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Violencia intrafamiliar: el discurso que no vende

Violencia intrafamiliar: el discurso que no vende

Especial para 90minutos.co

El día domingo 14 de mayo de 2023 en plena celebración del día de la madre, una noticia en todos los medios de comunicación nacionales hacía conocida a Erika Aponte.

Erika era una mujer de veintiséis (26) años, madre de un menor de 8 años y trabajadora de un restaurante de comidas rápidas en un reconocido centro comercial de la ciudad de Bogotá D.C, y era ultimada a tiros por quien era su expareja sentimental y padre de su hijo, quien además posteriormente a cometer el horrible suceso se quitaba la vida con la misma arma que había ultimado a Erika.

Como era de esperar y ante lo espeluznante de la noticia, toda la atención institucional y mediática se dirigió a dar a conocer los detalles y los efectos de lo sucedido, lo cual mostraba que correspondía a un caso de feminicidio por constituir la forma más extrema de violencia en contra de una mujer.

Pero las indagaciones comenzaron a evidenciar situaciones anteriores de violencia intrafamiliar que Erika había soportado desde cuando convivía con su victimario, la cual la había llevado a ser objeto de agresiones de tipo físico y psicológico, aun cuando ya se encentraba separada de quien era su compañero y posterior verdugo.

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Pero ahondando más se logró precisar que Cristian Rincón presentaba ya antecedentes violentos de lesiones personales, constreñimiento ilegal y violación a normas de movilidad, lo cual lo matriculaba como potencial agresor de quien hasta hace poco había sido su compañera sentimental y madre de su hijo.

También se conocieron detalles de las acciones que fallidamente adelanto el sistema de protección de la familia y de la mujer del distrito que fue activado por Erika ante el incesante acoso por parte de Cristian Rincón, las cuales resultaron ineficientes al no lograr su principal fin, que no es mas que la protección de la vida e integridad de quien es sujeto pasivo de estas conductas.

Quienes hoy comparten conmigo la iniciativa de postular su nombre para administrar Santiago de Cali, haciendo lo pertinente se manifestaron a través de sus redes sociales sobre el hecho, en el momento de la efervescencia, pero hoy, en el ejercicio del debate de las propuestas, no hace parte de la agenda.

En mi caso, desde que inicie mi ejercicio de buscar lograr el favor ciudadano que me permita ser la primera mujer tomar posesión como alcaldesa de Santiago de Cali, he planteado como uno de los temas prioritarios el fortalecimiento del sistema de protección de la familia y de la mujer como una acción encaminada a atacar de raíz la problemática de la seguridad ciudadana. Lo anterior consta en las columnas en las que he sido invitada a escribir y en los videos de los debates a los que sido invitada a participar.

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Y esa propuesta ha sido el resultado del análisis juicioso que junto con mi equipo de campaña hemos realizado a las cifras institucionales de la Alcaldía de Santiago de Cali, en donde logramos evidenciar que para el 2021 el segundo delito con mayor número de casos fue la violencia intrafamiliar, superado únicamente por el hurto. Según Cali en Cifras 2022, el delito de hurto presenta estadísticamente 28.991 casos registrados, secundado por el delito de violencia intrafamiliar con 5.637 casos registrados, y en tercer lugar el delito de lesiones personales con 4.974 casos reportados. De ahí y con fundamento en la evidencia, he planteado la complejidad de la problemática de la seguridad de Santiago de Cali identificando no solo un rasgo de ciudad insegura sino también de ciudad violenta, y lo que mas preocupa, que dicha generación de violencia proviene desde el núcleo esencial de la familia, el cual corresponde al entorno primigenio de formación de nuestros niños. Es por eso que en la estructuración de mi propuesta de seguridad ciudadana para Cali he determinado como uno de los ejes principales el fortalecimiento del sistema de protección de la familia a través del incremento del número de las comisarías de familia, mejoramiento de sus capacidades humanas, técnicas y tecnológicas, aumento presupuestal a través de la implementación de la Estampilla de Justicia Familiar y acción interinstitucional con entidades del orden nacional, departamental y distrital que componen el sistema de protección de la familia. Todas estas acciones estarán encaminadas al mejoramiento del entorno familiar y demás entornos en donde nuestros niños y mujeres interactúan, como lo son las instituciones educativas, los parques de nuestros barrios, sistema de transporte masivo, entro otros, para así comenzar a formar ciudadanos de paz y entornos ciudadanos seguros.

Un ejercicio simple y superficial de la situación actual en materia de seguridad de Santiago de Cali conlleva a un planteamiento lógico, acertado mas no innovador, de proponer el mejoramiento de las capacidades de la Secretaria de Seguridad y Justicia, de nuestras Fuerzas Militares y de Policía con asiento en nuestra ciudad, y de los organismos de investigación judicial, estos últimos dentro del marco de la cooperación institucional, y tan es así que hoy candidatos de estirpe progresista lo plantean vociferantes, pero tan solo lo hacen por una razón, porque es un discurso que vende, que exacerba los sentimientos de indignación de la ciudadanía que reclama soluciones inmediatas, pero hablar de mejoramiento del sistema de protección de la familia pasa de agache en las estrategias de campaña de los demás candidatos por corresponder a un tema que solo es utilizado de manera temporal ante la ocurrencia de un hecho lamentable, en donde casi siempre las víctimas son mujeres y niños, pero después pasa al olvido.

La ciudadanía caleña me conoce y sabe que soy una persona que por encima de todo defiendo el orden, la seguridad y la institucionalidad como presupuestos del desarrollo común; pero también quiero que sepan que desde el inicio he colocado como estandarte la defensa de la familia y su entorno como uno de los ejes principales de mi Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana, así sea un discurso que no venda, pero que estoy convencida que corresponde a una acción de fondo que permitirá el mejoramiento de nuestros índices como ciudad insegura y violenta, y también porque no permitiré la existencia de más casos como el de Erika Aponte, sino que trabajare para que nuestras mujeres y niños cuenten con entornos seguros y pacíficos que permitan nuestro mejoramiento como sociedad, y que el resultado sean mujeres empoderadas y niños felices, como debe ser.

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