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Kim De Los Santos, ‘El Tomatero’ que sembró en Cali

Kim De Los Santos, ‘El Tomatero’ que sembró en Cali

el tomatero

Por Gerardo Quintero Tello

Cuando Kim de Los Santos iba a interpretar ‘El Tomatero’, el disco que lo volvió ícono en la rumba caleña, pensó que se trataba de un tema un poco lento y que tal vez el gran Tite Curet  Alonso quizás se había equivocado al entregarle esa composición. La verdad es que Kim de los Santos no le tenía mucha confianza al tema, eran tiempos en que la ‘guapería’ estaba a la orden del día y los diferentes grupos musicales se trenzaban en verdaderas batallas musicales que exigían mucha destreza interpretativa y un gran componente de soneo por parte de los cantantes.

De hecho, Kim no era el destinatario del disco, pues la verdad es que su compositor, Tite Curet Alonso, deseaba que ‘El Tomatero’ fuera interpretado por el gran Héctor Lavoe. Sin embargo, como le contó Kim a 90 Minutos, cuando el gran escritor de la salsa llegó adonde ‘El rey de la puntualidad’ con ‘El Tomatero’ y otros dos temas, el viejo ‘Jéctor’ se corrió y le dijo: ‘Tite, sorry man, yo ya grabé los temas, no tengo más nada por poner’. Curet Alonso se quedó sorprendido, pero fue el propio Lavoe el que desactivó la contrariedad del compositor al proponerle que le ofreciera los temas a un flaquito que había nacido en Manhattan, pero que desde muy pequeño se trasladó a la Isla del Encanto, y al que le gustaba imitar al ‘Cantante de los cantantes’.

Y en efecto, unos días después Tite Curet iba caminando por la calle cuando a lo lejos pudo ver a Kim y  lo llamó de manera perentoria: “Oye Kim, ven aquí”. Tite estaba en un pequeño negocio llamado Bar de Luna y le dijo a Kim con su tranquilidad característica; “siéntate, a mí me gusta como tu cantas, eso que cantaste de último está muy bueno”. De los Santos poseía un timbre de voz con similitudes al de Lavoe y eso atrajo al gran compositor quien le ofreció los tres temas.  Si bien Kim se emocionó ante semejante obsequio, la verdad es que el único tema que parecía no ‘cuajarle’; por el momento histórico musical era, precisamente, ‘El Tomatero’.

Los otros dos temas que el poeta de la salsa le pasó al chico nacido en Manhattan eran ‘Sortija de fantasía’, que habla de un gran amor que con el tiempo se va marchitando, y que cuando Kim lo escucho de la propia voz de Tite Curet no pudo menos que sorprenderse de la extraordinaria capacidad que poseía el compositor para plasmar en papel los amores extraviados y los pequeños- grandes infortunios de la existencia.

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El segundo tema era un montuno titulado ‘Punto Fuerte’, que el propio escritor de Guayama terminó describiéndoselo a Kim como un canto de guapería; de lucha, de pelea, de caer y volver a levantarse, algo que al cantante le apasionaba; y entendía que justamente ese era el momento que se vivía en la salsa en aquellos años de arranque de los ochenta.

Sin embargo, la cabeza venía dándole vueltas y Kim no se hallaba. Tenía un nudo en la garganta, porque si bien le gustaba el mensaje de la tercera canción seguía con dudas; y fue otro ‘monstruo’ de la música afrocaribeña, Papo Lucca, quien terminó disipando cualquier inquietud de Kim. “Yo me acerqué y le dije, Papo, no sé, tengo algunas dudas con ‘El Tomatero’, ¿no te parece un poco lento?  Él me miró y con las palabras atoradas me dijo: aquí el único lento eres tú, esta es la mejor canción de este álbum”.

Algunos de sus éxitos

Y la verdad es que Papo parece que era tan buen adivinador como pianista; porque si hay un disco al que Kim de Los Santos le debe su vida musical es precisamente a ‘El Tomatero’. “Mira ese disco la rompió, fue increíble, desde el primer momento la gente se contagió, se impregnó con el tema. Primero en Puerto Rico, pero luego fue Cali el que lo convirtió en un himno”. Y no solo fue un premio para Kim, el propio Papo ha dicho que uno de los mejores solos de piano que interpretó en su vida fue el que hizo para ‘El Tomatero’.

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Pero lo cierto es que ya un poco antes había sido Jorge Millet, ‘Mister Melody’,  quien le había dado la bendición al ‘sembrador de tomates’. Millet era un destacado pianista y arreglista de múltiples artistas, tal era su talento que el propio Tite Curet lo había bautizado como ‘La maravilla’. Y fue Millet, el mismo que trabajó con Adalberto Santiago, Bobby Valentín, Chivirico Dávila, Roberto Roena y Tommy Olivencia, entre otros, el que terminó haciéndoles los arreglos de los temas a Kim de los Santos (por petición expresa de Tite Curet)  y el que le dice al novel cantante: “Oye Kim, los tres son tremendos temas, pero este, El Tomatero, es el que te va a poner a ti a que te respeten en la música”.

Y así fue porque con el disco aún ‘caliente’, saliendo apenas de la carátula, el empresario caleño Miguel Proaño decide traerlo a Cali. “Fue una sorpresa absoluta, Miguel me dijo que quería traer a Kim de Los Santos. Nadie sabía quién era ese chico,  pero Proaño lo firma y resulta que ‘El Tomatero’ se convierte en un disco de culto entre los caleños”, me recuerda el gran locutor y también empresario artístico Benhur Lozada.

La primera vez que Kim de Los Santos vino a la capital del Valle fue en 1984 y fue ‘amor a primera vista’. La verdad es que el cantante ya nunca dejó de venir, han sido tantas sus visitas a esta ciudad que ha perdido la cuenta. Son tantas las veces que ha interpretado ‘El Tomatero’ que creía que a los caleños ya no les iba a gustar; pero cada oportunidad que lo interpreta es como si fuera la primera vez.

Kim tiene su propia explicación a este fenómeno que ocurre con ‘El Tomatero’ y tiene que ver, sin duda, con la migración que han vivido nuestros pueblos. “Yo creo que eso fue precisamente lo que hizo que tantas personas se sintieran identificadas con el tema. En un principio eran los puertorriqueños que viajaban a Estados Unidos, especialmente a La Florida, en busca de una oportunidad y la encontraban en las plantaciones de tomate, pero luego la verdad es que son todos los latinoamericanos que viajan a Estados Unidos en busca del sueño americano los que terminan desempeñando tantas labores de ese tipo”.

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Cientos de anécdotas

Son múltiples las anécdotas y una que nunca olvida es una vez en Cali que vio una señora llorando, sin cesar, mientras cantaba ‘El tomatero’. Desde la tarima la observó tan afligida que al finalizar el concierto se le acercó y le preguntó qué le pasaba; ella le tomó las manos, lo abrazó y le dio las gracias porque ese disco la había acompañado en sus duras faenas.

El próximo 1 de diciembre Kim celebrará 50 años de vida artística. Y lo quiso hacer en Cali, una ciudad que ama, que lo acogió y donde decidió hacer su vida. Aquí se quedó con sus dos hijos ‘borincaleños’ y su esposa caleña. En esta ciudad no solo sigue haciendo lo que más le gusta; cantar, sino que también decidió crear empresa y montó una pizzería en el barrio Vallegrande.

En ese espacio, al que llegan cientos de clientes atraídos por el buen sabor de la pizza, pero indudablemente por la posibilidad de encontrarse y conversar con un artista sencillo, tranquilo, de buenas maneras, afable, buen conversador y ante todo, un gran ser humano.

Una anécdota contada por el agente de viajes y propietario del Restaurante ‘Casa Antonia’, Oswaldo González, es  una muestra fehaciente del agradecimiento de Kim por esta ciudad. Hace un tiempo, Oswaldo viajó a Puerto Rico y mientras esperaba en un bar, alguien le envió un costoso licor. Sorprendido, inicialmente lo rechazó, ante la insistencia del mesero, quien además le enseñó con su mano quién era la persona que lo agasajaba; decidió ir a buscar al hombre que conversaba en una mesa con su pareja. Al acercarse, Oswaldo le agradeció el gesto, y esta persona que estaba sentada en el lugar le dijo simplemente que se había percatado de que era caleño; y que simplemente era una manera de retribuir su agradecimiento a tantos caleños que le habían permitido vivir. Cuando Oswaldo se repuso de la sorpresa, comprendió de quién se trataba: era el mismísimo Kim De Los Santos.

Ese es Kim, ‘El Tomatero’, el chico que también migró y que sigue empecinado con que sembrando tomates algún día progresará.

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