandido en moto nos intimide con un arma y nos despoje de lo que con esfuerzo hemos adquirido.

Los recursos para enfrentar el hurto son limitados, pero creo que hay una receta para dar una pelea más efectiva. El primer paso es armonizar las relaciones entre el alcalde y la Policía Metropolitana, que no pasan por su mejor momento. Es difícil que las cosas funcionen cuando las dos entidades más importantes para la defensa de la seguridad y de la convivencia ciudadana no están bien coordinadas. Si esas relaciones funcionan mejor, podremos fortalecer 100 frentes comunitarios de seguridad en donde los datos nos arrojan que los ladrones más hacen de las suyas. Hay que dotarlos de tecnología y articularlos con una policía orientada al barrio que reduzca los tiempos de reacción y sea más efectiva.

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Por supuesto, tendremos que hacer un programa de actualización del sistema de cámaras, liberar a policías de labores administrativas y del cuidado de presos y hacer el esfuerzo por dotar a Cali de un centro de comando, comunicaciones, cómputo y control que mejore la transmisión de datos, de la videovigilancia y de la articulación de todos los organismos de seguridad y de atención de emergencias.

El próximo gobierno de los caleños debe entender que la seguridad y la convivencia es una necesidad real y sentida que no da espera. La situación es desesperante y la gran conquista de los caleños es arrinconar a los ladrones y ganar espacio para la libertad y la tranquilidad, que se traducen en calidad de vida. No tengo dudas de que focalizando recursos, con voluntad y con una adecuada coordinación de todas las instituciones vamos a hacer la tarea, ¡paremos a los ladrones! Podemos liberar a Cali del yugo de los delincuentes.

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