'Gus', el salsero que se inventó 'El Sonido Colón'
Por Gerardo Quintero Tello
Jefe de Redacción 90 Minutos
Gustavo Colón, más conocido en el ambiente musical como ‘Gus’ Colón. pertenece a una estirpe de salseros que en Cali se han vuelto de culto. Su nombre inmediatamente evoca a una suerte de salseros que hicieron una música que aquí llamamos de golpe y que, a pesar de que no sonara en las grandes emisoras, se introdujo sigilosa y de manera permanente en el corazón de los salseros.
‘Asi vivo yo’, ‘Remordimiento’, ‘Kikiriki’, son solo algunas de las joyas musicales que este maestro de la salsa nacido en el Bronx Latino de Nueva York el 12 de enero de 1954 ha dejado para el disfrute de miles de sus fanáticos.
En Salsa con 90 Minutos conversamos con él. Lo esperamos allí en el Museo de la Salsa, en el rumberísimo Barrio Obrero. Mientras aguardaba por su llegada, suponía un hombre ‘grande’, tal vez de caminar y maneras lentas: “El paso de los años”, pensaba mientras recordaba algunos de esos temas que tantas veces he disfrutado. Sin embargo, cuando arribó en una camioneta blanca con su simpática novia Liliana, su representante Olga y Luis López, un fanático melómano caldense que lo condujo desde Manizales, encontré un hombre pleno de vida, con ganas de disfrutar la salsa y de seguir alimentando esta historia musical.
En ese diálogo que sostuvimos con esta leyenda salsera, ‘Gus’ Colón nos contó algunos detalles de esa brillante historia musical que comenzó muy temprano. Es que basta saber que cuando ‘Gus’ creó la Orquesta Colón tenía 16 años, todo un precoz director adolescente. “Era un chamaquito”, como el mismo advierte. Pero ese ‘chamaquito’ ya tenía estudios de música que se complementaron con los años. ‘Los vientos’ fueron los instrumentos que lo cautivaron. La trompeta se convirtió en una extensión de su boca y tal vez por eso es que la Orquesta Colón mantiene esa fortaleza sinigual cuando arranca con sus montunos agitados. Era un tiempo de grandes batallas salseras y Colón recuerda con mucha nostalgia las que sostenía con Andy Harlow, ‘el otro judío maravilloso’, quien tenía pegado ‘Lotería’. Pues justo por aquella época surgió una de las grandes intepretaciones de ‘Gus’ Colón, un tema que lo inmortalizó y que en Cali, particularmente, fue una bomba.
Se volvió una increíble pieza salsera, con un piano enigmático que le entraba al montuno como pocas veces se percibe. Fue tal el éxito de este ‘numerito’ que interpretó el gran Eddie Marrero que hasta tuvo múltiples identificaciones: ‘Adán y Eva’, ‘Sentencia China’ y ‘Pedro Simón’, como realmente la bautizó Colón.
Y fue precisamente una historia real que le sucedió al propio ‘Gus’ lo que hizo que el ‘caballo salsero’ decidiera inmortalizar su experiencia a través de un tema. “Yo era Pedro Simón y eso que se canta, me pasó a mí”, me dice Colon en medio de una pícara expresión.
Su primera producción musical, siendo todos muy ‘chamaquitos’, se lanzó en 1971 con el nombre ‘Creepin' Up’ con los temas: ‘Vivir La Vida Otra Vez’, ‘Odio Y Falsedad’, ‘Llegó Para Quedarse’, ‘¿How Can I Love You?’, ‘La Gente Critica’, ‘Ojos Que No Ven’, ‘Martillo y Clavo’ y ‘Ven y Vacila’.
La calidad de ‘Gus’ Colón no es ‘salsita light’ ni surgió por generación espontánea. Empezó a estudiar trompeta desde niño. Formó parte de varios grupos musicales en la escuela, siempre liderando las bandas. Inteligente y curioso, estudió en la escuela de música de El Bronx, aprendió solfeo, composición y continuó practicando con la trompeta en ritmo clásico.
Tal vez por eso el día que le tocó debutar con su orquesta en un increíble concurso en el que estaban otros futuros inmensos artistas -jóvenes pero mayores que él- como Willie Colón y Ray Barreto, no tuvo temor y se ganó ese concurso de grandes bandas salseras de finales de los sesenta.
‘Gus’ Colón reconoce la gran influencia que tuvo en su música un ‘monstruo’ de la salsa poco reconocido como el trompetista, director y arreglista Tony Pabón. Sí, el mismo que conformó un grupo que se llamó La Protesta, en el que trabajaba de manera cooperativa con sus músicos porque odiaba el sistema que se estaba imponiendo en aquella época donde el director y el sello se llevaban la gran tajada de las ganancias.
Colón no solo aprendió a marcar el sonido arrebatador de las trompetas y trombones que dejaron una huella en el sonido de su orquesta, sino que también aprendió del respeto a los artistas. Su banda fue de las más constantes y que menos retiros tenía en la época.
Eddie ‘Temporal’ Marrero, el propio Tony Pabón y Néstor Sánchez, ‘El albino divino’ hicieron parte de una constelación de estrellas que volvieron icónica la Orquesta Colón, una banda del barrio, de la esquina, del suelo popular… Una banda que reina en las salsotecas de Cali, que no suena en las discotecas, pero qué más da, porque la esencia del barrio es la que sostiene la salsa, lo que la mantiene vigorosa y lo que la hace sonar cada vez mejor.
Y eso es lo que hace justamente que artistas como Gustavo Colón no queden olvidados. Es Cali la ciudad que los revitaliza, que les genera una nueva adrenalina, es la misma ciudad que alimenta su corazón, que hace que por su sangre corran notas musicales, soplos de trombón y latidos de bongo.
‘Gus’ Colón me contó que era la primera vez que venía a este pedacito de cielo rumbero. Y yo pensaba que era increíble que un artista tan portentoso en la historia musical de la salsa no hubiese tenido un empresario que lo hubiera invitado hace unos años. Su sueño ahora -porque los ‘caballos veteranos’ también los tienen- es lograr traer su orquesta a la ciudad y presentarse en esta capital de la rumba que le rinde culto a las carátulas de sus ‘Long plays’, la misma que se sabe sus discos de memoria, donde los coros que acompañan sus canciones son recitados como oraciones por los salseros caleños… En fin, una ciudad que palpita salsa, que sabe de memoria en qué año ‘Gus’ imprimió su segundo álbum, qué músicos lo acompañaban y que tiene una interpretación clara de por qué el sonido Colón es imprescindible en el ADN salsero de Cali.
Como si no bastara todo ese talento inagotable de este director, arreglista y trompetista y hasta vocalista, ahora promociona dos nuevos temas que recuerdan el tradicional sonido que lo inmortalizó. Uno de esos temas, 'Amor de ayer', es una composición Tite Curet Alonso, el más grande poeta de la salsa que escribió más de 250 canciones.