Los anillos de Saturno, uno de los elementos más distintivos de nuestro sistema solar, dejarán de ser visibles desde la Tierra en 2025. Según expertos de la NASA y otros astrónomos. Aunque el fenómeno será temporal, ha generado gran interés entre la comunidad científica y el público en general.

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El Dr. James O'Donoghue, astrónomo planetario del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Ha explicado que los anillos de Saturno están siendo lentamente arrastrados hacia el planeta debido a la gravedad. Esta atracción provoca una "lluvia de partículas de hielo" que eventualmente causará la desaparición completa de los anillos en unos 300 millones de años.

Mientras la Tierra experimenta esto dos veces al año, en marzo y septiembre. Los equinoccios de Saturno son mucho menos frecuentes, dado que su órbita alrededor del Sol toma alrededor de 29.4 años terrestres.

La última vez que este fenómeno fue visible ocurrió en septiembre de 2009 y se espera que se repita en octubre de 2038. Entre estos eventos, en 2032, Saturno estará posicionado de manera ideal para que sus anillos sean visibles en todo su esplendor.

Un evento óptico temporal

Sin embargo, lo que ocurrirá en 2025 será un evento mucho más inmediato: una ilusión óptica. El brillo del Sol, en conjunto con la inclinación de Saturno en su órbita, hará que los anillos queden alineados con nuestra línea de visión desde la Tierra, provocando que estos se vuelvan prácticamente invisibles.

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Este fenómeno coincide con el equinoccio saturniano, un evento que ocurre cada 15 años terrestres, y que en 2025, exactamente el 6 de mayo, volverá a presentar esta particular alineación. Durante este período, los anillos se mostrarán como una delgada línea casi imperceptible, dando la ilusión de que han desaparecido por completo.

No es el fin de los anillos de Saturno

Aunque este fenómeno durará varios años, los anillos de Saturno volverán a ser visibles una vez que el planeta salga de esta alineación óptica. No obstante, el proceso de pérdida gradual de los anillos continuará debido a la atracción gravitacional del planeta.

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Todos hemos experimentado en algún momento una pequeña descarga eléctrica al dar la mano, al quitarnos la ropa o al entrar en contacto con ciertos objetos.

Este fenómeno, conocido como electricidad estática, es la liberación repentina de la carga eléctrica que se acumula en nuestro cuerpo o en otros materiales.

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¿Qué es esa "corriente" que sentimos?

La ciencia explica que la electricidad estática se produce por el intercambio de cargas entre dos objetos electrizados. Estos "choques" ocurren cuando una persona acumula electrones y entra en contacto con otra que tiene una carga opuesta o sin carga. Los electrones buscan liberarse, y como no hay una conexión directa con el suelo, buscan otro cuerpo a través del cual puedan descargarse.

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Materiales que favorecen la acumulación de cargas

Ciertos materiales y situaciones son más propensos a generar electricidad estática. La ropa de lana o tejidos sintéticos, como el poliéster, junto con superficies como las alfombras, favorecen la acumulación de cargas. Cuando tocamos a otra persona o un objeto, se produce esa pequeña descarga.

Factores que influyen en la acumulación de electricidad estática

Una revisión del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) de España, afirma que la acumulación de cargas en las personas depende de varios factores:

• El movimiento en el entorno, ya que a mayor movimiento, mayor carga.
• Algunas características físicas de la persona, por ejemplo, sudoración excesiva o hiperhidrosis.
• El contacto con cuerpos o materiales susceptibles de cargarse eléctricamente.
• Estar cerca de campos eléctricos generados por cuerpos ya cargados.
• La humedad en el ambiente, por ejemplo, cuando el entorno es seco, es más factible la acumulación de cargas que cuando se está en sitios húmedos.
• Las fibras sintéticas, como el poliéster, que hacen parte de la ropa que se usa diariamente, favorece la acumulación de cargas.
• El piso es uno de los factores que más conduce electricidad, por lo que los suelos con alfombras y tapetes favorecen más la creación de cargas eléctricas.

Aunque estas descargas suelen ser inofensivas, quienes usan marcapasos u otros dispositivos médicos deben tener precaución, ya que la electricidad estática podría causar interferencias temporales.

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