Además de garantizar la seguridad alimentaria, las BPM aportan múltiples beneficios operativos. Estas prácticas son fundamentales para asegurar que los consumidores reciban productos seguros y de alta calidad.
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¿Qué son las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM)?
Son un conjunto de principios básicos que tienen como objetivo garantizar la correcta fabricación de los alimentos. Es decir, en óptimas condiciones sanitarias, para de esta forma minimizar los riesgos inherentes en la producción y distribución de alimentos.
A su vez, son esenciales para cumplir con estándares internacionales de calidad y seguridad, como las normas HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control).
Por eso, implementar las BPM requiere un análisis detallado de cada proceso operativo para identificar factores de riesgo. También, problemas que puedan comprometer la inocuidad o causar retrasos en la operación.
¿Qué es el HACCP?
El HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) es un sistema de gestión de la inocuidad alimentaria. Que tiene como objetivo identificar y controlar peligros potenciales en los ingredientes y procesos de producción, garantizando la seguridad del producto final.
Este proceso abarca peligros físicos, químicos, biológicos y alérgenos, y se implementa a través de siete principios fundamentales:
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- Elaborar un análisis de peligros: Identificar posibles peligros en cada etapa de la producción.
- Determinar puntos de control críticos: Identificar los puntos donde los peligros pueden ser controlados.
- Establecer límites críticos: Definir los valores que deben cumplirse para asegurar el control de los peligros.
- Definir procedimientos de monitoreo: Establecer cómo se controlarán los puntos críticos.
- Definir acciones correctivas: Planificar qué hacer si se exceden los límites críticos.
- Establecer un sistema de registro: Documentar todo el proceso de control.
- Definir procedimientos de verificación: Confirmar que el sistema HACCP funciona correctamente.
Elementos clave en la manufactura
1. Personas: Capacitar al personal en sus responsabilidades.
2. Productos: Definir especificaciones claras en cada fase de producción.
3. Procesos: Documentar y simplificar los procesos.
4. Procedimientos: Establecer directrices para procesos críticos.
5. Instalaciones: Mantener equipos e instalaciones en condiciones óptimas.
¿Cuáles son los factores principales para la implementación de las BMP?
Para implementar las BPM eficazmente, es crucial considerar varios aspectos:
- Instalaciones y ubicación: Las instalaciones deben estar ubicadas y diseñadas para minimizar el riesgo de contaminación.
- Equipos y utensilios: Estos deben estar en buen estado y ser fáciles de limpiar y desinfectar.
- Higiene personal: Los manipuladores de alimentos deben seguir estrictas normas de higiene personal.
- Materia prima y productos: Los ingredientes y productos deben cumplir con requisitos higiénicos.
- Seguridad alimentaria: Implementar medidas de control de calidad e inocuidad es vital.
- Comercialización y distribución: Asegurar que los productos se distribuyan en condiciones seguras.
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Directrices BPM para la limpieza y el saneamiento
Una parte crucial de las BPM es mantener un ambiente limpio y sanitario en la producción de alimentos. Las directrices incluyen:
- Limpieza y desinfección periódicas: Todas las áreas de producción deben limpiarse y desinfectarse regularmente.
- Uso de agentes adecuados: Utilizar productos de limpieza y desinfección apropiados para los alimentos.
- Eliminación de residuos: Manejar los residuos de manera adecuada para evitar contaminación.
- Inspección de instalaciones: Realizar inspecciones periódicas para asegurar la higiene.
¿Cuál es la diferencia entre BPM y HACCP?
Aunque ambos sistemas están diseñados para garantizar la seguridad alimentaria, tienen enfoques diferentes. Las BPM abordan una gama más amplia de aspectos de la producción, mientras que el HACCP se centra específicamente en la identificación y control de peligros.
Juntos, estos sistemas aseguran que los alimentos sean inocuos y de alta calidad.
Implementar y mantener las BPM y el HACCP en la industria alimentaria es esencial para asegurar la producción de alimentos seguros y de alta calidad, protegiendo tanto al consumidor como a la reputación de la empresa.
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