Icono del sitio

Enamorarse de nuevo…volver a creer

Cuando hemos tenido experiencias sentimentales complicadas o decepciones inesperadas lo más seguro es que decidamos cerrarnos al hecho de sentir demasiado o volver a enamorarnos; pero conforme pasa el tiempo la vida misma nos va mostrando que esperar vale la pena y que cuando aprendemos a amarnos a nosotros mismos la recompensa es inmensa.

Entonces, de repente te arriesgas y te das cuenta que la vida va más allá de complicarse y que las pequeñas cosas tienen un valor increíble, que puedes encontrar una persona valiosa, un cómplice, un compañero de vida, alguien leal y dispuesto a crecer contigo paso a paso para construir positivamente juntos.

Y así sucede: imagina que un día te abres al mundo, dejas tu coraza de prevención y encuentras ese ser especial, que vibra con tu alma y te motiva a ser la mejor versión de ti, te reta, te da un plus de confianza para lograr tus sueños, con quien hablas en el día, se preocupa por ti, disfruta tus logros y aliviana tus caídas y lo más importante está ahí para ti como un socio de vida.

[Lea también: La violencia no solo está en las calles ]

Y ese amor se vuelve indestructible porque cada día lo cultivan, lo llenan de buenos momentos, arriesgándose a sentir, recuperando emociones que estaban perdidas y luchando por eso por lo cual tu alma vibra y tu pasión se enciende.

A pesar de que se podría pensar que lo realmente difícil de volver a enamorarse es encontrar a esa persona en realidad lo difícil es tomar la decisión de dejar los miedos a un lado, atreverse a soñar de nuevo, a ver la vida desde una perspectiva distinta, abrir un poco la mente, entender la posición del otro, conocerse a sí mismo en todas las facetas, hacer caso a nuestra intuición y dejarnos llevar: fluir con la vida.

[Lea también:  Del amor 2.0 y otros demonios ]

Entender además que el amor no es posesión, no es duda, incertidumbre o inestabilidad -todo lo contrario- es fuerza, ganas, autonomía y ser consciente de que eliges a diario compartir tu vida con alguien dando lo mejor de ti para que todo funcione.

Y después de decepcionarte porque en algún momento sucederá (si todo se convierte en triunfos no tendría sentido), encontrar una razón por la cual volver a creer en ese amor, sonreírle al mundo y tomar de tu vida las riendas amando de forma sana.

Finalmente tener la certeza de que si lloras, si te ríes a carcajadas, si aprendes, si aportas a la vida de ese compañero, fue porque tomaste el riesgo de dejar a un lado los miedos, te diste la oportunidad de ser feliz con la persona correcta, enamorarte de nuevo y VIVIR.