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Nadie se acuerda de Lenin Francisco Domingo Cerda, pero todos los salseros de raza saben quién es Frankie Dante, el artista revolucionario, el hombre que transformó la salsa en una pieza contestaría y que por estos días de confictos muchos recuerdan unos de sus clásicos “Se acaba la guerra”. Y es que Frankie le cantó a la paz, a la felicidad, atacó a los malos políticos, se condolió de las madres que perdían a los hijos en la guerra, cuestionó la corrupción, atacó a las mafias disqueras… Dante fue un adelantado de la salsa y también un incompredido que fue marginado, muchas veces, por el circuito salsero de empresarios y disqueras. Este 1 de marzo se cumplen 29 años de su fallecimiento.
El hijo de la calle, al que saludaban y le preguntaban ‘oye Frankie cómo estás’. El hombre que era candela y no lo niega se fue apagando en la década ochentera. La salsa romántica logró lo que las grandes productoras y empresarios no pudieron. La salsa de largo aliento de Dante ya no agradaba, nadie quería que le recordaran sus miserias, pocos apreciaban una música que los pusiera a pensar. Con sus penas atrapadas en las entrañas, Frankie se marchó en silencio, sin aspavientos y sin poder regresar a su vieja Quisquella. El 1 de marzo de 1993 el primogénito del barrio, el callejero que nunca renunció a su condición murió de cáncer a los 48 años, demasiado joven para mudarse de barrio… En 90 Minutos le hicimos este homenaje al ‘subversivo’ de la salsa que con su sorprendente voz grave y pastosa nos gustaba tanto a los rumberos callejeros. Solo te digo algo, viejo Frankie, donde quieras que tu vayas yo te seguiré, donde quieras que te escondas yo te buscaré …
