Cuando se trata de diagnosticar enfermedades, generalmente se piensa en costosos equipos médicos y tecnología avanzada. Sin embargo, existen otros "dispositivos" sorprendentemente efectivos que pueden estar mucho más cerca de lo que se piensa: los animales.
Es por esto que algunas especies tienen una increíble habilidad para detectar enfermedades en los seres humanos, utilizando sus sentidos agudos y su comportamiento instintivo.
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¿Cuáles son los animales que pueden detectar enfermedades por excelencia?
Según un estudio de la Universidad de Nottingham Trent del Reino Unido, estos son los animales que pueden detectar enfermedades:
En primer lugar, los perros son, probablemente, el ejemplo más conocido de animales capaces de detectar una variedad de enfermedades. Desde el Parkinson y el cáncer de vejiga hasta la malaria, estos animales han demostrado ser valiosos en la identificación temprana de condiciones médicas.
Por ende, los perros especialmente entrenados pueden incluso alertar sobre ataques epilépticos y niveles bajos de azúcar en sangre en pacientes diabéticos.
Así pues, el secreto detrás es el impresionante sentido del olfato de estos caninos, que es más de 10,000 veces más agudo que el de los humanos. Los perros de biodetección son entrenados para asociar olores específicos con recompensas positivas.
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Además, para reconocer cambios en los olores o en el comportamiento físico que predicen eventos de salud.
Ratas
Por otro lado, están las ratas. Particularmente la especie gigante africana, que son excelentes para detectar olores específicos.
Estos roedores han sido entrenados para descubrir el olor de explosivos en minas terrestres en Mozambique y están demostrando ser valiosas en la detección médica. Especialmente, en la identificación de tuberculosis en muestras de esputo.
Asimismo, estas ratas pueden revisar 100 muestras en solo 20 minutos, utilizando su olfato para detectar la firma química distintiva de la tuberculosis. Por ende, esta eficiencia y su alta tasa de éxito, con una precisión del 81% en la detección de tuberculosis, las convierten en una opción valiosa en instalaciones de diagnóstico donde el tiempo y el dinero son limitados.
Abejas
Por otra parte, se encuentran las abejas, que aunque pequeñas, son poderosas detectores.
Estos insectos tienen una capacidad impresionante para detectar signos de enfermedades en muestras biológicas.
A su vez, pueden identificar enfermedades como el cáncer de pulmón, la tuberculosis y la COVID-19, gracias a su sensibilidad a los olores de baja concentración.
Por ello, los investigadores han entrenado a las abejas para que respondan a la presencia de olores específicos extendiendo su lengua en busca de un incentivo de azúcar. Esta respuesta se vuelve consistente y altamente sensible a los olores relacionados con estados patológicos, haciendo que las abejas sean útiles para la detección rápida y de bajo costo de enfermedades.
El poder de los sentidos superiores
Pero, ¿cómo pueden los animales identificar la presencia de enfermedades específicas?
La clave está en su capacidad para detectar pequeños cambios en el perfil químico olfativo de una persona. Muchas especies, incluidos perros, ratas y abejas, pueden identificar cambios sutiles en los compuestos orgánicos volátiles (COV) que el cuerpo libera en niveles muy bajos, incluso cuando uno está sano.
Hay que mencionar, que el aliento humano exhalado contiene aproximadamente 3,500 COV diferentes. La composición y concentración de estos COV cambia según la salud de una persona y será diferente si está luchando contra una infección o lidiando con un problema de salud.
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Así pues, esta habilidad para detectar cambios químicos permite a los animales identificar enfermedades con una precisión sorprendente.
Aunque actualmente los animales utilizados para identificar enfermedades son considerados como "herramientas" de detección complementarias a las técnicas de diagnóstico médico, podrían convertirse en componentes clave en el futuro del diagnóstico.
Por ejemplo, los perros detectores fueron más rápidos y más baratos en descubrir casos de COVID-19 que las pruebas de PCR de rutina.
Por lo tanto, la capacidad de ciertos animales para detectar enfermedades en humanos es un ejemplo asombroso de cómo la naturaleza puede complementar la tecnología avanzada. Desde perros y ratas hasta abejas, estos detectores naturales tienen el potencial de revolucionar la forma en que diagnosticamos enfermedades, ofreciendo una detección temprana y precisa que puede salvar vidas.
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