El colágeno es una proteína fundamental en nuestro cuerpo que contribuye a mantener la piel, el cabello, los huesos y las articulaciones saludables. A medida que envejecemos, la producción natural de colágeno disminuye, lo que puede generar flacidez en la piel, arrugas y pérdida de elasticidad.
Justamente, para contrarrestar este proceso, es recomendable incluir en la dieta alimentos ricos en colágeno o aquellos que promuevan su producción natural en el cuerpo.
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Por ende, la relevancia de una dieta balanceada. Teniendo en cuenta esto, Nivea, empresa alemana de productos cosméticos, publicó un pequeño paso a paso sobre los alimentos que deberían consumirse.
Lo anterior con la idea de impulsar el consumo de ciertos alimentos que beneficien a la piel.
Alimentos que ayudan a la producción de colágeno
Previamente a dar el listado, es importante recalcar que, nada supera un acompañamiento profesional. Por ende, es recomendable visitar y consultar la dieta de cada persona con un nutricionista.
Asimismo, entre los alimentos más recomendados para estimular la producción de colágeno se encuentran las carnes magras, el pescado y el pollo, ya que contienen aminoácidos esenciales que el cuerpo utiliza para sintetizar colágeno.
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Las partes del pescado, como las pieles y las espinas, son especialmente ricas en colágeno y se pueden consumir en sopas o caldos, lo que proporciona un impulso directo a la piel y articulaciones.
Por otro lado, las frutas cítricas como la naranja, el limón y el kiwi son ricas en vitamina C, un nutriente esencial para la producción de colágeno, ya que actúa como un cofactor en la síntesis de esta proteína.
Además, la vitamina C también ayuda a proteger la piel del daño causado por los radicales libres, que aceleran el proceso de envejecimiento.
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Por otra parte, otros alimentos que favorecen el colágeno son los vegetales de hojas verdes, como la espinaca y el kale, que contienen antioxidantes y vitaminas A y C, las cuales contribuyen a la regeneración celular y al mantenimiento de una piel sana.
Asimismo, los frutos secos, como las almendras y las nueces, proporcionan ácidos grasos omega-3 y vitamina E, que ayudan a mantener la piel hidratada y elástica .
Además, se se recomienda evitar el consumo excesivo de azúcares refinados y carbohidratos procesados. Ya que pueden dañar el colágeno existente en la piel a través de un proceso llamado glicación, el cual afecta la estructura y la función de esta proteína.
Cuidar la piel a través de una dieta equilibrada no solo ayuda a mantenerla joven, sino que también contribuye a una mejor salud general.
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