El fenómeno de los bostezos contagiosos ha intrigado a científicos y curiosos por igual durante mucho tiempo. Igualmente, aunque suelen estar asociados con el cansancio o el aburrimiento, tienen una función más compleja y socialmente significativa.
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Asimismo, se define al bostezo como un reflejo automático que implica abrir la boca ampliamente y tomar una respiración profunda. A su vez, este acto involucra una amplia gama de músculos faciales y respiratorios. Pero ¿por qué se pega el bostezo de una persona a otra?
Respondiendo esta duda, la ciencia se ha centrado en tres factores o teorías.
La primera se debe a un tema de empatía y conexión social. Por su parte, estudios sugieren que las personas que son más empáticas son más susceptibles a bostezar después de ver a alguien más hacerlo.
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A su vez, esta teoría se apoya en la observación de que los bostezos contagiosos son menos frecuentes en personas con trastornos como el autismo, que afectan la capacidad de empatizar; según la Universidad de Duke en Estados Unidos.
Por otra parte, el mimetismo social es otra de las hipótesis del porqué se pega el bostezo de una persona a otra. Basándose en la tendencia a imitar las acciones de otras personas de manera inconscientemente.
Sumado a lo anterior, este comportamiento podría haber tenido ventajas evolutivas, como sincronizar el grupo para que todos descansen al mismo tiempo.
Finalmente, otra teoría se centra en el cerebro y su temperatura. Ya que se cree que al bostezar se trata de enfriar el órgano, lo que puede mejorar la alerta y la eficiencia cerebral.
Ver a otros bostezar podría desencadenar esta respuesta para que todos los miembros de un grupo mantengan una temperatura cerebral óptima.
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Estudios que tratan de confirmar o desmentir teorías sobre el bostezo
Experimentos con animales también respaldan la teoría de la empatía. Por ejemplo, se ha observado que ciertos primates y perros también muestran bostezos contagiosos; especialmente entre individuos que tienen vínculos estrechos.
Aunque no hay una respuesta definitiva sobre por qué se pegan los bostezos, la combinación de teorías sociales y fisiológicas ofrece una comprensión más amplia de este fenómeno fascinante. La investigación continúa, y cada nuevo hallazgo aporta más piezas al rompecabezas de este comportamiento humano tan común.
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