El pasado 26 de septiembre se llevó a cabo la histórica marcha en contra del gobierno de Gustavo Petro, así como de las reformas que piensa llevar a cabo. Miles de colombianos salieron a las calles a manifestar su opinión sobre un gobierno que no los representa, y con el que se sienten insatisfechos. Una nueva reforma tributaria a la vista, la reforma a la salud o la reforma al código electoral son algunos de los temas de la agenda de Petro que inquietan a la ciudadanía. Si a esto se le añade el precio del dólar, la desproporcionada inflación, y la amenaza del aumento del precio de la gasolina, los colombianos tienen muchas razones para sentirse preocupados frente al rumbo que el nuevo gobierno pretende direccionar a la nación.
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No ha cumplido los 100 días su mandato y ya existe un gran descontento entre sus electores y por supuesto entre la oposición, su discurso en defensa de los y las nadie no ha sido suficiente para mantener su popularidad. Ha sido un gobierno contradictorio, donde sus promesas de campaña quedaron en palabras y su gran preocupación por las clases populares quedó en el olvido. Prometió una cantidad de cosas, que, al toparse con la realidad, se ha encontrado con trabas para poder cumplirlas, especialmente esas pésimas designaciones en su gabinete.
No se puede jugar con las personas, su figura populista lo hará quedar como un mentiroso y con el paso de los días se levantarán más reparos entre todos los ciudadanos, donde sus principales jueces serán los que creyeron en él. Cada vez son más los ojos abiertos y puestos sobre su forma de gobernar, será un gobierno que generará mucho ruido, un ruido objeto de esa promesa de cambio y que paulatinamente fue aumentando las expectativas.
La marcha del 26S le dejó claro al actual gobierno que quienes marchamos no fue por un político, sino por ideas y por Colombia, que este mecanismo democrático nos genera esperanza para seguir defendiendo nuestra libertad y no permitir la destrucción como país. Lo importante para el pueblo colombiano es que la marcha del 26S solo fue la primera de muchas más manifestaciones que se realizarán en todo el país y que sus principales ciudades con más de 35 líderes de importantes gremios ya están preparados para mantener en las calles.
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En Cali la marcha también superó las expectativas. Fueron miles los caleños que realizaron el recorrido de la marcha desde el Parque de las Banderas expresando sus preocupaciones e inconformidades. La ciudad tan azotada por el paro nacional del año pasado y del desgobierno percibido por los ciudadanos, concurrió a manifestarse en relación la presente situación. Esto es especialmente llamativo en Cali, puesto que no solo responde a la preocupación por el nuevo gobierno nacional, sino que además se relaciona con lo observado en la administración de la ciudad.
Adicional al recuerdo del paro del año anterior, se suma el estado de decadencia estética en que presenta Cali, y la sensación de estancamiento respecto al crecimiento, especialmente cuando se compara con otras ciudades del país, como Medellín o Barranquilla.
En ese orden de ideas, los caleños tienen razones más que suficientes para manifestar su inconformidad. No solamente se tratan de las reformas del gobierno nacional, ni del abandono de su ciudad durante las últimas dos décadas, sino que además la presente administración genera un nivel de preocupación que raya en lo alarmante. Adicional a la ineficiencia en la solución de los problemas de la ciudad (el tránsito, la infraestructura vial o la inseguridad) y a los escándalos de corrupción (siendo el de Emcali el más visible y reciente), se encuentra el hecho de que el actual alcalde casi permitió la destrucción de la ciudad el año pasado durante el paro nacional, no solamente no defendiéndola, sino que prácticamente se puso del lado de los que la asaltaron.
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De manera que este balance reúne el sentir de la ciudadanía y el efecto que ha tenido la marcha del 26S, por eso invito nuevamente este sábado 22 de octubre, a las 10 AM, en Cali, a que acompañemos esta gran marcha en contra de las reformas del gobierno de Gustavo Petro, su irreprimible aplanadora en el Congreso de la República y el desgobierno de Jorge Iván Ospina con sus presuntos actos de corrupción.
La manifestación será permanente porque Cali y Colombia nos duelen.
Los esperamos.
Inicio: Museo La Tertulia
Llegada: Plazoleta Jairo Varela
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