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Primera estrategia. Por la gente

Primera estrategia. Por la gente

Foto: Especial para 90minutos.co

Por David Millán Orozco

“La mente toma forma en la ciudad, y a su vez las formas urbanas condicionan la mente”

Lewis Mumford

La ciudad es la gente. Es el lugar de mayor concentración de esfuerzos de una sociedad. La ciudad está hecha de sueños y de sudores, de esperanza y desasosiego. Es construida por cientos y miles de nativos e inmigrantes que aportan en su transformación, transformándose ellos mismos. Porque cambia constantemente, es que no nos levantamos todos los días en la misma ciudad, decía mi maestro Otto Vallderuten, pues cada amanecer algo habrá cambiado en el paisaje urbano.

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Pero para hacer cambiar la ciudad primero debemos comprendernos a nosotros mismos y comprender a los demás, nos enseñó en un recorrido por la urbanización Los lagos, el maestro de construcción Balbino Ocoró. En esa frase se resume la intención de la PRIMERA de las CINCO ESTRATEGIAS ofrecidas como borrador del programa de gobierno del Colectivo urbano regional: lo que hagamos con nuestra ciudad depende única y exclusivamente de nosotros porque la ciudad sale de adentro, de nuestras angustias, nuestros sueños y nuestras esperanzas. Y si lo hacemos con amor, indudablemente saldrá mejor.

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Por eso la primera estrategia se titula Una ciudad construyendo unida un futuro próspero, productivo e incluyente y tiene diez actuaciones que orientarán el trabajo por la gente y con la gente.

  1. Fortalecer programas de salud mental (la salud mental es el más importante activo de la sociedad)
  2. Brindar atención a la población vulnerable (practicar el amor social - la solidaridad - el cuidado de la discapacidad - la atención al migrante)
  3. Creación de UNIVERCIUDAD (pedagogía participativa de formación ciudadana)
  4. Integración de institutos públicos de educación superior (Universidad Distrital)
  5. Apoyar la Educación universal, gratuita y de calidad (Alimentación escolar - otorgamiento de becas - apoyo a las familias - pertinencia - capacidades)
  6. Creación de la maqueta interactiva de ciudad y región (instalada en un edificio público en área de renovación urbana)
  7. Transformar el Sistema Distrital de planeación (participación vinculante)
  8. Construcción de nuevas capacidades de gestión comunitaria
  9. Realizar intercambio de buenas prácticas territoriales con centros I+D+i
  10. Reducción de brechas sociales (pobreza - diversidad - igualdad)

Solamente una sociedad del siglo XXI podrá construir una ciudad del siglo XXI. Para dedicarnos con todas las fuerzas y sueños a esta tarea, proponemos un proceso de reconciliación general y de recomposición de las relaciones sociales. Proceso de mejoramiento de la salud mental de la población, tan afectada por la pandemia y por el estallido social; dos grandes eventos cuyas consecuencias aún no se comprenden ni se atienden plenamente.

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Necesitamos apropiarnos de nuestro presente y futuro; debemos conducir nuestro imaginario al rescate de valores; a hacer uso de nuestra inteligencia colectiva para proyectar nuestro territorio hacia los grandes retos y oportunidades en la internacionalización del mundo que vivimos. Debemos aprovechar las enormes ventajas de nuestra diversidad y multiculturalidad; del medio natural que ocupamos y del enorme talento que poseemos.

Pero por más voluntad que tenga la sociedad de trabajar unida por la ciudad, esto es muy difícil de lograr si el gobierno distrital no está en cabeza de un alcalde que comprenda la realidad que estamos padeciendo y que esté en disponibilidad real de orientar la sociedad hacia el progreso compartido. Yo me propongo hacerlo.

Como inmigrante llegado desde Candelaria – Valle del Cauca, a la edad de 10 años de la mano de mis padres y cuatro hermanos; como nuevo habitante de la ciudad, la cual transité inicialmente por la casa de la abuela y las calles del barrio Benjamín Herrera, y luego en una humilde vivienda en el barrio Unión de Vivienda popular en la comuna 16, donde aún vivo; como joven estudiante de sector popular en la Universidad del Valle, donde me eduqué con no pocas dificultades, y como profesor universitario y luego funcionario público, asesor y consultor, tengo conocimiento directo de la manera como los inmigrantes nos incorporamos a la sociedad para construir ciudad. Para mí no es ajeno el picadito de barrio, ni el sancocho de leña comunitario, ni el barro de las calles donde me hice ciudadano.

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También tengo conocimiento de los problemas de otras ciudades en el mundo, pues he visitado las favelas en Río de Janeiro, las villas miserias en Buenos Aires y los barrios pobres en Quito, Caracas y Lima, así como los asentamientos de desarrollo informal en Medellín y Bogotá. Con base en estas experiencias formulé el proyecto de recuperación del entorno de las lagunas El Pondaje y Charco azul en nuestra ciudad, a partir del cual se ha logrado la relocalización de más de 1.000 familias en barrios como Potrero Grande, Llano verde, Ramalí y la urbanización Río Cauca.

De otro lado, en los 35 países de Europa, Asia y América que he podido visitar, aprecié los enormes contrastes que crean las sociedades en sus respectivas ciudades, bien sea que disfruten de altos ingresos o tengan baja renta per capita (ingreso promedio por habitante), que redistribuyan o no la riqueza y que elijan buenos o malos gobernantes. Finalmente, es al gobernante a quien corresponde el direccionamiento de los esfuerzos colectivos de construcción de ciudad. De mi experiencia directa, de mis viajes y mis estudios obtuve una enseñanza que quiero transmitir: la ciudad se parece a la sociedad que la construye. Por eso la PRIMERA ESTRATEGIA está orientada hacia nuestro mejoramiento como sociedad para poder construir una mejor ciudad. El amor social está en la base de todo ello.

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