Lo primero que debe saber es que cada organismo es distinto y la dieta o plan alimenticio que aplique en su vida debe tener el visto bueno y acompañamiento de un especialista.
La dieta cetogénica o Keto, es un plan alimenticio bajo en carbohidratos y azúcares que, dicen los expertos, ayuda a quemar grasa de una manera más asertiva y rápida.
Según estudios, la dieta tiene beneficios como la reducción de peso, la saciedad prolongada, el aprovechamiento de energía y la reversión de problemas de salud.
Los componentes de la dieta definen lo que el cuerpo va a almacenar y gastar posteriormente a la ingesta.
Por ejemplo, cuando se consumen pocas calorías o se anula el consumo de alimentos durante un periodo de tiempo determinado y el azúcar almacenado por el cuerpo se termina, el organismo entra en un estado de cetosis.
En este estado, se utiliza grasa y cetonas en vez de glucosa (azúcar) como principal fuente de energía teniendo como resultado una reducción de peso y talla.
Por su parte, cuando consumimos mucha azúcar, el cuerpo bloquea la quema de grasa por medio de la insulina (hormona responsable de guardar grasa) y nos engordamos.
El agua: alimento estrella
Cuando se trabaja con pacientes que intentan perder peso, no hay ningún alimento a libre consumo durante una dieta.
Cada alimento debe ser considerado y evaluado cuidadosamente según los objetivos de cada persona.
Sim embargo, en este contexto, es importante destacar que el agua es una excepción valiosa, ya que no tiene un impacto calórico ni hormonal significativo y, por lo tanto, puede ser consumida sin restricciones durante el proceso de pérdida de peso.
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Para tener en cuenta:
La dieta Keto, puede ser eficaz para ciertas personas en la pérdida de peso. Sin embargo, no es adecuada para todos y debe ser abordada con precaución para no correr riesgo.
Definitivamente, la clave es que el enfoque dietético debe ser sostenible y saludable a largo plazo para garantizar resultados efectivos y duraderos.
El medico cirujano James Revelo Rojas, quien trabaja en el Centro de control Hormonal y Metabolismo en Santiago de Chile, aseguró que la decisión de seguir una dieta Keto debe basarse en una evaluación médica individualizada y en consulta con un profesional de la salud.
"En algunos casos, podría ser apropiado considerar una dieta cetogénica, mientras que en otros pacientes un enfoque más hiperproteico podría ser beneficioso. Para algunos, simplemente organizar el horario de las comidas y ajustar las porciones puede ser efectivo. Además, en ciertas situaciones, una combinación de un enfoque hiperproteico y cetogénico con una cantidad limitada de carbohidratos podría ser la estrategia adecuada".
James Revelo Rojas, médico cirujano del Centro de control Hormonal y Metabolismo en Santiago de Chile.
¿Qué dicen los expertos?
El cuerpo humano puede almacenar carbohidratos durante máximo un día. Por eso, cuando la dieta tiene consumo alto de azúcar nos sentimos cansados y con hambre.
"Con la grasa no pasa eso, la grasa proporciona energía durante semanas e incluso meses, lo que nos permite sentirnos enérgicos y saciados sin necesidad de comer todo el tiempo. Eso vendría siendo un tipo de ayuno, porque comeríamos menos veces al día e indirectamente nos adelgazaríamos”.
Alicia Umaña, médica cirujana de la Universidad del Valle.
De acuerdo con la Organización mundial de la salud, 2.600 millones de personas, entraron en categorías de sobrepeso u obesidad en el año 2020.
Como consecuencia, el 38% de la población podría estar sufriendo enfermedades graves o incluso la muerte.
Según Andrea León, Profesional en deporte de la END, uno de los beneficios más importante en la keto, es la maximización de energía.
“La dieta Keto, proporciona demasiada energía, el cuerpo humano se siente liviano y activo todo el tiempo, entonces las jornadas son más productivos y el sueño se logra mejor, además hay muchos otros beneficios”.
5 consejos de alimentación saludable de James Revelo:
- Equilibrio y moderación: Seguir un hábito alimenticio equilibrado que incluya proteínas, grasas naturales, vegetales de hojas verdes, verduras y granos enteros. Si va a consumir carbohidratos, que estos sean naturales y no procesados y consumirlos en escasa cantidad o evitarlos.
- Hidratación: toma suficiente agua a lo largo del día. Mantenerse bien hidratado puede ayudar a controlar el apetito.
- Planificación de comidas: Evitar el picoteo poco saludable. No ingerir alimentos porque se trate de una comida social, es decir desayunar porque es la hora del desayuno, almorzar porque es la hora del almuerzo, etc. Esto no es algo natural sino creado por la sociedad, por lo que uno debería consumir alimentos de los permitidos sanos y naturales solamente cuando el organismo tenga la necesidad de comer.
- Evita alimentos procesados y azúcares añadidos: Limita los alimentos ultra procesados y aquellos con alto contenido de azúcares añadidos, ya que tienden a liberar las enzimas y hormonas que favorecen la formación de grasa corporal que son los que en definitiva llevan al paciente a la obesidad. Lee las etiquetas nutricionales para tomar decisiones informadas.
- Ejercicio y actividad física: Complementar tu plan alimenticio con actividad física regular. El ejercicio ayuda a que nuestro organismo gaste más energía, dicha energía debe salir de nuestras fuentes almacenadas en nuestro cuerpo, además ayuda a controlar el estrés y a mantener la salud en general. Hay que consultar con un profesional de la salud antes de iniciar un programa de ejercicios.
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