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El 'Rincón Pachanguero’ de San Nicolás

El 'Rincón Pachanguero’ de San Nicolás

Por Gerardo Quintero Tello
Jefe de Redacción 90 Minutos
@Gerardoensusalsa

En los albores de los años sesenta, Gabriel Giraldo era lo que llamaban los adolescentes de la época, 'un cocacolo' de largo aliento. Ataviado con la moda colorinche de la época, Gabriel sintió el llamado de una rumba que inquietaba a la Cali popular de aquellos años.

Era ni más ni menos que la Pachanga, ese movimiento musical enloquecedor que contagió a toda una generación de caleños, que los hizo inventar pasos, buscar los discos con los amigos que emigraban a Nueva York; hacer viajes a Buenaventura para traer los vinilos y construir una historia de coleccionismo que hasta hoy se mantiene en la ciudad.

De la mano del cubano Eduardo Davidson se creó en 1959 este nuevo ritmo: La Pachanga, un Cha Cha Chá más libre, más abierto; más entregado a la improvisación de pasos diferentes, más bailable, más caleño, si se quiere.

Como nos lo reveló el gran Peter Terrace: "Es el ritmo de pachanga que lo bailan todos… Sí, sí, la pachanga".
En lo personal no creo que exista entre los ritmos afroantillanos algo más frenético, experimental y que te altere más el sonido de tu corazón que la pachanga. La flauta, la trompeta cruzada, la descarga de tambores, la entrada arrasadora de la campana, hacen que sea absolutamente estremecedora en su musicalidad.

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Entiendo perfectamente por qué la pachanga, incluso, hoy tiene tanto éxito en Cali. Porque ella es la reina en El Habanero, en la NellyTk, donde Carlitos Show, en la Caderona… Y sí, ese fue el ritmo que enloqueció a Gabriel y que lo condujo por los extraños laberintos de la melomanía y a construir hoy una colección única en el caléñismo barrio San Nicolás. Sí, allá mismo donde la rumba se hizo fuerte, donde los ritmos de moda contagiaron con su descarga al resto de la ciudad. Como 'El suavito' de Richie, la discusión se tornó sobre cuál de los ritmos era el mejor de los que hay ahora, pero Gabriel se quedó con la Pachanga.

Y entrar en su Rincón Pachanguero es como incursionar por aquella serie setentera recordada y de culto que se llamaba 'El túnel del tiempo'. Y aunque se trate de una colección privada en la que sus amigos son los que más disfrutan, a ese rincón del barrio San Nicolás han llegado artistas, músicos, bailarines, buscando la melodía.
Cerca a sus ochenta abriles, Gabriel es la historia viva del coleccionismo caleño, un 'loco' querido, que convirtió la música en su razón de existir y aquí en 90 Minutos le hacemos su homenaje, disfruten esta crónica.

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