Salsa

El día que Richie Ray & Bobby Cruz cambiaron la historia musical de Cali

Hace 53 años, ‘Los Durísimos’ prendieron la rumba en Cali, una ciudad que después de su presentación ya nunca volvió a ser la misma. Cuando llegaron a Cali, Richie Ray & Bobby Cruz ‘trajeron de todo’. A sus 76 años, Richie Ray sigue produciendo atrevidas musicalidades: Salsa, Jazz y Beethoven, su nuevo disco.

El día que Richie Ray & Bobby Cruz cambiaron la historia musical de Cali

Hace 53 años, ‘Los Durísimos’ prendieron la rumba en Cali, una ciudad que después de su presentación ya nunca volvió a ser la misma. Cuando llegaron a Cali, Richie Ray & Bobby Cruz ‘trajeron de todo’. A sus 76 años, Richie Ray sigue produciendo atrevidas musicalidades: Salsa, Jazz y Beethoven, su nuevo disco.

Compartir

Por: Gerardo Quintero Tello - Jefe de Redacción de 90 Minutos
Diseño: Giovanni Castro
Audio: Moisés Molina

Tú que decías
que ya no servía
oye tú que decías
que ya no salía
ahora mismito mi amigo
yo te vengo a saludar
escucha, escucha
oye sonar las trompetas
oye los cueros sonar...
Ricardo viene de frente, con su sonido bestial

Sí, es una paradoja que los pastores de la salsa hayan compuesto, tocado e interpretado un sonido tan bestial como este. Decir Richard Maldonado Morales y Roberto Cruz Ramos no significa nada. Ellos dejaron de existir hace decenas de años, solo Richie Ray & Bobby Cruz perdurarán por siempre.

Corrían los maravillosos años setenta y ‘Los Durísimos’ nos salvaron del ‘Loco’ Gustavo Quintero y sus raspas, Los Melódicos y Los Teen Ager. En adelante, Cali pertenecería a una nueva religión, al coro celestial de trompetas, piano y timbales que predicaban sus más grandes profetas musicales: Richie Ray & Bobby Cruz. ‘Los Durísimos’ armaron un ‘corrinche’, provocaron un alboroto memorable en esta ciudad, allá en la vieja Caseta Panamericana, que podía albergar a unas ocho mil personas, durante una Feria legendaria que transformaría la historia musical y cultural de la ciudad en 1968.

El escritor Medardo Arias desanda sus recuerdos y va más allá al sentenciar que la llegada de Ricardo y su orquesta partió en dos no solo la música sino la misma historia de Cali. “Para una ciudad que se caracterizaba más por tendencias musicales andinas, con orquestas venidas de las montañas del país, el reconocimiento del ritmo Caribe, en forma de Boogalo y Jala Jala lanzó la cultura de esta ciudad a una transformación honda, un carácter que permanece hasta hoy”. Ese es el efecto restaurador que Medardo le otorga a la poderosa sonoridad de Ricardo Ray, un genio de la salsa que a sus 76 años sigue siendo ese inquieto chiquillo, que ayer como hoy, se aferra al piano como cuando desde los cinco años le pronosticaban un futuro descollante en la interpretación de la música clásica.

Hace pocos días, mi amigo el escritor Umberto Valverde me invitó a participar en una entrevista con la leyenda, con el ‘hombre de los dedos de oro’, el ‘Embajador del piano’… Y fue allí, al verlo tan vital, al demostrarnos una y otra vez la magia intacta en sus manos que pensé por unos segundos que si el fútbol pudiera compararse con la música, Richie debería ser el ‘Maradona’ de la salsa. Cuando uno se refiere a este maestro de las ‘blancas y las negras’ estamos hablando de la ‘premier ligue’ de la música, la rebeldía hecha canción, el regate salsero, la sorpresa armoniosa, la profundidad musical, la sonoridad que desborda, la elegancia de los acordes, la gambeta de la descarga …

Gan Gan y Gan Gon siempre están contentos
Gan Gan y Gan Gon siempre están contentos
nacieron gemelos allá en monteadentro
nacieron gemelos allá en monteadentro

‘Gan Gan y Gan Gon’, ‘Bomba Camará’, ‘Richie’s Jala Jala’, ‘El Mulato’, ‘Sonido Bestial’ y ‘Agúzate’ hacen parte de mi genética musical, qué más da, Cali es salsa y ‘Los Durísimos’ tronaban en cada fuente de soda de los barrios populares de la ciudad en los años ochenta. Ellos, con sus acordes, deshacían cada fibra de mi torrente musical. Cómo no sentir que la sangre hierve y el pulso se acelera cuando Bobby nos cuenta que ‘el mulato está viejo y que plante no sabe tiral, pero aunque trates de criticarme verás que el mulato a la fiesta va a llegar’.

Basta escuchar los primeros acordes de ‘El Mulato’, uno de sus primeros éxitos en 1965, con esa cadencia de un piano que parece desmoronarse tecla por tecla, para comprender el ‘tsunami’ musical que se venía. Este disco es una perfecta fusión del son montuno, el bolero y la guajira cubana con el blues que sonaba en New York.
Y pensar que, como nos lo reveló el maestro Ricardo, Bobby Cruz no iba a ser el intérprete de este ‘numerito’. Cuando se formó la orquesta, Bobby tocaba el contrabajo, pero también el bajo y hasta los timbales y empezó a cantar por accidente. Sino fuera porque, como recuerda Richie, Carlitos Arroyo, el intérprete designado para grabar el disco, “se friquió”, otro sería el relato. Ante la crisis nerviosa de Arroyo (que aún debe estar maldiciendo su suerte) el dueño de la casa disquera y el gran Chivirico Dávila que tenía un timbre muy similar al de Cruz -y que habían visto a Bobby ensayar los discos porque eran composiciones suyas- le dijeron “cántalos tú” y como no había alternativa, el brioso Bobby le entró a la ‘cañona’ a los temas, sin ensayos ni preludios. La paradoja es que a Bobby no le gustó el registro de su voz y pensó que el LP sería un gran desastre, el resto de la historia ustedes ya la conocen...

El arrebato caleño

Tres años después de este lanzamiento, el 26 de diciembre de 1968, se consumó el amor eterno entre Cali y ‘Los mamitos’, como también eran conocidos. El viejo Umber, gran amigo y testigo privilegiado de aquel momento, me lo recuerda de esta manera: “Richie Ray y Bobby Cruz vinieron a Cali por casualidad, porque Tito Puente tenía la agenda llena y los recomendó. Pocos hoy pueden contar las noches de la Caseta Panamericana en 1968 y 1969: yo fui todos los días. Para mí, que sólo había visto en vivo a un mito como Pérez Prado, la presencia de Richie y Bobby fue un impacto tremendo. Su fuerza, su locura, el afecto con que se entregan en tarima, marcaron una huella”.

Y es que fue tanta la conmoción que provocó en Umberto la presencia sicodélica de Richie que por esa razón modificó el título de su primer libro de cuentos, ‘Bomba Camará’, publicado en México y que hoy es una obra de culto del barrio y la salsa caleña. Años después, ya sobre los años ochenta y con el peso del prestigio ganado por el gran perfil de Celia que escribió, acordó hacer con ellos su biografía, pero el tiempo pasó, Valverde nunca fue a Miami y perdió la oportunidad de haber construido la gran historia de los ‘reyes magos de la salsa’.


Cuando llegaron a Cali, Richie & Bobby trajeron de todo; trajeron ron, trajeron cerveza, el radio picó y para alegrar la fiesta los discos de Richie Ray. Crearon un sonido inconfundible que mezcló la música clásica aprendida por el maestro del piano y los acordes del barrio que se sumaban a la ‘guapería’ de la calle que traía encima el Bobby. Ese Bestial Sonido que compusieron a cuatro manos en 1971 fue una respuesta a todos aquellos que los criticaron por salir de ‘la gran manzana’ y regresar a Puerto Rico, en busca de las raíces y porque el mercado ‘newyorrikan’ estaba saturado. Pero también huyendo, por qué no, de todo a lo que le ‘jalaban’ en aquella época. No hay que olvidar que eran los tiempos en que Bobby reclamaba para animar la fiesta “un poco de COCA…cola.

Era una época de plena experimentación. Hace unos siete años, en otra charla que tuvimos Umberto y yo con estos ‘monstruos’ que cumplían 50 años de vida artística, Richie nos contaba, mientras cerraba sus pequeños ojos con picardía al recordar sus propias pilatunas, que cuando llegaron a Cali desde Barranquilla dentro del avión cada músico venía ‘cargado’. Era como si tratara de una alegoría a su exitoso disco porque “traían de todo”. Mientras cientos de personas se agolpaban en las afueras del aeropuerto para darles un recibimiento que los iba a sorprender, para ellos lo único importante era retrasar la entrada de la Policía que iba a hacer una ‘requisa rutinaria’. “Nos tocó arrojar todo por el baño, brother, fue tlemendo”, recordaba en medio de risas.

El mito en Cali se fue construyendo con el paso de los años. El escritor Andrés Caicedo los inmortalizó en ‘Que viva la Música’ y muchos años después, Sandro Romero y Silvia Vargas realizaron un documental brutal llamado ‘Sonido Bestial’. Una década de investigación para hacer una biografía cinematográfica de esta pareja musical que ha durado más tiempo que muchos matrimonios. “En mi caso, hacer una película sobre la historia de Ricardo Ray y Bobby Cruz era un homenaje a mi ciudad, a mi generación y a mis amigos. Es una manera de explicar las razones insólitas por las cuales un par de músicos tan lejanos se convierten en un fenómeno en una ciudad como Cali. Era, al mismo tiempo, una labor de investigación exhaustiva para encontrar las razones por las cuales Richie y Bobby se convirtieron en los genios que fueron en los años sesenta y parte de los setenta”, explicó Sandro hace nueve años durante el lanzamiento del documental.

No hay duda de que ‘Los reyes de la salsa’ sacudieron la alcurnia melódica de la intelectualidad caleña, pero antes los agudos de sus trompetas, la velocidad del piano y las descargas del timbal ya habían abrazado con su ritmo frenético los bares y grilles más populares de la ciudad. Desde el ‘Honka Monka’, en la Calle 24 con Carrera 6, hasta el Séptimo Cielo, en la Carrera Octava con Calle 28, las nuevas deidades salseras fueron construyendo sus catedrales rumberas. En ese circuito frenético del baile que era la Octava entre 34 y 26, con Nuevo Mundo, Cabo Rojeño, La Flauta, Aretama y el Infierno, Richie Ray & Bobby Cruz pegaban un palo tras otro. “Gan gan y gan gon siempre están contentos, nacieron gemelos allá en Monteadentro”, era el mantra con el que se les ‘santificaba’. Y es que ellos solo eran dos chicos pilluelos haciendo maldades allá en Monteadentro. Aquellos viejos Grilles como Escalinata, El Escondite, La Manzana, Tren Latino y Village Game fueron testigos de una pasión que encendía su llama en cada coro, en cada cambio de ritmo, en cada sorpresa musical y que se consumaba de manera singular en la pista de baile.

Un año después de su desbordante llegada a Cali, en 1969, lanzaron el disco de larga duración ‘Agúzate’, bajo el sello de Fania, Alegre Records, y allí venía incluido un tema que se convertiría en himno en la ciudad: ‘Amparo arrebato’, dedicado a una bailarina caleña que los deslumbró.

“Amparo Arrebato le llaman
Siempre que la ven pasar
Esa negra tiene fama
De Colombia a Panamá
Amparo enreda los hombres
Y los sabe controlar”

Fue tal el impacto de este ‘numerito’, que dilucidar a quién iba dedicado se convirtió en una polémica. Un mito que los mismos autores se encargaron de alentar al dejar siempre una estela de duda. ‘Hay una discusión en el barrio’ y otro amigo de la música y la rumba, Óscar Jaime Cardozo, director de Planeta Salsa, también terció en el debate. “Dos mujeres de la salsa caleña reclamaron ser el motivo de inspiración del tema. Obviamente existen argumentos de defensa del estandarte por parte de las dos amparos, sus amigos y familiares. A la bailarina Amparo Ramos Correa, hasta el día de su muerte, se le escuchó diciendo que ella era Amparo Arrebato, la original. Amparo Caicedo, sin embargo, al menos este periodista nunca supo que se pronunciara al respecto”.

Óscar Jaime profundiza el misterio y advierte que fueron los amigos de la época, bailadores y compinches de jornadas de bohemia y rumba corrida, los que han reclamado para la negra Amparo Caicedo, la inmortal interpretación. Algunos argumentos tienen que ver con que la Amparo Ramos era blanca y la Caicedo Negra o mulata y que del color de su piel justamente se desprende uno de las estrofas más coreadas: “Esa negra tiene fama de Colombia a Panamá”. Y justamente, ese viaje geográfico musical es el otro argumento de los defensores de Caicedo, pues sus amigos recuerdan que ella frecuentemente viajaba a ese país centroamericano y se encontró en varias ocasiones con ‘Los mamitos’.

En nuestro encuentro con Richie Ray, Umberto le preguntó al ‘Embajador del piano’ por esta discusión, pero el maestro mostrando que guarda la misma habilidad en sus palabras como en sus dedos eludió dilucidar el misterio y solo atinó a responder: “Cuando fuimos a Cali conocimos a Amparo Arrebato, tremenda hembrota, bailarina, tremenda personalidad, establecimos una relación con ella. Pero no solo fue eso, era la vida de noche de Cali, la rumba, el amor que le tenían, la característica de la gente, la reunión de la familia, el disfrute de la música. Fue una experiencia muy linda, que nos marcó y con el disco queríamos que la conocieran a ella, pero también a la ciudad y por eso mencionamos lugares, queríamos traer algo a la luz de lo que conocimos y que luego seguimos visitando. Cali nos ha marcado de una manera muy especial”.

La leyenda se prolongó y las dos Amparo arrebato siguieron reclamando su reinado. Para los buenos rumberos caleños eso no importó: la corona fue para ambas porque no hay que olvidar que ‘Amparo enreda a los hombres y los sabe controlar”.

En Puerto Rico la gente goza más
El jala jala sabroso de verdad
Y a todo el mundo quiere jalar pa' lla.
Que jala jala pa' vacilar
Que jala jala pa' vacilar
El jala jala pa' vacilar
El jala jala para gozar

En sus inicios Richie soñaba con dar un ‘batazo’ en el mercado americano, porque como decía medio en broma, pero también en serio, “si tú pegabas un hit en Estados Unidos ya no tenías que hacer más na’ en toda tu vida”. Pero pronto comprendió que hacer música para los ‘gringos’ no era una tarea fácil. “Les falta la sangre caliente como a nosotros”, recuerda entre sonrisas. Pero eso no fue necesario para que habitaran por derecho propio en el olimpo de la rumba nativa. Richie cuenta que cuando intentaron seguir una línea musical en inglés y lograron producir un ‘Long Play’ como ‘Nitty Gritty’, la casa disquera decidió apostarle a José Feliciano, el cantante invidente que sorprendía con ‘Light my Fire’. “Cómo éramos de compañías hermanas, entonces el número de nosotros lo fueron dejando a un lado para que no se atravesara en el ascenso de José Feliciano”.
Pero Richie, que ha sido un travieso de la rítmica, se dio sus mañas para ser siempre diferente, para no tocar como Tito Puente ni tampoco sonar como Pacheco.

“Si no llevo la contraria no puedo vivir contento,
Hay quien se conforma al ver, cómo la vida le pasa,
Sin tratar de corregir al mundo cambiarle en nada,
Más yo buscaré la forma, de ser siempre diferente,
Pa’ que no diga la gente, que Ricardo se copió
Ahora voy a buscar, a ver si la forma encuentro,
De poder entrar pa’ fuera y poder salir pa’ dentro,
Pa’ que la gente no diga que sueno cómo pacheco,
Compongo Camará Compongo Camará…”

Tal vez no haya una mejor declaración de principios que esta estrofa cantada por Bobby en ‘El Diferente’. ‘Los Durísimos’ se encargaron de crear dos sonidos fundamentales en la historia de la salsa: Jala jala y Boogaloo. “Mira, nosotros queríamos impresionar, llamar la atención, inventar algo raro, tú ‘sabe’, por eso arrancamos con Comején, pero también queríamos ser diferentes y sacamos Bomba Camará, luego vimos a un tipo que comía mucho, como bestia y, bueno, entonces nosotros decidimos tocar como bestias”, contó Bobby con ese desparpajo tan boricua que conserva.

Lo que hicieron ‘Los Mamitos’ fue construir una nueva sonoridad, tomar una línea caribeña, dejar atrás el sueño de penetrar el mundo ajeno americano, y más bien, como nos reveló Richie, tomar un poquito de aquí, sacar de allá, hacer algo diferente y tomar algunas influencias de la música clásica, el rock y el blues ‘gringo’ y dejar un legado que aún hoy se mantiene vigente.

Ricardo Ray describe de manera deliciosa la salsa afrocubana al explicar que ésta simplemente es el resultado de una exitosa fusión musical de varias culturas. Y si alguien supo de combinar, experimentar, probar y retar, fue precisamente el genio creador del ‘embajador del piano’. No solo fue el hacedor de tendencias musicales, sino que también fue el primero que se atrevió a introducir clásicos impensables como Bach o Chopin en sus composiciones salseras.

Pero también se aventuró a incursionar en la religión yoruba, beber de la santería, arrimarse a la madre África a través de su sonoridad. “Quisimos ir a nuestras raíces, a la música y a la historia de los negros cubanos que habían llegado desde África para comprender qué era lo que estábamos haciendo”, así nos describió Richie su incursión en el altar mayor de Ochún, Obatalá y Yemayá. Entonces concibió piezas magistrales, con unas descargas de timbales, piano y trompetas que no se habían escuchado antes en ‘Yo soy balalú’, ‘Lo Atare La Arache’, ‘Cabo’ e’ , ‘Cha cha huele a Changó’, ‘Babae Baba Coroco’ y ‘agúzate que te están velando’…

“Y Que Babalú me dijo a mí
Yo soy quien te está cuidando
Qué Babalú me dijo a mí yo sé quién te está velando
Y sé quién te está tirando
Pero a tí no te entra na
Yo siempre te estoy cuidando
Pa’ que no te pase na
Yo soy Babalú… ”

‘Yo soy Babalú’ se cantaba a un solo coro en aquellos ‘aquelarres’ musicales que armábamos en ‘Saturday’, en los bajos de los Cinemas, por allá en los maravillosos años ochenta; o en las audiciones nocturnas de la ‘Taberna Latina’ que organizaba el viejo Gary, al frente de la Clínica San Fernando; o en ‘Tiempo Libre’, allí donde iba muriendo la Avenida Sexta con Richard Yory programando.Y todos le cantábamos a ‘Kabiosile Changó’, en ‘Cha Cha huele a Changó’, haciéndole la segunda voz a Bobby sin saber qué carajos significaba, pero qué importaba si con esas trompetas y los timbales estábamos envueltos en un trance musical inexplicable. Y qué interesaba que estuviéramos saludando al gran orisha, a una de las grandes divinidades de la santería cubana, si lo que nosotros escuchábamos era una combinación fabulosa de voces e instrumentos que nos seducían en la pista, en la barra, en la mesa, donde estuviéramos. Y para qué saberlo si bastaba con esas descargas imponentes de Richie, la voz aguda de Bobby que parecía que se iba a reventar, las trompetas que se derretían en cada improvisación del Indio Cherokee o del gran Chaparro y nos trasladaban al África pura, a la salsa en su expresión más alta y pura.

Para sus fanáticos fue claro que ‘Los Durísimos’ continuaban en ese momento en fase experimental. Por eso no pude sustraerme a la curiosidad y le pregunté a Richie por esa incursión mística-musical y su respuesta fue como todo en él, una mezcla, un ‘traigo de todo’. “Cuando comencé a estudiar esta música (cubana) me doy cuenta de que hay un sector de gente que es pacticante de esta religión y que tiene que ver con ella. Percibí que la música cubana que se relaciona con esa religión es una música más desarrollada rítmicamente, más fundamentada, más provocadora y eso me fascinó”.

Y paradójicamente, en esa búsqueda, Ricardo Ray descubre una gente que vive su fe de otra manera, fortalecida en sus creencias, de una manera que ‘El embajador del piano’ no había visto antes y que seguramente influyó en su posterior conversión al cristianismo. “Eso me motivó, le tenía un gran respeto, no estaba metido en la Santería como muchos creían, pero reconocí el peso que eso tenía en muchas personas, el ritmo que utilizan detrás era otra cosa. Pudimos traer algo de eso a nosotros, y me fascinaba ver cómo podríamos interpretar esa música y darle nuestro toque”, nos contó Richie.

Este ‘Harry Potter’ del piano, capaz de extraer los sonidos más imponentes a ‘las blancas y las negras’, está ahora en el otoño de su vida, pero en plena creatividad. No deja de ensayar, de probar. Cuando tiene un piano al frente es un jovencito, se transforma y vuelve a ser ese pícaro chiquillo de los años sesenta que quería hacer algo diferente. Ahora es Betthoven quien lo trasnocha y un día pensó ‘por qué no unirlo al Jazz y a la salsa’. Pues el resultado de esa explosiva mezcla, que solo podría ocurrírsele a su genio musical, es la nueva producción de Ricardo Ray. “Es algo bien ‘fuelte’, diferente, distinto, pero gusta”, es lo que dice.

Cierro los ojos e imagino a ‘goldfingers’ destrozando el piano, las trompetas abiertas y desaforadas de Pedro Rafael Chaparro y ‘El Indio Cherokee’ devorándose a un público caleño delirante y a José Cándido Rodríguez sacándole fuego a los timbales mientras la voz callejera y sublime de Bobby ‘no se esconde del diablo porque él es buena gente’. Ricardo & Bobby vinieron de frente y su legado musical ya alcanza los 60 años. Aquellos que los dieron algunas vez por acabados no imaginaron que la gloria musical los santificaría en el altar mayor de los grandes soneros y que en Cali tendrían su vaticano salsero.

¡Larga vida, maestros, su Bestial Sonido está a salvo!

Temas imperdibles de Los Durísimos:

FRASES DE RICHIE RAY

Lee más noticias

Salsa

Willy García, un artista ‘a prueba de fuego’ que celebra 30 años de trayectoria artística

En la memoria de los salseros retumban aquellas melodías como ‘Escombros’, ‘Gotas de Lluvia’, ‘Etnia’, ‘Eres’, entre otros múltiples éxitos que lo llevaron, junto con su afinada voz, a recorrer gran parte de Europa y América. Ha realizado conciertos en Bogotá, Medellín y ahora prepara el de este sábado 27 en Cali.

Willy García, un artista ‘a prueba de fuego’ que celebra 30 años de trayectoria artística
Tomada de redes sociales

En la memoria de los salseros retumban aquellas melodías como ‘Escombros’, ‘Gotas de Lluvia’, ‘Etnia’, ‘Eres’, entre otros múltiples éxitos que lo llevaron, junto con su afinada voz, a recorrer gran parte de Europa y América. Ha realizado conciertos en Bogotá, Medellín y ahora prepara el de este sábado 27 en Cali.

Compartir

Tres décadas de vida artística se dicen fácilmente, pero detrás de ello hay una senda de lucha, amor por la música y, por supuesto, demasiado talento.

Esta es la historia de Willy García, 30 años de sentimiento y sabor, de melodías que escucharán a continuación… Una historia que quizás comenzó con Escombros y la Suprema Corte, por esos años comenzamos a escuchar a un inquieto chico que tenía mucho talento, y que no solo cantaba sino que también tenía una gran facilidad para la composición, algo genético, tal vez, porque su abuela era una experta repentista, igual que tíos, primos, se les daba fácil aquello de crear canciones.

Y fue allá en Buenaventura, su tierra natal, donde comenzó esta historia que en la actualidad lo reconoce como una de las voces salseras más importantes de Colombia, con una proyección internacional potente y respetada.

“Haber nacido donde nací siempre lo he considerado como un premio. Haber nacido  en la familia que nací es otro privilegio y yo nací en una familia musical, mi abuelita cantaba muy bonito, también mis tíos. Hay un tío que es escritor también, entonces si tu ves todos hablan del arte, la música, la composición y todo esto siempre ha estado muy cerca. Efectivamente me crie con ganas de hacer lo que veía y escuchaba, yo veía mi gente feliz, entonces pues a pesar de todas las necesidades, tuve una niñez feliz”.

Afirma Willy.

Como el artista integral que es, nunca ha dejado de ser sencillo, humilde, tranquilo y, sobre todo, agradecido con quienes le dieron las primeras herramientas para defenderse en una vida artística que apenas imaginaba en su tierra natal.

“Escuchaba cantar a mis tíos y yo quería ser cantante. Veía a otro de mis tíos escribir y yo quería escribir, pero las que siempre impulsaron mi vida musical fueron mi mamá y mi abuela. Ellas fueron como como ese motor para que yo creyera en mis sueños y creyera en que era posible lograr lo que he logrado hasta el momento”,

me dice este gran talento vallecaucano que justamente este 27 de abril celebrará con un gran concierto estos 30 años de vida musical. 

Los siempre difíciles primeros años

Y lo que son los caminos de la vida, en medio de la nostalgia y el paso y peso de los años, Willy aún recuerda esa noche en que estuvo a punto de embarcarse con destino a los ‘yores’. Eran los tiempos en que los ‘norteños’, como se les llamaba a los polizones que salían de Buenaventura a Estados Unidos o Canadá, eran los reyes del puerto. Cuando lograban ‘coronar’ su aventura en alta mar, llegaban las historias —muchas de ellas exageradas— de una vida de lujos y excesos. En aquellos años ochenta eso impresionaba a los jóvenes y Willy no era la excepción. Una noche, mientras se preparaba para una nueva salida musical con la orquesta La Combinación, le llegó el mensaje de que todo estaba listo para embarcarse apenas terminaran.

“Al final, los consejos de mi abuela, de la familia, pudieron más. Yo tenía otra oportunidad y era la música”

Así recuerda Willly García, más de tres décadas después, este episodio que marcó la vida de uno de los artistas más importantes de la historia del Valle del Cauca. Willy, quien paseó con éxito su música por la Suprema Corte, el Grupo Niche y Son de Cali, sigue ahora una senda como solista en la que continúa ‘pegando’ un éxito tras otro. 

En la memoria de los salseros retumban aquellas melodías como ‘Escombros’, ‘Gotas de Lluvia’, ‘Etnia’, ‘Eres’, ‘La magia de tus besos’, ‘A prueba de fuego’, ‘Y entonces’, ‘Te amo’, ‘Amanecí con ganas de ti’, entre otros múltiples éxitos que lo llevaron, junto con su afinada voz, a recorrer gran parte de Europa y América. Pero siempre, en ese corazón lleno de melodía, su Buenaventura del alma siguió latiendo a ritmo de bongoes y tumbadoras. Por eso aquel recuerdo, que pocas veces ha revelado, le sirve para hacer ver que lo que necesita la gente de su ciudad son oportunidades.

Gotas de lluvia, no es el rocío
Lágrimas que vienen del corazón
Gotas de lluvia, no es el rocío
Lágrimas que brotan por que ya no hay amor

Pudiste haberme dicho que no
Que no sentías nada por mí
Que lo nuestro nunca fue algo especial
La vida cambia y todo tiene final
Una aventura fue para ti
Y fácilmente yo en tus redes caí
Un trago amargo que de ti recibí
Ahora no sé, no sé qué será de mí

‘Escombros’, con la Suprema Corte; ‘Gotas de lluvia’, con el Grupo Niche y ‘Te amo’, son temas imposibles de ser obviados para Willy en cualquier concierto. De hecho, este último, ‘Te amo’, tiene una particularidad que toca la fibra del cantautor y es que se trató de la primera canción que sonó en el proyecto Son de Cali y, además, porque se la escribió a su hija mayor y luego la cantó con ‘Lala’, su pequeña hija. “Esas son canciones referentes que han marcado momentos mágicos y es inevitable hablar de ellas”.

‘Gotas de Lluvia’ fue la canción que sin duda lo catapultó. El cantante recordó ese paso por uno de los grupos de salsa más exitosos en este género, cuando tuvo la oportunidad de mostrar su talento en el Grupo Niche.

"Me dijo el maestro Jairo Varela que le pusiera una boquilla porque el tema lo iba a cantar Charly. Entonces yo cogí la hoja, me metí al estudio y arranqué a cantar 'Gotas de lluvia, no es el rocío, lágrimas que vienen del corazón'. Dejé la guía y arranque para mi casa".

Enseguida cuando Willy llegó a la casa, inmediatamente lo llamaron para que regresara al estudio. "La sorpresa es que yo llego allá y estaba lleno de gente. Apenas entré a la cabina, el maestro dice les presento el nuevo cantante del Grupo Niche".

Este momento tuvo demasiado significado en la vida de Willy con la oportunidad de demostrar su voz y aprender junto a Jairo Varela.

“Defender un país con mis principios, con mis ideales
Defender una tierra, no sé si ajena valga la pena
Que aprendí a querer por que terminar como yo entre cadenas
Y un canto de amor acaba en llanto, en tanto, tanto llanto

Aprender a vivir entre el odio xenófobo grosero
Eso dio pie para sacar pecho de mi origen pueblero
¿De qué valió poner en alto, en lo más alto mi bandera altanera
Si el premio que recibo, sin motivo, es una larga condena?”

Uno de los temas que más tocó la fibra de Willy cuando estuvo con el maestro Jairo Varela fue precisamente ‘A prueba de fuego’, la inmensa tonada, composición de Jairo Varela, que se convirtió en un hito de la lucha que emprendía el maestro chocoano desde la cárcel. La voz de Willy se quiebra al recordar aquel momento, pero también se le infla el pecho de orgullo al saber que su voz quedó inmotalizada para siempre en este tema que incluso muchos melómanos consideran como el más emotivo que escribió Varela. 

“Recuerdo que con José Aguirre nos tocaba ir al lugar de reclusión del maestro Jairo Varela, suena extraño escuchar eso, pero es la verdad. Allá escuchábamos las canciones que tenía para los proyectos y en ese momento estábamos pendientes del álbum ‘A prueba de fuego’. Recuerdo que el maestro Jairo empezó con un disco que se llamaba La cárcel, esa primera versión la grabé yo. Y entonces cuando él empezó a cantarnos la canción estaba buscando un coro y nos dice, “que suene algo como ‘sáquenme de aquí, sáquenme de aquí”. Ese fue un momento difícil y muy duro porque el maestro entendió que el desespero comenzaba a notársele”.

Pero luego llegó el momento clave de esta historia pues después de ‘La cárcel’, García y Aguirre comenzaron a escuchar a Varela con ‘A prueba de fuego’ y rápidamente se dieron cuenta de que era una letra muy poderosa en la que el destacado compositor chocoano plasmaba toda su inconformidad, tristeza, amargura y desazón por lo que estaba padeciendo en la cárcel. 

“Pasar de una canción y luego escucharlo con ‘A prueba de fuego’ pues fue muy complejo. Cuando se pregunta en su letra de qué valió poner en alto mi bandera altanera, si el premio que recibo es una larga condena”, guaaau, eso es muy bueno. O fíjate en los soneos, cuando él empieza a decir a decir ‘sumo y resto y no he ganao, y a la cárcel me han mandado con testigos preparaos’, y empiezo a sentir esa impotencia del maestro. Además, fíjate en los soneos cortos, yo allí comencé a meterme en ese papel, él me iba cambiando cosas, pero siempre me permitía participar y allí pues yo improviso y meto lo mío, hicimos cosas bonitas como esas. Haber hecho parte de esta producción fue algo maravilloso, haberla liderado pues canté ocho de las diez canciones, fue un momento entre triste y mágico porque no es lo mismo narrar que vivirlo y el maestro Varela lo estaba padeciendo. Al final se logró un gran producto y el maestro Jairo Varela siempre mostró su genialidad”,

recuerda Willy.

Su experiencia con un ‘caballo’ salsero

También llegan otros recuerdos más cercanos como cuando Willy, un poco después de la pandemia, siguió produciendo música y se acercó al maestro puertorriqueño Gilberto Santa Rosa. Lo veo y no lo creo’  contó en la producción de Isidro Infante y Óscar Iván Lozano, con la grabación de los instrumentos en Colombia y de las voces en Puerto Rico. Desde hace tres años el excantante del Grupo Niche había hablado con el 'Caballero de la salsa' en diferentes presentaciones y fue hasta el 2020 que Willy escribió la letra para presentársela a Gilberto. “Cuando lo llamé me atendió con mucha amabilidad. Le propuse este proyecto y me dijo: ‘si estás tú y está Isidro, el producto debe ser bueno’"; recuerda con entusiasmo el cantante bonaverense al saber que estaría con un grande de este género.

Así, Willy viajó a Puerto Rico para grabar la canción. "Yan Collazo me recibió en el aeropuerto. Luego fuimos al estudio con el maestro Isidro y al llegar al estudio tuve mucha felicidad al estar y grabar con el maestro Gilberto. Fue un sueño cumplido porque logramos una química perfecta musicalmente y aprendí de un grande".

Al hablar de esa composición, Willy solo recordó que al final “las canciones llegan así en algún momento. Un día me levanté y tenía todo el tiempo en la mente ese coro 'lo veo y no lo creo'. Entonces empecé a escribir y argumentar con una historia. Quise darle un toque romántico y un poco de golpe. Me gustó mucho, el resultado fue el mejor”.

Esa fusión de talentos tiene una explicación, Willy dice que la salsa en Colombia tiene un toque de folclor y de cumbia, “entonces con la salsa puertorriqueña se tuvo un plus al ser una canción bacana y bailable”.

Artículo relacionado

Orgullo de Buenaventura

Este cantante, que se siente orgulloso de tener esencia de pueblo y está comprometido con su tierra, no niega sus raíces, recuerda con nostalgia a su abuela Hilma y, cada vez que puede, se da una escapada a su ‘bello puerto del mar’.

“A mí me duele Buenaventura y quiero aportar mi grano de arena para ayudar a tanto muchacho con talento que se pierde en medio de la falta de oportunidades”

Y fue así como en forma silenciosa Willy creó Tengo Fe, una pequeña fundación que tiene como propósito descubrir la calidad artística de chicos de Buenaventura, apadrinándolos en sus sueños de llegar a las grandes ligas de la música. Pero no solo eso, Willy también sabe que es la oportunidad para arrebatar de la violencia a muchos de estos pequeños. “Las posibilidades de que los chicos cojan un camino negativo están hoy más a la mano. Lo que visualizo es que los jóvenes que tienen diferentes opciones, por lo menos, se detienen a pensar un poco más. Es que sin oportunidades es muy difícil”, dice el artista ganador de múltiples premios por ‘Así se Baila en Cali’ y ‘Vos me debés’, dos de sus interpretaciones que fueron proclamados Disco de la Feria de Cali.

Willy se crió en el barrio Lleras, un barrio de  aquellos complejos de ‘Tura’, donde abundan las necesidades.

“El símbolo de todo esto es poder regresar al barrio hoy en mi madurez y tratar de ayudar a los que más pueda. Los voy a ayudar con música, quiero abrir de manera independiente y de corazón una oportunidad para que estos muchachos la puedan aprovechar”.

Y recordando su dilema cuando tenía 16 años, Willy se apresura a decir que “si hay oportunidades, es posible que tengamos que hacer menos correcciones a los más jóvenes. ¿Cuántos futbolistas, cuántos cantantes se han perdido porque no tuvieron una alternativa? Para mí Buenaventura necesita eso, más atención”.

Ahora Willy se concentra en su encuentro del sábado 27 de abril. “Esto es más que un concierto”, dice con plena seguridad. Y vaya que lo es porque lo cierto es que se trata también de un performance, de un acto casi teatral y musical donde Willy se reúne con sus amigos de antaño y rinde homenaje a músicos de La Suprema Corte, del Grupo Niche, a su gran amigo Javier Vásquez, con quien integró el recordado dúo de Son de Cali.

“Voy a llevarlos a un viaje, desde el presente hacia el pasado, vamos a tratar de que el público viva una noche mágica, de una historia contada y cantada”.

Cuatro temas claves para bailar con Willy García

'Escombros'
'Gotas de lluvia'
'Te amo'
'Amanecí con ganas de ti'

Lee más noticias

Salsa

'A prueba de fuego': Willy García cuenta la historia de la canción que nació entre rejas

Esta fue una pieza musical que capturó la esencia y el sentir de Jairo Varela en un momento particularmente difícil de su vida. Aquí le contamos cómo surgió.

'A prueba de fuego': Willy García cuenta la historia de la canción que nació entre rejas
Prensa Willy García - Especial para 90minutos.co

Esta fue una pieza musical que capturó la esencia y el sentir de Jairo Varela en un momento particularmente difícil de su vida. Aquí le contamos cómo surgió.

Compartir

En una entrevista con 90 Minutos, Willy García, reconocido músico y exintegrante de las orquestas Suprema Corte y Grupo Nichey compartió detalles detrás de la creación de la canción "A prueba de fuego".

Esta fue una pieza musical que capturó la esencia y el sentir de Jairo Varela en un momento particularmente difícil de su vida.

García relata cómo, junto al maestro José Aguirre, visitaban a Varela en su lugar de reclusión para discutir y escuchar las nuevas canciones que él tenía preparadas para futuros proyectos.

Lea también: La historia detrás de 'Zúmbale' (éxito musical) contada por el mismo Henry Fiol

"Creo que fue la primera versión que grabamos en la cárcel, él nos contó la canción (...) fue un momento difícil porque estábamos Jose Aguirre y yo, y al maestro se le entendía, su desespero, se notaba su ansiedad".

Expresó García.

Sobre la lucha personal de Jairo Varela

La letra, que reflejaba su lucha personal y sus pensamientos más profundos, conmovió profundamente a García y Aguirre.

"Él mostraba su inconformidad. Cuando él dice '¿De qué valió poner en alto, en lo más alto mi bandera altanera Si el premio que recibo, sin motivo, es una larga condena?', muy fuerte".

Manifestó.

A medida que trabajaban en la canción, García pudo sentir la impotencia de Varela, lo que hizo que su colaboración fuera aún más significativa.

"Cuando él dice 'sumo y resto y no he gana'o y a la cárcel me han manda'o con testigos prepara'os' yo empiezo a sentir la impotencia del maestro y entro a asumir el papel, 'falsa acusación, troncó mi libertad', él me ayuda cambiando cosas, pero fue como siempre lo hacíamos".

Juntos, refinaron la letra y los arreglos musicales, creando una obra que reflejaba la genialidad y la profundidad artística de Varela.

Para García, formar parte de esta producción fue un honor y un desafío. Aunque inicialmente estaba programado que interpretara la canción completa, Varela decidió cortarla un poco.

"Él me permitía que participara, tenía confianza en el trabajo y logramos hacer cosas bonitas".

Explicó García.

Sin embargo, el proceso de crear la canción fue para García un momento "entre triste y mágico", donde pudo presenciar la narración viva de Varela sobre su propia experiencia.

Al final, el trabajo conjunto entre Varela y García, con el aporte de la compañía y otros colaboradores, dio como resultado una obra que perdurará en la memoria de quienes la escuchen. "A prueba de fuego" no solo es una canción, sino un testimonio de la grandeza artística y la humanidad de Jairo Varela.

Artículo relacionado

Sigue nuestras redes sociales:

Lee más noticias

Salsa

🔴El salsero Richie Valdés en 90 Minutos: Hablará de su vida, trayectoria y proyectos

Richie contará su importante paso por el Grupo Niche, Guayacán y su trabajo artístico como solista. Este artista, con una trayectoria amplia, revelará sus secretos en 90 Minutos.

Richie contará su importante paso por el Grupo Niche, Guayacán y su trabajo artístico como solista. Este artista, con una trayectoria amplia, revelará sus secretos en 90 Minutos.

Compartir

El Noticiero 90 Minutos hablará con Richie Valdés destacado artista, compositor, cantante, arreglista y músico chocoano.

Además, en el marco de los 40 años del icónico tema 'Cali Pachanguero', el salsero entregará detalles sobre las anécdotas alrededor de la canción emblemática de la ciudad.

Lea también: "Alguna de estas dos": Willy García y la orquesta donde le hubiese gustado cantar

También, Richie contará su importante paso por el Grupo Niche, Guayacán y su trabajo artístico como solista. Este artista, con una trayectoria amplia, revelará sus secretos en 90 Minutos.

Artículo relacionado

Sigue nuestras redes sociales: