Por: Germán Morales Z. Profesor y director de la Escuela de turismo UAO.
Existe en la cordillera central del Valle del Cauca en el páramo de las Hermosas, un lugar donde las nubes se abrazan con nuestro árbol nacional, en una sinérgica y sincrónica forma de expresar la vida. Ahí no más, en ese pedacito de Valle del Cauca en el corregimiento de Colombia su comunidad se llena de admiración por esas pinceladas de paisaje, que hoy les atrapa el alma en un motivo de conservación llamado Palma de Cera.
Y en este contexto de paisajes del valle absolutamente pintorescos y únicos como los que se aprecian en Colombia, sobresale una causa y un liderazgo, de esos que desde el alma llenan el camino de un solo interés, no dejar que nuestra Palma de Cera en el Valle del Cauca desaparezca para siempre.
Hoy quiero contarte la historia de un líder en palabras mayúsculas, porque lo que hace nos toca la fibra a quienes entendemos que conservar la naturaleza es la única forma de garantizar el futuro para los que vienen en futuras generaciones.
Pues aquí en este territorio bendecido por las obras de artes que se levantan hasta lo alto como esculturas de selección natural, que nos dejan entre impresionados y admirados, porque cada Palma de Cera es un registro de al menos 100 años de Historia Natural que se cuenta en cada surco que se pueden ver en su tronco maravillosamente perfecto.
Aquí en este territorio esta Jaime Quintero, y que te puedo contar de este loco visionario, que desde su racionalidad humanidad logro no solo admirarse por estas figuras de la biodiversidad colombiana, sino entender que esta expansión de potreros, cultivos y esas actividades de producción no tan sostenibles, las estaba llevando al exterminio, y desde ahí y su visionaria manera de concebir el territorio se dijo un día “Si no las salvamos desaparecerán para siempre”, y desde esa correcta manera de pensar porque la extinción significa para siempre logro desde su sensibilidad y su berraquera, ponerse a la tarea de hacer posible que nuestro árbol nacional, nuestra Palma de Cera tenga otra oportunidad aquí en Combia Valle del Cauca.
Pero a pesar de eso, él sabe que está forjando una oportunidad de futuro para su Combia del Alma, y ya hoy, hasta para el mismo, porque su programa de Investigación, Conservación y Restauración de la Palma de Cera al cual ha resumido en el nombre de su organización Preservadores de Vida Combia ya están logrando el reconocimiento de muchas instituciones que hoy lo queremos apoyar.
Atrás quedaron los días cuando entraba a todas las reuniones en las que se hablaba de conservación de la Reserva y el río Amaime, donde con Humildad contaba su historia de conservar la Palma y que muy poco eco hizo, y que hasta hace muy poco se quedó en el olvido de quienes tenían la obligación no solo institucional sino moral de apoyarlo de frente y sin intereses particulares.
Pero como ese visionario siguió y nunca se desdibujo, ni se desmotivo por grande que se viera la montaña a restaurar con Palmas de Cera. Su labor es como una sonata tropical, como una pincelada de arte natural que vale la pena contarte para que logres entender su Azaña y su labor, pero sobre todo para preguntarnos desde nuestra admiración ¿Qué mueve a un ser humano en un territorio donde las oportunidades de a poco se apagan a querer salvar la Palma de Cera? ¿Algo que él no vera, que no disfrutará, y que no sabrá si tendrá algún futuro?
Pero como Jaime lo dice, “es que no es por mí, es por los niños, por nuestros hijos, por las nuevas generaciones” de esta tierra bendecida por el Amaime y consagrada por las Hermosas, si las hermosas postales que usted se puede encontrar en Combia. Recuerde que ya tenemos una idea en el Corredor Turístico del Amaime que Combia es Andino y Pintoresco. Recuérdelo que en eso estamos trabajando duro.
Jaime camina los potreros y los pequeños relictos que la ganadería extensiva y la agricultura de revolución verde le han dejado a Combia, y desde ahí, rescata las pequeñas Palmas de Cera que lleva a su sala cuna de recuperación, nutrición, y cuidado en el solar de su casa, donde con toda la atención le da otra oportunidad a cada una de estas pequeñas Palmas que el ganado lo logra comerse.
Después de tenerla por un par de años en su casa, la trasplanta en una zona de restauración que el conviene con algún propietario sensibilizado y que quiere sumarse a su causa, y desde ahí la deja para que la madre naturaleza la siga cuidando hasta que la selección natural le dé una oportunidad para que nuestras futuras generaciones puedan apreciarla como nuestro árbol nacional.
Muchas veces estas jornadas las realiza con los niños y niñas de la zona de la Institución educativa local, a través de su idea de educación ambiental para estas nuevas generaciones en Combia, y así de a poco le va dando una posibilidad a esta especie emblemática y clave para los bosques andinos en Colombia, desde su visión de programa de Biología de la conservación con sello comunitario.
Así nada mas con su intensión, valor y ganas de trabajo, es que ha logrado esta Azaña mayúscula, porque le ha tocado con las Uñas, con la piel, y hasta con más de una discusión con quienes las quieren sacar del territorio. Definitivamente este esfuerzo debe tener hoy el reconcomiendo de nuestra sociedad para decirle Muchas Gracias por darnos una posibilidad para el Futuro.
Afortunadamente de a poco va sensibilizando no solo incautos, sino instituciones que de a poco lo van apoyando, y ya hoy puede tener en su casa un espacio tipo vivero comunitario para que la Palma de Cera pueda crecer de una mejor manera. De a poco en poco y de paso en paso se va logrando que la vida tenga otra oportunidad desde la constancia y la perseverancia por la naturaleza.
Jaime no solo es un líder visionario, es un ser humano con gran sensibilidad y humanidad por la vida, por su Combia, por su gente, Jaime es una conjugación entre corazón y pasión por la naturaleza. Es un ser al que todos vemos como un niño y al cual con cariño y admiración llamamos Jaimito, se ha convertido en un icono de la naturaleza en Combia, se ha convertido en el guardián de nuestro árbol nacional.
Seguiremos apoyando su causa, seguiremos encontrándonos en el camino de la conservación y ante todo seguiremos valorando su obra y su virtud de saber ser, un líder que nos regala la oportunidad de poder admirar nuestra Palma de Cera. Gracias guardián de las Palmas de Cera.
Hoy me quito mi sobrero ante ti, guardián de las Hermosas, ser de luz y de acciones que hace posible la conservación y salvaguarda de nuestra Palma de Cera
Si te quieres Unir a esta aventura llamada Conservación y Salvaguardia de la Palma de Cera te dejo los enlaces:
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