Salsa

El día que Richie Ray & Bobby Cruz cambiaron la historia musical de Cali

Hace 53 años, ‘Los Durísimos’ prendieron la rumba en Cali, una ciudad que después de su presentación ya nunca volvió a ser la misma. Cuando llegaron a Cali, Richie Ray & Bobby Cruz ‘trajeron de todo’. A sus 76 años, Richie Ray sigue produciendo atrevidas musicalidades: Salsa, Jazz y Beethoven, su nuevo disco.

El día que Richie Ray & Bobby Cruz cambiaron la historia musical de Cali

Hace 53 años, ‘Los Durísimos’ prendieron la rumba en Cali, una ciudad que después de su presentación ya nunca volvió a ser la misma. Cuando llegaron a Cali, Richie Ray & Bobby Cruz ‘trajeron de todo’. A sus 76 años, Richie Ray sigue produciendo atrevidas musicalidades: Salsa, Jazz y Beethoven, su nuevo disco.

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Por: Gerardo Quintero Tello - Jefe de Redacción de 90 Minutos
Diseño: Giovanni Castro
Audio: Moisés Molina

Tú que decías
que ya no servía
oye tú que decías
que ya no salía
ahora mismito mi amigo
yo te vengo a saludar
escucha, escucha
oye sonar las trompetas
oye los cueros sonar...
Ricardo viene de frente, con su sonido bestial

Sí, es una paradoja que los pastores de la salsa hayan compuesto, tocado e interpretado un sonido tan bestial como este. Decir Richard Maldonado Morales y Roberto Cruz Ramos no significa nada. Ellos dejaron de existir hace decenas de años, solo Richie Ray & Bobby Cruz perdurarán por siempre.

Corrían los maravillosos años setenta y ‘Los Durísimos’ nos salvaron del ‘Loco’ Gustavo Quintero y sus raspas, Los Melódicos y Los Teen Ager. En adelante, Cali pertenecería a una nueva religión, al coro celestial de trompetas, piano y timbales que predicaban sus más grandes profetas musicales: Richie Ray & Bobby Cruz. ‘Los Durísimos’ armaron un ‘corrinche’, provocaron un alboroto memorable en esta ciudad, allá en la vieja Caseta Panamericana, que podía albergar a unas ocho mil personas, durante una Feria legendaria que transformaría la historia musical y cultural de la ciudad en 1968.

El escritor Medardo Arias desanda sus recuerdos y va más allá al sentenciar que la llegada de Ricardo y su orquesta partió en dos no solo la música sino la misma historia de Cali. “Para una ciudad que se caracterizaba más por tendencias musicales andinas, con orquestas venidas de las montañas del país, el reconocimiento del ritmo Caribe, en forma de Boogalo y Jala Jala lanzó la cultura de esta ciudad a una transformación honda, un carácter que permanece hasta hoy”. Ese es el efecto restaurador que Medardo le otorga a la poderosa sonoridad de Ricardo Ray, un genio de la salsa que a sus 76 años sigue siendo ese inquieto chiquillo, que ayer como hoy, se aferra al piano como cuando desde los cinco años le pronosticaban un futuro descollante en la interpretación de la música clásica.

Hace pocos días, mi amigo el escritor Umberto Valverde me invitó a participar en una entrevista con la leyenda, con el ‘hombre de los dedos de oro’, el ‘Embajador del piano’… Y fue allí, al verlo tan vital, al demostrarnos una y otra vez la magia intacta en sus manos que pensé por unos segundos que si el fútbol pudiera compararse con la música, Richie debería ser el ‘Maradona’ de la salsa. Cuando uno se refiere a este maestro de las ‘blancas y las negras’ estamos hablando de la ‘premier ligue’ de la música, la rebeldía hecha canción, el regate salsero, la sorpresa armoniosa, la profundidad musical, la sonoridad que desborda, la elegancia de los acordes, la gambeta de la descarga …

Gan Gan y Gan Gon siempre están contentos
Gan Gan y Gan Gon siempre están contentos
nacieron gemelos allá en monteadentro
nacieron gemelos allá en monteadentro

‘Gan Gan y Gan Gon’, ‘Bomba Camará’, ‘Richie’s Jala Jala’, ‘El Mulato’, ‘Sonido Bestial’ y ‘Agúzate’ hacen parte de mi genética musical, qué más da, Cali es salsa y ‘Los Durísimos’ tronaban en cada fuente de soda de los barrios populares de la ciudad en los años ochenta. Ellos, con sus acordes, deshacían cada fibra de mi torrente musical. Cómo no sentir que la sangre hierve y el pulso se acelera cuando Bobby nos cuenta que ‘el mulato está viejo y que plante no sabe tiral, pero aunque trates de criticarme verás que el mulato a la fiesta va a llegar’.

Basta escuchar los primeros acordes de ‘El Mulato’, uno de sus primeros éxitos en 1965, con esa cadencia de un piano que parece desmoronarse tecla por tecla, para comprender el ‘tsunami’ musical que se venía. Este disco es una perfecta fusión del son montuno, el bolero y la guajira cubana con el blues que sonaba en New York.
Y pensar que, como nos lo reveló el maestro Ricardo, Bobby Cruz no iba a ser el intérprete de este ‘numerito’. Cuando se formó la orquesta, Bobby tocaba el contrabajo, pero también el bajo y hasta los timbales y empezó a cantar por accidente. Sino fuera porque, como recuerda Richie, Carlitos Arroyo, el intérprete designado para grabar el disco, “se friquió”, otro sería el relato. Ante la crisis nerviosa de Arroyo (que aún debe estar maldiciendo su suerte) el dueño de la casa disquera y el gran Chivirico Dávila que tenía un timbre muy similar al de Cruz -y que habían visto a Bobby ensayar los discos porque eran composiciones suyas- le dijeron “cántalos tú” y como no había alternativa, el brioso Bobby le entró a la ‘cañona’ a los temas, sin ensayos ni preludios. La paradoja es que a Bobby no le gustó el registro de su voz y pensó que el LP sería un gran desastre, el resto de la historia ustedes ya la conocen...

El arrebato caleño

Tres años después de este lanzamiento, el 26 de diciembre de 1968, se consumó el amor eterno entre Cali y ‘Los mamitos’, como también eran conocidos. El viejo Umber, gran amigo y testigo privilegiado de aquel momento, me lo recuerda de esta manera: “Richie Ray y Bobby Cruz vinieron a Cali por casualidad, porque Tito Puente tenía la agenda llena y los recomendó. Pocos hoy pueden contar las noches de la Caseta Panamericana en 1968 y 1969: yo fui todos los días. Para mí, que sólo había visto en vivo a un mito como Pérez Prado, la presencia de Richie y Bobby fue un impacto tremendo. Su fuerza, su locura, el afecto con que se entregan en tarima, marcaron una huella”.

Y es que fue tanta la conmoción que provocó en Umberto la presencia sicodélica de Richie que por esa razón modificó el título de su primer libro de cuentos, ‘Bomba Camará’, publicado en México y que hoy es una obra de culto del barrio y la salsa caleña. Años después, ya sobre los años ochenta y con el peso del prestigio ganado por el gran perfil de Celia que escribió, acordó hacer con ellos su biografía, pero el tiempo pasó, Valverde nunca fue a Miami y perdió la oportunidad de haber construido la gran historia de los ‘reyes magos de la salsa’.


Cuando llegaron a Cali, Richie & Bobby trajeron de todo; trajeron ron, trajeron cerveza, el radio picó y para alegrar la fiesta los discos de Richie Ray. Crearon un sonido inconfundible que mezcló la música clásica aprendida por el maestro del piano y los acordes del barrio que se sumaban a la ‘guapería’ de la calle que traía encima el Bobby. Ese Bestial Sonido que compusieron a cuatro manos en 1971 fue una respuesta a todos aquellos que los criticaron por salir de ‘la gran manzana’ y regresar a Puerto Rico, en busca de las raíces y porque el mercado ‘newyorrikan’ estaba saturado. Pero también huyendo, por qué no, de todo a lo que le ‘jalaban’ en aquella época. No hay que olvidar que eran los tiempos en que Bobby reclamaba para animar la fiesta “un poco de COCA…cola.

Era una época de plena experimentación. Hace unos siete años, en otra charla que tuvimos Umberto y yo con estos ‘monstruos’ que cumplían 50 años de vida artística, Richie nos contaba, mientras cerraba sus pequeños ojos con picardía al recordar sus propias pilatunas, que cuando llegaron a Cali desde Barranquilla dentro del avión cada músico venía ‘cargado’. Era como si tratara de una alegoría a su exitoso disco porque “traían de todo”. Mientras cientos de personas se agolpaban en las afueras del aeropuerto para darles un recibimiento que los iba a sorprender, para ellos lo único importante era retrasar la entrada de la Policía que iba a hacer una ‘requisa rutinaria’. “Nos tocó arrojar todo por el baño, brother, fue tlemendo”, recordaba en medio de risas.

El mito en Cali se fue construyendo con el paso de los años. El escritor Andrés Caicedo los inmortalizó en ‘Que viva la Música’ y muchos años después, Sandro Romero y Silvia Vargas realizaron un documental brutal llamado ‘Sonido Bestial’. Una década de investigación para hacer una biografía cinematográfica de esta pareja musical que ha durado más tiempo que muchos matrimonios. “En mi caso, hacer una película sobre la historia de Ricardo Ray y Bobby Cruz era un homenaje a mi ciudad, a mi generación y a mis amigos. Es una manera de explicar las razones insólitas por las cuales un par de músicos tan lejanos se convierten en un fenómeno en una ciudad como Cali. Era, al mismo tiempo, una labor de investigación exhaustiva para encontrar las razones por las cuales Richie y Bobby se convirtieron en los genios que fueron en los años sesenta y parte de los setenta”, explicó Sandro hace nueve años durante el lanzamiento del documental.

No hay duda de que ‘Los reyes de la salsa’ sacudieron la alcurnia melódica de la intelectualidad caleña, pero antes los agudos de sus trompetas, la velocidad del piano y las descargas del timbal ya habían abrazado con su ritmo frenético los bares y grilles más populares de la ciudad. Desde el ‘Honka Monka’, en la Calle 24 con Carrera 6, hasta el Séptimo Cielo, en la Carrera Octava con Calle 28, las nuevas deidades salseras fueron construyendo sus catedrales rumberas. En ese circuito frenético del baile que era la Octava entre 34 y 26, con Nuevo Mundo, Cabo Rojeño, La Flauta, Aretama y el Infierno, Richie Ray & Bobby Cruz pegaban un palo tras otro. “Gan gan y gan gon siempre están contentos, nacieron gemelos allá en Monteadentro”, era el mantra con el que se les ‘santificaba’. Y es que ellos solo eran dos chicos pilluelos haciendo maldades allá en Monteadentro. Aquellos viejos Grilles como Escalinata, El Escondite, La Manzana, Tren Latino y Village Game fueron testigos de una pasión que encendía su llama en cada coro, en cada cambio de ritmo, en cada sorpresa musical y que se consumaba de manera singular en la pista de baile.

Un año después de su desbordante llegada a Cali, en 1969, lanzaron el disco de larga duración ‘Agúzate’, bajo el sello de Fania, Alegre Records, y allí venía incluido un tema que se convertiría en himno en la ciudad: ‘Amparo arrebato’, dedicado a una bailarina caleña que los deslumbró.

“Amparo Arrebato le llaman
Siempre que la ven pasar
Esa negra tiene fama
De Colombia a Panamá
Amparo enreda los hombres
Y los sabe controlar”

Fue tal el impacto de este ‘numerito’, que dilucidar a quién iba dedicado se convirtió en una polémica. Un mito que los mismos autores se encargaron de alentar al dejar siempre una estela de duda. ‘Hay una discusión en el barrio’ y otro amigo de la música y la rumba, Óscar Jaime Cardozo, director de Planeta Salsa, también terció en el debate. “Dos mujeres de la salsa caleña reclamaron ser el motivo de inspiración del tema. Obviamente existen argumentos de defensa del estandarte por parte de las dos amparos, sus amigos y familiares. A la bailarina Amparo Ramos Correa, hasta el día de su muerte, se le escuchó diciendo que ella era Amparo Arrebato, la original. Amparo Caicedo, sin embargo, al menos este periodista nunca supo que se pronunciara al respecto”.

Óscar Jaime profundiza el misterio y advierte que fueron los amigos de la época, bailadores y compinches de jornadas de bohemia y rumba corrida, los que han reclamado para la negra Amparo Caicedo, la inmortal interpretación. Algunos argumentos tienen que ver con que la Amparo Ramos era blanca y la Caicedo Negra o mulata y que del color de su piel justamente se desprende uno de las estrofas más coreadas: “Esa negra tiene fama de Colombia a Panamá”. Y justamente, ese viaje geográfico musical es el otro argumento de los defensores de Caicedo, pues sus amigos recuerdan que ella frecuentemente viajaba a ese país centroamericano y se encontró en varias ocasiones con ‘Los mamitos’.

En nuestro encuentro con Richie Ray, Umberto le preguntó al ‘Embajador del piano’ por esta discusión, pero el maestro mostrando que guarda la misma habilidad en sus palabras como en sus dedos eludió dilucidar el misterio y solo atinó a responder: “Cuando fuimos a Cali conocimos a Amparo Arrebato, tremenda hembrota, bailarina, tremenda personalidad, establecimos una relación con ella. Pero no solo fue eso, era la vida de noche de Cali, la rumba, el amor que le tenían, la característica de la gente, la reunión de la familia, el disfrute de la música. Fue una experiencia muy linda, que nos marcó y con el disco queríamos que la conocieran a ella, pero también a la ciudad y por eso mencionamos lugares, queríamos traer algo a la luz de lo que conocimos y que luego seguimos visitando. Cali nos ha marcado de una manera muy especial”.

La leyenda se prolongó y las dos Amparo arrebato siguieron reclamando su reinado. Para los buenos rumberos caleños eso no importó: la corona fue para ambas porque no hay que olvidar que ‘Amparo enreda a los hombres y los sabe controlar”.

En Puerto Rico la gente goza más
El jala jala sabroso de verdad
Y a todo el mundo quiere jalar pa' lla.
Que jala jala pa' vacilar
Que jala jala pa' vacilar
El jala jala pa' vacilar
El jala jala para gozar

En sus inicios Richie soñaba con dar un ‘batazo’ en el mercado americano, porque como decía medio en broma, pero también en serio, “si tú pegabas un hit en Estados Unidos ya no tenías que hacer más na’ en toda tu vida”. Pero pronto comprendió que hacer música para los ‘gringos’ no era una tarea fácil. “Les falta la sangre caliente como a nosotros”, recuerda entre sonrisas. Pero eso no fue necesario para que habitaran por derecho propio en el olimpo de la rumba nativa. Richie cuenta que cuando intentaron seguir una línea musical en inglés y lograron producir un ‘Long Play’ como ‘Nitty Gritty’, la casa disquera decidió apostarle a José Feliciano, el cantante invidente que sorprendía con ‘Light my Fire’. “Cómo éramos de compañías hermanas, entonces el número de nosotros lo fueron dejando a un lado para que no se atravesara en el ascenso de José Feliciano”.
Pero Richie, que ha sido un travieso de la rítmica, se dio sus mañas para ser siempre diferente, para no tocar como Tito Puente ni tampoco sonar como Pacheco.

“Si no llevo la contraria no puedo vivir contento,
Hay quien se conforma al ver, cómo la vida le pasa,
Sin tratar de corregir al mundo cambiarle en nada,
Más yo buscaré la forma, de ser siempre diferente,
Pa’ que no diga la gente, que Ricardo se copió
Ahora voy a buscar, a ver si la forma encuentro,
De poder entrar pa’ fuera y poder salir pa’ dentro,
Pa’ que la gente no diga que sueno cómo pacheco,
Compongo Camará Compongo Camará…”

Tal vez no haya una mejor declaración de principios que esta estrofa cantada por Bobby en ‘El Diferente’. ‘Los Durísimos’ se encargaron de crear dos sonidos fundamentales en la historia de la salsa: Jala jala y Boogaloo. “Mira, nosotros queríamos impresionar, llamar la atención, inventar algo raro, tú ‘sabe’, por eso arrancamos con Comején, pero también queríamos ser diferentes y sacamos Bomba Camará, luego vimos a un tipo que comía mucho, como bestia y, bueno, entonces nosotros decidimos tocar como bestias”, contó Bobby con ese desparpajo tan boricua que conserva.

Lo que hicieron ‘Los Mamitos’ fue construir una nueva sonoridad, tomar una línea caribeña, dejar atrás el sueño de penetrar el mundo ajeno americano, y más bien, como nos reveló Richie, tomar un poquito de aquí, sacar de allá, hacer algo diferente y tomar algunas influencias de la música clásica, el rock y el blues ‘gringo’ y dejar un legado que aún hoy se mantiene vigente.

Ricardo Ray describe de manera deliciosa la salsa afrocubana al explicar que ésta simplemente es el resultado de una exitosa fusión musical de varias culturas. Y si alguien supo de combinar, experimentar, probar y retar, fue precisamente el genio creador del ‘embajador del piano’. No solo fue el hacedor de tendencias musicales, sino que también fue el primero que se atrevió a introducir clásicos impensables como Bach o Chopin en sus composiciones salseras.

Pero también se aventuró a incursionar en la religión yoruba, beber de la santería, arrimarse a la madre África a través de su sonoridad. “Quisimos ir a nuestras raíces, a la música y a la historia de los negros cubanos que habían llegado desde África para comprender qué era lo que estábamos haciendo”, así nos describió Richie su incursión en el altar mayor de Ochún, Obatalá y Yemayá. Entonces concibió piezas magistrales, con unas descargas de timbales, piano y trompetas que no se habían escuchado antes en ‘Yo soy balalú’, ‘Lo Atare La Arache’, ‘Cabo’ e’ , ‘Cha cha huele a Changó’, ‘Babae Baba Coroco’ y ‘agúzate que te están velando’…

“Y Que Babalú me dijo a mí
Yo soy quien te está cuidando
Qué Babalú me dijo a mí yo sé quién te está velando
Y sé quién te está tirando
Pero a tí no te entra na
Yo siempre te estoy cuidando
Pa’ que no te pase na
Yo soy Babalú… ”

‘Yo soy Babalú’ se cantaba a un solo coro en aquellos ‘aquelarres’ musicales que armábamos en ‘Saturday’, en los bajos de los Cinemas, por allá en los maravillosos años ochenta; o en las audiciones nocturnas de la ‘Taberna Latina’ que organizaba el viejo Gary, al frente de la Clínica San Fernando; o en ‘Tiempo Libre’, allí donde iba muriendo la Avenida Sexta con Richard Yory programando.Y todos le cantábamos a ‘Kabiosile Changó’, en ‘Cha Cha huele a Changó’, haciéndole la segunda voz a Bobby sin saber qué carajos significaba, pero qué importaba si con esas trompetas y los timbales estábamos envueltos en un trance musical inexplicable. Y qué interesaba que estuviéramos saludando al gran orisha, a una de las grandes divinidades de la santería cubana, si lo que nosotros escuchábamos era una combinación fabulosa de voces e instrumentos que nos seducían en la pista, en la barra, en la mesa, donde estuviéramos. Y para qué saberlo si bastaba con esas descargas imponentes de Richie, la voz aguda de Bobby que parecía que se iba a reventar, las trompetas que se derretían en cada improvisación del Indio Cherokee o del gran Chaparro y nos trasladaban al África pura, a la salsa en su expresión más alta y pura.

Para sus fanáticos fue claro que ‘Los Durísimos’ continuaban en ese momento en fase experimental. Por eso no pude sustraerme a la curiosidad y le pregunté a Richie por esa incursión mística-musical y su respuesta fue como todo en él, una mezcla, un ‘traigo de todo’. “Cuando comencé a estudiar esta música (cubana) me doy cuenta de que hay un sector de gente que es pacticante de esta religión y que tiene que ver con ella. Percibí que la música cubana que se relaciona con esa religión es una música más desarrollada rítmicamente, más fundamentada, más provocadora y eso me fascinó”.

Y paradójicamente, en esa búsqueda, Ricardo Ray descubre una gente que vive su fe de otra manera, fortalecida en sus creencias, de una manera que ‘El embajador del piano’ no había visto antes y que seguramente influyó en su posterior conversión al cristianismo. “Eso me motivó, le tenía un gran respeto, no estaba metido en la Santería como muchos creían, pero reconocí el peso que eso tenía en muchas personas, el ritmo que utilizan detrás era otra cosa. Pudimos traer algo de eso a nosotros, y me fascinaba ver cómo podríamos interpretar esa música y darle nuestro toque”, nos contó Richie.

Este ‘Harry Potter’ del piano, capaz de extraer los sonidos más imponentes a ‘las blancas y las negras’, está ahora en el otoño de su vida, pero en plena creatividad. No deja de ensayar, de probar. Cuando tiene un piano al frente es un jovencito, se transforma y vuelve a ser ese pícaro chiquillo de los años sesenta que quería hacer algo diferente. Ahora es Betthoven quien lo trasnocha y un día pensó ‘por qué no unirlo al Jazz y a la salsa’. Pues el resultado de esa explosiva mezcla, que solo podría ocurrírsele a su genio musical, es la nueva producción de Ricardo Ray. “Es algo bien ‘fuelte’, diferente, distinto, pero gusta”, es lo que dice.

Cierro los ojos e imagino a ‘goldfingers’ destrozando el piano, las trompetas abiertas y desaforadas de Pedro Rafael Chaparro y ‘El Indio Cherokee’ devorándose a un público caleño delirante y a José Cándido Rodríguez sacándole fuego a los timbales mientras la voz callejera y sublime de Bobby ‘no se esconde del diablo porque él es buena gente’. Ricardo & Bobby vinieron de frente y su legado musical ya alcanza los 60 años. Aquellos que los dieron algunas vez por acabados no imaginaron que la gloria musical los santificaría en el altar mayor de los grandes soneros y que en Cali tendrían su vaticano salsero.

¡Larga vida, maestros, su Bestial Sonido está a salvo!

Temas imperdibles de Los Durísimos:

FRASES DE RICHIE RAY

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Salsa

'Melassa', el rincón para el melómano

Melassa', un acogedor lugar, donde el melómamo y coleccionista puede llegar y conseguir lo que quiera o encargarlo. Hay vinilos desde cinco mil pesos y como cuando uno llega a una librería, hay de todo un poco.

Melassa', un acogedor lugar, donde el melómamo y coleccionista puede llegar y conseguir lo que quiera o encargarlo. Hay vinilos desde cinco mil pesos y como cuando uno llega a una librería, hay de todo un poco.

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Por Gerardo Quintero Tello

Jefe de Redacción de 90 Minutos

@gerardoensusalsa

Ismael Rivera, siempre el Sonero Mayor. 'Melasa mamá melasa', dice 'El Brujo de Borinquen' en las Caras Lindas. Julián Salsa, un gomoso de estos ritmos, nacido en Popayán pero criado en Cali, llegó al oriente de la ciudad y rápidamente se enamoró de estos ritmos afroantillanos.

Vendedor de Cd callejeros , varias veces fue 'correteado' por la Policía que pretendía decomisarle la mercancía. Ahora cumplió su sueño. En el barrio Obrero abrió 'Melassa', un acogedor lugar, donde el melómamo y coleccionista puede llegar y conseguir lo que quiera o encargarlo. Hay vinilos desde cinco mil pesos y como cuando uno llega a una librería, hay de todo un poco.

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Lo importante es disponer de un buen tiempo, no andar a las carreras y dedicarse a revisar con calma cada hilera de discos en la que de seguro se llevará más de una sorpresa.

En lo personal, pude conseguir el primer LP del Conjunto Clásico, el cual venía buscando desde hace un par de meses, especialmente desde mi conversación con el maestro Ramón Rodríguez, quien fue director del Conjunto Clásico.

La emoción que experimenté al tener en mis manos el vinilo que contiene 'Los Rodríguez' y 'Ay qué bueno' fue como cuando regresas a un gran amor. También le encargué a 'Julián Salsa' que me consiguiera el primer trabajo de Henry Fiol, que tiene una portada espectacular pintada por el propio 'Blanco que canta como negro' y que tiene uno de los temas que más me gustan de Fiol: 'Ahora me da pena'. 'Melassa' está allí, al frente de Centro de  Salud del Obrero, buen sitio, tranquilo, se conserva fresco, tranquilo y  se aprende de salsa. Recomendado.

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Serenatas salseras para recordar a mamá

Desde cuando Héctor Lavoe nos preguntaba por el retrato de mamá, pasando por la tristeza de Ismael Miranda quien le escribe una carta a su madre y le dice ‘espero que te encuentres bien ahí arriba donde estás’, hasta el Consejo de Oro que el propio ‘Cantante de los cantantes’ nos regaló para honrar a la autora de nuestros días, la madre siempre ha estado presente en los ritmos afroantillanos.

Serenatas salseras para recordar a mamá

Desde cuando Héctor Lavoe nos preguntaba por el retrato de mamá, pasando por la tristeza de Ismael Miranda quien le escribe una carta a su madre y le dice ‘espero que te encuentres bien ahí arriba donde estás’, hasta el Consejo de Oro que el propio ‘Cantante de los cantantes’ nos regaló para honrar a la autora de nuestros días, la madre siempre ha estado presente en los ritmos afroantillanos.

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Por Gerardo Quintero Tello

Jefe de Redacción 90 Minutos

@gerardoensusalsa

La historia musical salsera ha dejado algunas canciones extraordinarias, llenas de nostalgia, hermosas letras y bellos arreglos dedicados al ser que nos dio la vida. Héctor Lavoe, Ismael Rivera o Tito Nieves dejaron algunas de las más bellas interpretaciones que durante este mes recordamos en 90 Minutos y @gerardoensusalsa como un homenaje a esas abnegadas mujeres que son todo para nosotros.

Gracias madres por su amor, su lucha infatigable y por habernos regalado la música, porque de seguro, usted como yo, las escuchamos a ellas en la sala, en la cocina, en el patio, en la acera, en la rumba escuchando esas melodías que luego hicieron parte de nuestro ADN musical y cultural.

Aquí algunas canciones para recordar, se nos habrán quedado muchas más, pero estas vienen con el corazón en la mano como un homenaje para ustedes. ¡Gracias mamá!


El Retrato de Mamá


Esta canción es tal vez una de las más sentidas interpretadas por Héctor Lavoe. En tiempo de bolero, ‘El Cantante de los Cantantes’ lanzó esta producción en 1979, en plena cúspide de su fama y rindió un homenaje a uno de sus boleristas favoritos, el venezolano Felipe Antonio Pirela Morón, conocido en el mundo artístico como Felipe Pirela.

Recordado como ‘El bolerista de América’, Pirela murió muy joven, a los 32 años, cuando fue asesinado en San Juan, Puerto Rico, al parecer por una deuda con narcotraficantes. Lavoe había crecido escuchando los boleros de Pirela y rindió un homenaje en el que se destaca ‘El Retrato de Mamá’, con una interpretación magnífica y una intensidad tan profunda en su voz que quien escucha sus acordes percibe ese corrientazo que solo las grandes artistas generan en quien los escucha.

Y es que como no sentir que las palpitaciones se agitan cuando Lavoe saca todo su bagaje artístico y canta:

“No saques la cartera
no es por plata que yo vengo,
pero dime tu el retrato
de la vieja donde está.


Pobre vieja...
ella que tanto te quiso
que llegó hasta el sacrificio
para mandarte a estudiar.


Ni siquiera...
te sobró delicadeza
para poner en la casa
el retrato de mamá.


Desde el cielo,
ella te ve y te perdona;
pero yo que soy tu hermano
no te puedo perdonar”

Todo el dolor y el reclamo de un hermano en una sola canción. Sin duda, en esta interpretación ‘El cantante de los cantantes’ alcanza un nivel de tonalidad máximo y su desgarradora vocalización se convirtió en uno de sus discos más escuchados en su historia musical. Valga recordar que en ese mismo álbum, ‘Recordando a Felipe Pirela’, también se destacaron temas como ‘Sombras nada más’, ‘Vieja carta’ y ‘Pobre del  pobre’. Y es que ‘El retrato de mamá’, una composición del tucumano Miguel Montero, nació como tango y luego se volvió bolero en la voz de Pirela, Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas, que guarda un mensaje profundo para todos aquellos hijos que olvidan el esfuerzo de sus viejas y todo lo que sacrificaron por ellos.


Consejo de Oro


Y fue precisamente Héctor Lavoe, ‘El Cantante de los Cantantes’, quien dejó otra joya proveniente del tango. Se trata de ‘Consejo de oro’, un tema interpretado por Agustín Magaldi y que Lavoe en el álbum ‘De ti depende’ decide retomar y volverlo un éxito para estas fechas.

“Fui creciendo a la bartola y en mis años juveniles
Agarré por el camino que mejor me pareció
Me codié con milongueras, me atoré con copetines
Y el mejor de mis amigos cuando pudo me vendió
Engreído me hice el guapo y me encerraron entre rejas
Y de preso ni un amigo me ha venido a visitar
Solo el rostro demacrado y adorado de mi vieja
Se aplastó contra las rejas para poderme besar


Por eso, compañeros, con tantos desengaños
No me convence nadie con frases de amistad
Y hoy vivo con mi madre, quiero endulzar sus años
Y quiero hacer dichosa su noble ancianidad
Me siento tan alegre junto, junto a mi madrecita
Que es el mejor cariño que tiene el corazón
Ese sí que es un cariño que nadie me lo quita
Cariño que no engaña ni sabe de traición”.

Esta producción de 1976 alberga verdaderos éxitos como ‘Periódico de ayer’, ‘De ti depende’ y ‘Vamos a reír un poco’. En tiempo de bolero,  ‘Consejo de oro’ se convirtió también en un disco icónico durante el Día de las Madres, con un mensaje profundo que el viejo ‘Jéctor’ nos dejó: “A usted amigo que es tan joven le daré un consejo de oro deje farras y milongas que jamás le ha de pesar, cuide mucho a su viejita, que la madre es un tesoro, un tesoro que al perderlo otro igual no encontrará y no haga como aquellos que gastan en placeres y se olvidan de la madre ni le importa su dolor, que la matan a disgusto y recién cuando se muere, se arrepienten y le lloran, no comprenden su valor, ¡su valor!”.


Madre


Y entonces llega una de las canciones más sonadas por todos los salseros en el Día de las Madres: un dúo maravilloso (Larry Harlow e Ismael Miranda) se encargan de componer, arreglar e interpretar uno de los temas más profundos en la salsa maternal. Es así como ‘Madre’, lanzada en el álbum ‘Este es’, de 1976, se convierte en uno de sus discos que no puede faltar en los domingos de madre. Un tema que conmueve hasta las entrañas y que nos hace reflexionar alrededor de ese amado ser que nos dio la vida.

“Te escribo porque sé que se aproxima
Este tu día, ay el día de las madres
Y otra vez, tristemente, prenderé una rosa blanca
Junto a mi corazón porque sé que estás ausente
Esto es todo por ahora
Recibe mi bendición
Y como siempre, el día de las madres
Pasaré por tu tumba
A llevarte un ramo 'e flores, a rezarte el padre nuestro
Que me rompe el corazón


Moriría como Cristo, si así llegara a tu lado
Con una corona de espinas, hasta ser crucificado
(Madre, madre, yo ti quisiera verte otra vez)
(Madre, madre, yo ti quisiera verte otra vez)
El saber que estás ausente, me causa llanto y dolor
Y tengo que desahogarme con el maldito licor, mi madre
(Madre, madre, yo ti quisiera verte otra vez)
(Madre, madre, yo ti quisiera verte otra vez)
Hijo que madre tenéis, oír su voz que retumba
Y si muerta la tenéis, ir le a rezar a la tumba”

Con una entrada poderosa, llena de vientos profundos y un piano melancólico, Ismael Miranda enseña una voz prolija,  en plena  efervescencia haciendo méritos a la apuesta de que sería el gran referente de la salsa. ‘El niño bonito’ no fue menos ante el reto y dejó una potente interpretación en un álbum en el que también sobresalieron ‘Cipriano Armenteros’ y la ‘Cosa no es como antes’. Pongan atención a dos tremendos detalles de este impresionante tema. El piano de Markolino Diamond, al minuto 3:25, absolutamente maravilloso y el final del disco cuando Miranda se sale de la letra de la canción e improvisa un bolero maravilloso del Trío Los Panchos: ‘Historia de un amor’. Un verdadero homenaje a la madre que ha partido. ¡Gracias Ismael!


‘Vive la Vida hoy’, ‘El Pai y la Mai’, ‘La Despedida’, ‘Río Manzanares’


La decana de las orquestas cubanas, la gran Sonora Matancera, idolatrada en Cali, nos dejó algunas de las más bellas interpretaciones que suenan durante este mes.

En primer lugar, super recomendado ‘Vive la vida hoy’, una hermosa interpretación de Willie ‘El Baby’ Rodríguez, surgida en el año 1964, con los característicos coros en lo que resaltaba la voz aguda de Caíto.

Juan Virginio Rodríguez Acosta, más conocido como ‘El Baby’, nació en Matanzas en 1941 e incursionó primero en los coros de la Sonora y luego su cadenciosa vocalización, siempre con un dejo medio atormentado en su interpretación, permitió que los boleros fueran el género en que brillaría. Y es que además de ‘Vive la vida hoy’, ‘El jilguero arrullador’ dejó una serie de boleros imprescindibles en la historia de la orquesta decana de los conjuntos criollos de Cuba entre los que se cuentan ‘Tu y yo en Navidad’, ‘Penas y tristezas’ , ‘La traidora’ y ‘Hoy se que vuelves’.

“Vive la vida hoy,
Aunque mañana te mueras.
Vive la vida hoy
Aunque mañana te mueras.


Amé mucho a una mujer,
De mi alma la más querida,
Me traicionó la perdida señores,
Qué injusto y mal proceder.


Ella me hizo beber,
Ella me hizo un perdido,
A la droga me tiré,
A la cárcel fui metido.


Solo mi madre lloraba,
A Dios pedía y rogaba,


Que se salvara su hijo
Recuerden lo que les digo, señores,


Que en prisión o en una cama

Solo nuestra madre ama
No hay dinero no hay amigos”.

Y como en las anteriores composiciones, nuevamente ‘Vive la vida hoy’ nos demuestra como nuestras madres se convierten en las salvadoras de la catástrofe y en las únicas que están con nosotros en las buenas y en las malas.

Celia Cruz y Bienvenido Granda nos dejaron una bellísima guaracha llamada ‘El pai y la mai’. Una espléndida canción en la que Celia nos deja una sentencia contundente: ‘Como soy mujer compai, voy a cantar por la mai, en este mundo no hay quién quiera como una madre, yo se lo repito, no hay quién quiera como una madre’. Y es allí cuando ‘El bigote que canta’, Bienvenido Granda, responde de una manera  más hermosa aún: ‘Yo cantaré por el padre que es el novio de mi mai, como yo quiero a mi mai también yo quiero a mi pai, yo se lo repito también quiero a mi pai’. Y en una de esas estrofas maravillosas que solía interpretar la Sonora Matancera, Bienvenido se despacha con un tremendo verso: ‘Mi padre siempre fue un padre, yo siempre quise a mi pai, más no hay nada que compare al amor que di a mi mai, yo se lo repito, al amor que di a mi mai’. Y es que una composición de Daniel Santos, interpretada por Celia y Bienvenido Granda no podía tener otro destino que la eternidad. Una oda de 1965 al amor.

Y precisamente cómo olvidar uno de los discos que marcó la historia del ‘Eterno anacobero’. En 1941, Los puertorriqueños comenzaron a ser enviados por miles a la Segunda Guerra Mundial.  Entonces uno de los mejores compositores de la historia de la ‘Isla del Encanto’, el gran Pedro Flores, sorprende con una canción que es todo sentimiento y que reflejaba el gran dolor que estos chicos experimentaban en el momento de la partida.

“Solo me parte el alma y me condena
Que dejo tan solita a mi mamá
Mi pobre madrecita que es tan vieja
Quién en mi ausencia la recordará


Quién me le hará un favor, si necesita
Quién la socorrerá, si se enfermara
Quién le hablara de mí, si preguntara
Por este hijo que nunca quizás volverá”

Esta dramática historia del recluta que se marcha a la guerra se convirtió en un himno de dolor, amor y amargura. Pero la dramática interpretación que de este tema hizo Daniel Santos la catapultó como una de las canciones más importantes en la historia de la música afrocaribeña, tanto que el propio Pedro Flores consideró que no hubo una canción de su autoría mejor grabada que esa.

Don Pedro relató una anécdota fabulosa de cómo tuvo que grabar ‘El Jefe’ esta canción porque Daniel estaba tan impactado por la composición que “tuvo que meterse medio galón de ron y ginebra porque trató ocho veces de grabar el número y cuando llegaba la parte esa de la madre, rompía a llorar”.

El otro increíble dato que ‘El eterno anacobero’ recordó fue que don Pedro Flores escribió ‘Despedida’ antes de que Estados Unidos interviniera en la Segunda Guerra Mundial, “pero como él era un visionario, ya preveía la entrada de los gringos en la guerra”. Daniel siempre estuvo seguro de que Flores escribió esa canción para él porque sabía que se encontraba en edad de servicio militar y que esa poesía musical iba a generar una gran conmoción en el cantante.

Y es en esa última estrofa de ‘Despedida’ cuando ocurre el quiebre, el desmoronamiento, el llanto, el drama. Pocas canciones en la historia musical afrocaribeña han logrado tal grado de emotividad y extrema conexión entre compositor, intérprete y público. Y cuando eso sucede, no puede haber otro resultado que una bomba musical que transcendió épocas y generaciones.

“Quién me le rezara, si ella se muere
Quién pondrá una florera en su sepultura
Quién se condolerá de mi amargura, si
Yo vuelvo y no encuentro a mi mamá”

Victor Piñero, el único venezolano que cantó con la gran Sonora Matancera, dejó para la posteridad una canción con sentimiento, dolor y nostalgia.

“Río Manzanares déjame pasar
que mi madre enferma me mandó a llamar


Mi madre es la única estrella que alumbra mi porvenir
y si se llega a morir al cielo me voy con ella


Río Manzanares déjame pasar
que mi madre enferma me mandó a llamar


Oh Cumaná quién te viera, y por tus calles pasara
y a San Francisco fuera por noches de madrugada


Oh Cumaná quién te viera, y por tus calles pasara
y a San Francisco fuera por noches de madrugada


Si el Manzanares me diera, su licencia y libertad
en sus aguas me bañara, cuando la calor me da


Mi madre es la única estrella que alumbra mi porvenir
y si se llega a morir al cielo me voy con ella”.

Río Manzanares es una emotiva composición del maestro venezolano José Antonio López, quien había nacido en Cumaná y tenía la particularidad de que padecía una discapacidad visual, lo cual no fue un impedimento para convertirse en un genio, poeta musical y un virtuoso de la guitarra y el cuatro venezolano.

López, incluso, fue director de la Orquesta Sonora Venezuela, integrada en su mayoría por personas invidentes. Su formidable creatividad lo llevó a componer el Río Manzanares, que en la particular voz del ‘rey del merecumbé’, se convirtió en un éxito internacional de la Sonora Matancera en 1958 y que hoy recordamos en este especial de Día de las Madres. Y es que cómo no sentir una punzada en el corazón cuando Piñero despliega toda esa voz caribeña apesadumbrada y que resuena como un lamento cuando reflexiona: “Mi madre es la única estrella que alumbra mi porvenir y si se llega a morir al cielo me voy con ella”.

Y es que en medio de esa sencillez, pero de tanta emotividad en la letra, hay una carga profunda en esa reflexión del maestro José Antonio que la melómana Ángela Martínez describió de una manera perfecta: “Nadie sabe que con esta canción recuerdo a quien me dio la vida y no es porque haya sido mi hermosa madre, pero fue un ejemplo para mis hermanos mayores y para mí y sé que mi familia tardará en darse cuenta de que vengo dejando mensajes desde hace algún tiempo atrás en cada canción que me recuerda a mis padres ya fallecidos, solo quiero que sepan que siempre estuve recordando a mis padres en silencio con las canciones que mes les gustaban a ellos y que a la ve me encantan a mí. Algún día estaré al lado de ustedes”. Amigos, solo la música es capaz de producir esto.


Amor de Madre


Existe una bella interpretación de Víctor Manuel llamada ‘Amor de Madre’. Un tema compuesto por el propio salsero y que aunque no ha sonado mucho en Cali, hay que darle una oportunidad. Tiene unos versos hermosos, potentes y que harán rodar de manera inevitable algunas lágrimas furtivas.

“Fue la primera voz que susurró mi nombre
Fue la primera mano que rozó mi piel
Percibí su ternura, aun estando en su vientre
Sabía que me amaba antes de nacer


Con esmero y paciencia cuidaba mis pasos
Y dejó de ser ella para ser para mí
Mi dolor se calmaba si estaba en sus brazos
Me arrullaba en su pecho y me hacía dormir


Y ahora que ha pasado el tiempo y que he vivido tanto
Es que puedo entender, que he tenido mil amores
Y nada se compara con esa mujer


Amor de madre
Que no guarda rencor, que no olvida
Que daría su alma y su vida
Sin duda ninguna, tan solo por mí”

Una hermosa inspiración de Víctor Manuel, del álbum ‘Muy Personal’, lanzado en el 2009, y  que merece ser escuchada porque como dice el mismo artista al final de la canción: “Quién no ha escuchado esa voz tierna que te dice: Abrígate bien que hace frío, ¿Comiste?, Tienes que alimentarte bien que estás muy flaco o como dice mi mamá: ¿Vas a salir? Vístete bonito. Hoy quiero que escuches algo que quiero decir… que mi canto es para ti. Mami, la bendición”.


‘Mi vieja se muere’ y ‘Gracias Madre’


Tito Nieves, el destacado cantante nacido en Río Piedras, Puerto Rico, tiene una historia especial con las interpretaciones relacionadas con la madre.  A mediados de los años ochenta Tito, descubierto por Ramón Rodríguez para que cantará con el Conjunto Clásico, interpreta un tema lleno de sentimiento, un poco angustioso, pero cargado de toda esa sensibilidad que suele desplegar Ramón Rodríguez en sus composiciones.

Y es que cómo no asomar una lágrima cuando entra el gran Tito y canta con su voz entristecida:

“Doña Flora búsqueme un doctor

mi vieja se muere

el golpe es fuerte y no aguanta el dolor

mi vieja se muere.

Tendiendo la ropa se me cayó por las escaleras

esta es la primera vez que yo la veo sufrir.

El golpe es fuerte y no aguanta el dolor

mi vieja se muere”.

Sin duda un tema con arrastre melancólico, pero repleto de acordes musicales de gran nivel como han sido ha sido usual en los trabajos del Conjunto Clásico. Unos años después, en el 2013, Tito Nieves decide hacer su propio homenaje a las madres y compuso un bello disco que se llama ‘Gracias madrecita’, que quedó incluido en el álbum ‘Mis mejores recuerdos’.

“Gracias madrecita por cuidarme entre tus brazos

por haberme amado tanto, por taparme entre tu manto

gracias madre mía por tus besos y regaños

por haber estado al tanto de tropiezos y de llantos

me enseñó a ser buena gente y caminar hacia adelante el dolor

Dios me la bendiga, Dios está con ella”.

Al margen de este homenaje salsero musical quedan algunos otros temas que quisiera recordarles para esta fecha. Joe Arroyo se luce con ‘Mamá’, Roberto Torres y su arrastrado guajiro en ‘Para que aprendas’  y hasta el recordado salsero peruano ‘Melcochita’ tiene en ‘Madre’ un tema lleno de inspiración maternal.

Tampoco podemos dejar por fuera de este especial de salsa para el Día de las Madres al gran sonero Mayor, Ismael Rivera. Si bien no se conoce de un disco enteramente dedicado a las mamás, lo cierto es que el jefe de la tribu salsera tuvo una relación muy especial con su madre Margarita, que se convirtió en la mamá más popular del mundo salsero por cuenta de Héctor Lavoe, quien la inmortalizó en uno de sus más famosos pregones cuando en ‘Dueña de mi inspiración’, una de las canciones más sentidas que interpretó ‘El Sonero Mayor’, Lavoe (quien hacía coros junto a Rubén Blades, Santos Colón e Ismael Quinta) advierte a la madre de manera jocosa: ‘Margarita llegó Maelo fumando caña’.

También cabe mencionar a Ángel Canales, ‘El diferente’, quien tiene una anécdota hermosa relacionada con su madre. Resulta que en la producción ‘Más sabor’, de 1979, al artista de la ‘Nostalgia’ le faltó un corte para completar el vinilo. Y fue allí cuando Canales decide incluir como homenaje a su madre ‘Dos gardenias’. Con una versión bien particular  y con su estilo ‘único y diferente’, Ángel en 2:56 segundos construye una monumental interpretación que enamora a los salseros y que como ahora lo sabemos nació como un homenaje a la mamá del gran  Canales. Y es que como dice la Orquesta La Identidad: ‘Ellas nos dan la vida, ellas nos brindan amor, ellas son delicadas como los pétalos de una flor’. ¡Gracias queridas madres, por el amor y por la música!

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