Victoria Eugenia Tristán, hermana de Luz Mery Tristán, le relató a 90 Minutos lo que conocía acerca de la relación de su hermana y Andrés Ricci.
Vicky manifiesta que ha sido duro para ella recordar pues, ha “pensado tanto y tratado de devolver la película, para ver si yo hubiera podido hacer algo diferente; para que mi hermana hoy estuviera viva. Me castigo, uno mira para atrás y se castiga”.
Y es que, ante el caso de su hermana y el acercamiento al término del feminicidio, la hermana de la ex patinadora menciona que “cuando me hablan de los feminicidas y de lo que hacen, definitivamente él representaba todo eso”.
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“Él era una persona muy celosa, veía fantasmas donde no había, agredía verbalmente a mi hermana. Él presentaba una celopatía superdesarrollada”
Indicó Vicky Tristán.
La hermana de la patinadora mencionó que a Andrés Ricci “le gustaba que se vistiera, se peinara y se arreglara como él quería”. Además, no le permitía tener amigos, “mi hermana casi no podía ir al gimnasio con él porque era un problema que la saludaran”.
“Todas estas señales son de una persona que puede llegar a cometer un feminicidio”.
La mujer cuenta que su hermana solamente le mencionó una vez que la golpearon, “esto fue hace ya varios años; ellos estaban de viaje y mi hermana me comentó que él la había tocado. En otra ocasión, yo fui testigo de cuando la golpeó, ella llegó a mi casa golpeada”.
En ese preciso momento, Vicky, como hermana, la aconsejó para que parara esa relación: “ellos terminaron a raíz de eso, pero él sabía cómo volver a conquistarla y llegar a ella”.
“Cuando ellos estaban bien o él estaba bien, era un hombre perfecto. Era cariñoso, sabía cómo enamorarla, era pendiente de ella, la abrazaba, la besaba; era muy consentidor con ella y eso la enamoraba cada vez más”.
Según cuenta, Andrés Ricci “era un hombre que vivía por ella, pero cuando se le salía el ‘monstruo’; se convertía en una persona totalmente celosa, impulsiva. Era la otra parte de él, ahí era donde se originaban las peleas, por eso es que ellos volvían y terminaban”.
“Cuando él tenía unos tragos se le despertaba más el tema de los celos, pero aun en ‘sano juicio’ era tenaz que Luz Mery saludara a un hombre, porque ya era un problema”.
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Vicky cuenta que, durante un viaje a San Andrés, ella y su hermana cruzaron frente a un grupo de hombres, que se quedaron mirándolas y en ese preciso momento “él se puso bastante celoso, mi esposo lo tuvo que tranquilizar y decirle que se deberían sentir orgullosos porque todavía miran a nuestras mujeres”.
Es por esto que le envió un mensaje a las mujeres: "he tratado por todos los medios de decirles a las mujeres que busquen ayuda, yo sé que la ley hoy en día no es que ayude tanto porque sé que todavía están desprotegidas, pero hay otras maneras de buscar: ayuda médica, psicólogos. El primer paso es trabajar con uno mismo".
“Con todo lo que hizo mi hermana, visitando psicólogos y clínicas para que él cambiara y no lo logró. Yo les digo que la ayuda no es para la pareja, la ayuda es para uno mismo y eso fue lo que le faltó a mi hermana”.
Además, compartió cuáles son para ella esas señales de alerta que hay que identificar:
“La primera alerta es cuando te pone la mano encima, el hombre que se atreve a tocarte y a pegarte, ten la seguridad que ese hombre puede llegar a matarte, porque ellos no controlan su fuerza”. La segunda alerta es el maltrato verbal; la tercera alerta es cuando el hombre empieza a ver fantasmas y empieza a decirte cómo vestirte, estas son pequeñas cosas que van creciendo.
Finalmente, Vicky espera que la muerte de su hermana sea un precedente para que “se logre hacer algo significativo, para todas las mujeres que están siendo maltratadas”.
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