El Ejército israelí dio pasos que lo acercan peligrosamente a una temida ofensiva terrestre del sur de Líbano, al convocar a dos brigadas de soldados reservistas para realizar "misiones operativas" en la frontera norte.
"Esto permitirá continuar con el combate contra la organización terrorista Hizbulá, la defensa del Estado de Israel y crear las condiciones para permitir a los residentes del norte de Israel regresar a sus hogares".
Dijeron las fuerzas israelíes en un breve comunicado, sin ofrecer más detalles.
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Poco después, el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, dijo que los ataques aéreos sobre Líbano están sirviendo para preparar el terreno para una posible incursión terrestre israelí contra Hizbulá.
"Podéis oír a los aviones ahí arriba, atacamos todo el día: tanto para preparar el terreno para la posibilidad de vuestra entrada, como para seguir haciendo daño a Hizbulá".
Dijo el responsable durante un ejercicio militar en la frontera.
Halevi detalló que la posible "maniobra" israelí consistiría en entrar en pueblos del sur de Líbano que el grupo chií "ha convertido en una gran base militar", para destruir la infraestructura del grupo en la zona.
La operación aérea
De momento, en estos tres días de escalada contra el grupo chií en Líbano, Israel se ha limitado a realizar ataques aéreos y, aunque sus líderes hacen alusión frecuentemente a la necesidad de prepararse para combatir en el norte, todavía no han ordenado una incursión terrestre en el país vecino.
Ayer, el jefe del Comando Norte del Ejército, el mayor general Ori Gordin, sugirió durante una visita a las tropas que deben estar preparados para "maniobrar" en el interior del Líbano.
"Hemos entrado en otra fase de la campaña (...). La operación comenzó con un golpe muy significativo a las capacidades de Hizbulá y un golpe muy significativo a los comandantes de la organización", dijo Gordin durante una visita a una brigada apostada en la frontera norte de Israel.
Está previsto que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, convoque esta tarde a su Gabinete de Seguridad en Tel Aviv para discutir la situación, pocas horas antes de su viaje a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU.
Tres días de bombardeos
Israel comenzó el lunes una intensa campaña de bombardeos concentrados, sobre todo, en el sur y el este de Líbano contra lo que asegura son cohetes y misiles que el grupo chií, aliado de Irán, esconde en zonas civiles para atacar a Israel.
Los ataques ya se han cobrado la vida de más de 500 personas y han provocado el desplazamiento interno de decenas de miles de libaneses.
El Ejército israelí dijo hoy haber alcanzado "60 objetivos de inteligencia" de Hizbulá con sus bombardeos de este miércoles, entre ellos cuarteles e infraestructura utilizados por el grupo para recopilar información.
El grupo libanés también ha incrementado sus ataques contra Israel e incluso contra puntos alejados de la frontera, donde se habían concentrado sus bombardeos durante estos once meses de fuego cruzado.
Las sirenas sonaron a primera hora de la mañana en el centro del país, incluida la ciudad de Tel Aviv, tras detectar la llegada de un misil de largo alcance disparado desde Líbano que fue interceptado por el Ejército, el primero de este tipo que lanza Hizbulá desde que comenzó la guerra.
Israel y Hizbulá llevan enfrascados en un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, cuando el grupo chií comenzó a lanzar ataques contra el norte de Israel en solidaridad con las milicias palestinas de la Franja de Gaza.
La situación se ha cobrado la vida de más de 700 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 455 bajas, algunas en Siria.
En Israel han muerto 52 personas en el norte: 26 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores y adolescentes en un ataque en los Altos del Golán sirios ocupados.
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