Según el Instituto Nacional de Salud, en el 2023 hubo un incremento del 17% en el total de trasplantes de órganos realizados en Colombia, cifras que se acercan a las registradas por la entidad en el año 2019, cuando se reportó un total de 1303 intervenciones.
De acuerdo al INS, el panorama es alentador, pese a que todavía hay una serie de retos a superar a nivel de gobierno, prestadores de salud y sociedad. Es así como 2023 cerró con 1.394 trasplantes distribuidos así: riñón 933, corazón 99, hígado 293, pulmón 36, intestino 1, riñón-corazón 3, riñón- hígado 14, riñón - páncreas 15.
Este 27 de septiembre se conmemoró el Día Mundial del trasplante de órganos y Tejidos, día en el que se revelaron estas cifras que esperanzan a los más de 3.500 pacientes que hoy esperan un órgano.
Cinco años esperando un donante
Historias de vida y dolor son las que cuentan los pasillos de un hospital en todo el país; miles de personas hoy esperan a ese donante que les permita seguir viviendo. Un proceso que se hace doloroso y desgastante a nivel de la salud, pero también mental, no solo para el paciente, sino también para sus familias.
Conocimos un caso de éxito en el Hospital Universitario del Valle; el pasado 25 de febrero la vida de un hombre cambió luego de recibir una donación. Su esposa habló con 90 Minutos y nos contó la lucha y la espera de los últimos cinco años entre citas médicas, diálisis y lágrimas.
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“Venimos desde el 2019, nos dimos cuenta cuando él comenzó a vomitar y a tener mareos. Él en ese entonces era Policía y se fue normalmente a su trabajo, pero allá se desmayó; tenía los pies muy hinchados entonces lo llevaron a la Clínica de Fátima”.
Comentó Natalia Rentería, esposa de Luis Fernando Carabalí, quien agregó.
“Luego de los análisis le salió una presión muy alta, por eso le hacen un hemograma y es cuando el médico me llama, me muestra los estudios y me dice que Luis Fernando Iba para la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) porque Luis Fernando presentaba un riñón malo”.
Asegura que fue un proceso largo, aprender cada detalle que era nuevo para ellos, tratamientos, cuidados de su salud, alimentación, todo cambió para esta familia que creyó por un momento que era el final de todo.
“No sabía que era eso, no sabíamos qué era una diálisis, pero comenzaron a aplicárselas; pero cuando salió de la Clínica, su corazón apenas funcionaba al 20%, eso fue una noticia que nos cambió la vida porque es un proceso de cinco años”.
Natalia Rentería, esposa de Luis Fernando Carabalí.
Sentir que la vida se le iba acabando a su esposo, un hombre fuerte y lleno de vida, fue lo más duro para su familia, que cada día buscaba alternativas para que la medicina aliviara sus dolores y confiados en Dios en que tu posición en la lista de espera cada vez fuera más corta.
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“A él lo tuvieron que ver psicólogos, igual a mí; esto cambió nuestras vidas porque no podíamos salir, no podíamos tener un paseo largo porque había diálisis. Pero allí entró mi apoyo, yo le decía – amor, las cosas hay que tomarlas con calma, debes tomarte tus medicamentos e ir a la diálisis, no es fácil, pero tampoco imposible, tienes que vivir con la mentalidad de que algún día te van a trasplantar”.
Natalia Rentería, esposa de Luis Fernando Carabalí.
Sin embargo, Hace dos días la vida de Natalia y su esposo se estremeció, luego de cinco años a la espera de un donante de riñón, Luis Fernando Carabalí tuvo una llamada que le daría una segunda oportunidad de vida.
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