Mantener los alimentos, en especial las verduras, en su mejor estado no solo ayuda a preservar su sabor y textura, sino que también garantiza que nuestro organismo reciba todos los beneficios que estos alimentos ofrecen.
Además, las verduras frescas son ricas en agua, fibra y otros nutrientes esenciales que pueden disminuir con el tiempo. Por ello, conocer y aplicar técnicas de conservación es fundamental.
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¿Cómo conservar las verduras para mantener su valor nutricional?
Asimismo, conservar las verduras adecuadamente es clave para asegurar que mantengan su valor nutricional y su frescura.
Por ello, la chef Alejandra Alfaro, de la Escuela Gastronómica de Occidente de Cali, comparte dos métodos efectivos para conservar verduras y maximizar su aporte nutricional.
En primer lugar, habla acerca de las dos técnicas que utiliza con mayor frecuencia para la conservación de los alimentos. Estos son: Los encurtidos y el escabeche.
Ambos no solo prolongan la vida útil de las verduras, sino que también pueden mejorar su perfil nutricional.
Encurtidos: Probióticos para la salud intestinal
Primero, está el encurtido, que es un proceso de conservación que implica sumergir las verduras en una solución de vinagre, agua, sal y a veces azúcar y especias.
Sin embargo, la chef resaltó que este método no solo conserva las verduras, sino que también promueve la fermentación; un proceso que genera probióticos beneficiosos para la salud intestinal.
¿Cómo es el proceso?
Las verduras se cortan en trozos y se sumergen en la solución de vinagre y agua, junto con especias al gusto. Se almacenan en frascos herméticos y se dejan reposar durante días o semanas, permitiendo que los sabores se desarrollen y la fermentación ocurra.
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Dentro de los beneficios está que son una excelente fuente de probióticos, que ayudan a mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico. Además, añaden un sabor ácido y crujiente a las comidas.
Escabeche: Mayor estabilidad y nuevas vitaminas
En segundo lugar, está el escabeche. Otra técnica de conservación que involucra cocinar las verduras en una mezcla de vinagre, aceite, agua y especias.
Por ende, este método no solo prolonga la vida de las verduras, sino que también puede aumentar su valor nutricional a través de la síntesis de nuevas vitaminas durante el proceso.
¿Cómo es el proceso?
Para esta técnica, las verduras se cocinan brevemente en una solución de vinagre, agua, aceite y especias, luego se enfrían y se almacenan en frascos herméticos. Este proceso de cocción y acidificación asegura que las verduras se conserven durante más tiempo.
Mientras tanto, tiene como beneficios no solo conservar las verduras, sino que también puede aumentar su contenido de vitaminas como B1, B2, B3, C y K. Además, las verduras escabechadas adquieren un gran sabor y aroma, ideal para acompañar diversos platos.
Muchas verduras son adecuadas para estos métodos de conservación. Berenjenas, zanahorias, cebollas, tomates, aceitunas, coles, brócoli, habichuelas y coliflor son solo algunas de las opciones.
Estas verduras, cuando son encurtidas o escabechadas, se convierten en ingredientes perfectos para pasabocas, rellenos y diversas recetas, ofreciendo una solución rápida y nutritiva en la cocina.
Otras alternativas
En caso de no realizar las dos técnicas mencionadas anteriormente, existen otros métodos que también puede emplear.
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Almacenamiento en bolsas perforadas
Por otro lado, una de las formas más simples y efectivas de conservar vegetales es almacenarlos en bolsas de plástico perforadas. Estas bolsas permiten que el aire circule alrededor de los vegetales, evitando la acumulación de humedad que puede acelerar el proceso de descomposición.
Aquí, debe colocar los vegetales en bolsas de plástico con pequeños orificios y guardarlos en el cajón de vegetales de la nevera. De esta manera, las bolsas permiten la transpiración, lo que reduce la humedad excesiva y mantiene los vegetales frescos por más tiempo.
Este método es especialmente útil para vegetales de hojas verdes como espinacas, lechuga y acelgas, que tienden a marchitarse rápidamente.
Uso de toallas de papel
Por otro lado, las toallas de papel pueden ser una herramienta invaluable para conservar vegetales frescos. Así que colocarlas en el fondo de los recipientes de almacenamiento ayuda a absorber el exceso de humedad, previniendo el moho y la pudrición.
Para esto, debe envolver los vegetales en una toalla de papel antes de colocarlos en bolsas de plástico y esta absorberá cualquier humedad adicional, manteniendo los vegetales secos y frescos.
Además, este método es ideal para vegetales como zanahorias, apio y rábanos, que pueden volverse blandos si se almacenan en un ambiente húmedo.
Almacenamiento en frascos de vidrio
Los frascos de vidrio herméticos son una excelente opción para conservar vegetales cortados o en porciones pequeñas. Este método no solo prolonga la frescura de los vegetales, sino que también facilita el acceso y la organización en la nevera.
Para realizarlo, debes colocar los vegetales cortados o en porciones en frascos de vidrio con tapas herméticas. Asegúrate de secar los vegetales antes de almacenarlos para evitar la acumulación de humedad.
Estos recipientes son ideales para almacenar pimientos, pepinos, zanahorias y otras verduras que se usan comúnmente en ensaladas y comidas rápidas.
Finalmente, la conservación adecuada de las verduras es esencial para mantener su aporte nutricional y asegurar que nuestro organismo reciba todos sus beneficios.
Así que, siguiendo estas técnicas como el encurtido y el escabeche, puede disfrutar de verduras frescas y nutritivas por más tiempo. Así, no solo mejora la salud, sino que también facilita la preparación de comidas deliciosas y saludables.
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