La salsa prende el debate en Cali

Por Gerardo Quintero Tello

Jefe de Redacción 90 Minutos

Un grupo de cultores de la salsa caleña advierte el riesgo que hoy vive el género en la ciudad. Cuestionan que la administración haya hecho muy poco por apoyar el ritmo que identifica a la ciudad en el mundo. Alcalde Ospina responde que el mundo salsero debiera entender que estamos viviendo una transición que demanda innovación. Se abre un debate cultural.

Hay una discusión en el barrio y no precisamente porque se crea que la charanga es pachanga. Lo que hoy está sucediendo en Cali entorno al movimiento salsero está alcanzado ribetes polémicos.

El Noticiero 90 Minutos destapó las cartas el pasado viernes 4 de marzo cuando reveló que se está conformando una nueva asociación salsera con el propósito de generar una discusión sobre lo que está pasando con la salsa en la capital del Valle.

No están todos los que son ni son todos los que están, pero básicamente lo que plantean algunos voceros de la próxima asociación y de la cual hacen parte investigadores, escritores, bailarines y melómanos, entre otros, es que la huella salsera en Cali está siendo borrada paulatinamente y que en gran medida la responsabilidad es de esta administración, en cabeza de Jorge Iván Ospina, a quien señalan de no haber hecho lo suficiente por el género, a pesar de considerarse un amante de la salsa.

Rafael Quintero, investigador musical y conocedor en detalle de la industria salsera expresó fuertes críticas al mandatario local.

“La comunidad de la salsa ha podido darse cuenta de su total indiferencia, en la pandemia, frente al cierre de decenas de sitios salseros, algunos con una tradición de 20 y 30 años, a los que no les tendió la mano y los dejó morir. En el cierre de escuelas de baile, todas ellas procedentes de emprendimientos de muchachadas y gente que se proyecta desde la indefensión, que mueren casi ante la complacencia de la alcaldía (…) Comunidades a las que el gobierno municipal no tendió la mano amiga de la supervivencia, siendo un valioso bien que identifica la ciudad, y solo recibió una ridícula golosina de entretenimiento, como estrategia política que le sirve luego para argumentar la no indiferencia”, dice Quintero, quien, además, agrega que la visión del alcalde sobre la salsa es bien equivocada, “y propia de la confusión con la que ha actuado en general en este segundo mandato”.

Una posición similar es la que expresa Umberto Valverde, escritor y también investigador salsero, quien no duda en decir que para esta administración la salsa nunca fue una prioridad y que eso queda evidenciado en que no hay ninguna política pública de este gobierno que incluya la salsa como un patrimonio cultural de la ciudad.

Desde el ámbito de los bailarines, Luis Eduardo Hernández, conocido como ‘El Mulato’ y sin duda la gran figura del estilo caleño en el mundo, también fue consultado por 90 Minutos y dejó clara su posición alrededor de que la ciudad se ha ‘vendido’ al exterior como ‘La Capital Mundial de la Salsa’ y eso ha traído consigo miles de turistas que han llegado buscando eso, por lo tanto, no se puede desconocer la identidad de la ciudad.

“Estamos preocupado por todo lo que está pasando con la música salsa, los grandes eventos que ha tenido Cali en otros tiempos. Estamos reuniéndonos para ver qué alternativas podemos sugerir a esta administración para poder sacar este gran sueño de ser conocidos siempre como Capital Mundial de la Salsa”.

Para ‘El Mulato’ lo que más preocupa es cómo se están produciendo y ejecutando eventos que en algún momento marcaron época como El Mundial de Salsa, El Salsódromo y el Encuentro de Melómanos y Coleccionistas, estos dos últimos en el marco de la Feria de Cali.

Todos los consultados coincidieron que el evento más desperfilado fue precisamente El Mundial de Salsa, el cual no dudaron en calificar como un “verdadero bodrio” al cual no se le prestó ninguna atención, se eliminaron los desafíos de bailarines y no hubo una sola orquesta de renombre, además de que se planeó a la carrera, sin presupuesto y con poca difusión. “Mucha gente ni siquiera supo que se iba a hacer en el Parque de la Caña”, enfatizó El Mulato.

Con respecto al Salsódromo se cuestiona la baja calidad artística, la hora en que se programó y el poco tiempo de preparación de las escuelas. En lo que atañe al Encuentro de Melómanos los cuestionamientos tienen que ver con la polémica decisión de haber prescindido de Gary Domínguez, quien fue el creador de este evento que cumplió 30 años, y apostar por dos encuentros (uno en el oriente y otro en el estadio de Atletismo) lo que finalmente generó una división entre los melómanos.

Par el talentoso bailarín es hora de convencerse de que la gente en Cali ama la salsa. “Cali es salsa y por eso tenemos que sacar adelante a esta ciudad, a través de ella. No se puede olvidar que esto trae a la ciudad turismo y desde allí podemos sacar muchas cosas importantes para Cali”.

Una posición que comparte Mauricio Novoa, un empresario del turismo que recuerda cómo la salsa ha jalonado grandes procesos turísticos de la ciudad y que, además, desde el mismo Gobierno Nacional se dio la instrucción de ‘vender’ a Cali como destino de la rumba salsera.

Novoa afirma que hay un evidente desperfilamiento del potencial salsero de Cali y que la pandemia, unida a la crisis social y a la falta de apoyo desde la administración, han provocado que el turismo por cuenta de la salsa haya bajado significativamente y se corra el riesgo de que se pierda este plus para la capital del Valle.

“Todos los asesores que ha traído Procolombia, los investigadores que han trabajado en la construcción de Colombia como destino turístico ven que la salsa es una gran oportunidad, sobre todo en Cali, por cómo se vive este tema en la ciudad. La gente dice que en Cali todo el mundo baila, todo el mundo se mueve, esto para el turismo en este momento y más, después de la pandemia, es un elemento muy atractivo”.

Sin embargo, el empresario del turismo lamentó que muchos de sus clientes llegan a los hoteles esperando una oferta de show de baile salsero en las tardes o noches o con orquestas y eso no existe. “En Cali hay una gran carencia de eso, tenemos tres shows y en dos de los grandes es muy difícil conseguir boletas y lo que nos está salvando en esta actividad es tal vez El Mulato Cabaret, que tiene una oferta permanente, tres días a la semana y tenemos posibilidad de mostrar la cultura caleña”, enfatizó Novoa.

“No podemos quedarnos en el pasado”

En la polémica, el Alcalde no se quedó atrás y dejó en claro que él sigue siendo un salsero consumado y eso nadie se lo puede quitar ni negar. Sin embargo, también dejó en claro su posición sobre esta polémica que agita el barrio caleño.

“Creo que el mundo salsero debiera entender que estamos viviendo una transición y que esa transición musical demanda innovación. Uno no se puede quedar anclado en el pasado y es necesario transitar en la evolución de la salsa, en la evolución de los referentes, en la construcción colectiva para poder mantenerla viva. Si nosotros no nos damos la oportunidad de evolucionar colectivamente con el género, sencillamente se va a perder porque nos envejecemos y porque futuras generaciones están demandando nuevas sonoridades y nuevas miradas como es apenas lógico”, enfatizó el mandatario en su diálogo con 90 Minutos.

El Alcalde hizo un llamado a conversar “para que allanemos entre todos la ruta para poder proteger el género evolucionando. No podemos convertirnos en un género de abuelos, hay que ser un género para futuras y presentas generaciones y eso se hace con la evolución del género”.

Algo en lo que coincide José Manuel Vergara, más conocido como ‘Manolito’ Vergara, el hombre fuerte de El Habanero, y que como gestor cultural conoce en detalle las minucias de lo que pasa en la ciudad en materia de rumba. Este empresario de la noche nos entregó una visión muy crítica de lo que está sucediendo en la ciudad.

“Soy salsero, pero la salsa agoniza en el mundo así en Cali esté la mayor custodia… O innovamos, creamos salsa contemporánea para tener acordes, temáticas y rítmicas en el nuevo momento histórico que tenemos para atraer las nuevas generaciones con mucha fuerza o al Alcalde la historia le dará la razón...”

Manolo agregó que el apoyo institucional aparecerá si realmente se le da un nuevo aire al género porque de lo contrario “los cambios del clima cultural nos desaparecerá”..

Por ello, Vergara enfatiza que desde El Habanero está tratando de unir a todos los actores de la Salsa para honrar a Cali como su capital mundial. “Que se abra el debate y que académicos, empresarios, artistas y todos aquellos que les importe este tema participemos”.

Este gestor cultural hizo un llamado final: “Dejemos de rasgarnos la vestiduras sin descubrir las verdaderas razones de la crisis.. Una matriz multifactorial que negativamente nos domina a los salseros”.

Otros protagonistas de la salsa en Cali, como David Gallego, director y productor musical y quien gerencia una salsoteca llamada ‘El Mas allá’, advierte que la salsa no agoniza “porque aquí permanecemos un poco de tercos que le paramos bolas al público caleño salsero, que es bastante grande”. Sin embargo, reconoce que no tiene claro qué pretende el Alcalde y es muy escéptico sobre que haya en Cali una industria salsera: “Eso aquí nunca ha existido”.

De hecho, Gallego insiste en que en la ciudad existen salsotecas, bailadores, bailarines, melómanos, público en general, pero todo está suelto y aislado porque con ninguna de las Secretarías de Turismo y Cultura se ha podido dar un encuentro o una articulación que permita hablar de una industria salsera.

Mientras tanto, Irma Restrepo Guarín, jefe de prensa del destacado artista vallecaucano Willie García, no duda en afirmar que en estos dos últimos años se retrocedió de una manera impresionante y que muchos no han podido entender lo que la salsa representa como industria cultural y turística para la ciudad.

Luz Omaira, reconocida twittera salsera, respondió que la “salsa está en riesgo hace rato, sumado a la falta de apoyo a los jóvenes que siguen el legado” y también lanzó críticas a las disqueras y emisoras que se niegan a darle espacio al género musical.

Lo que se hace evidente en todos estos testimonios es que hoy la salsa en Cali se enfrenta a su momento más complejo, ya sea por la crisis derivada de la pandemia, por la amenaza de los nuevos géneros musicales, por la falta de empatía de los más jóvenes frente a la salsa o, simplemente, por lo que consideran falta de apoyo del gobierno local.

El debate está abierto, la discusión apenas comienza y lo que está en juego es la posibilidad de que Cali continúe siendo reconocida como ‘La capital mundial de la salsa’.