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Sobre una tumba humilde estará la voz de los mil recuerdos, la de ‘Cheo’ Feliciano

Sobre una tumba humilde estará la voz de los mil recuerdos, la de ‘Cheo’ Feliciano

Por: Carlos Penagos

Su voz, esa del pueblo, esa que evocaba amores, pesares y alegrías, retumba hoy con más fuerza que nunca en la Calle Guadalupe, esa misma que lo vio nacer,  y en donde estaba ubicada la humilde casa de sus padres, la de los Feliciano Vega, y que fue la primera que lo escuchó cantar desde los 8 años, en Ponce, Puerto Rico, en la década de los 30, cuando formó un grupo de cantos navideños al que el entonces ‘Cheíto’ llamó “El Combo de las Latas”.

Pero, 78 años después, en el amanecer del Jueves Santo  17 de abril de 2014, un colofón inesperado, un estribillo que nadie pensaba cantar, un silencio que duele en el pentagrama,  marcó la trágica e inesperada desaparición, a las 4:00 a.m., del gran ‘Cheo’ Feliciano, tras un accidente mientras conducía su automóvil, en el sector de Cupey, en Puerto Rico.

Con su muerte se apagó una de las voces que desde los inicios de la mutación del ‘Son’, a lo que hoy se conoce como ‘Salsa’, fue un símbolo musical de este género, y se convirtió con su talento, sin saberlo en su momento, en uno de los “evangelizadores” de una nueva alternativa que en los años 50 y 60, nadie conocía, pero que fue esparciéndose por el mundo, especialmente por el latino y que con el transcurrir de los años, con su cantar, se transformó en una leyenda.

La tesitura y el color de su voz, eran suaves como una acolchada y emplumada almohada, por eso, era un maestro en la interpretación de los boleros, ritmo en el que incluso se inició como percusionista en su natal Ponce, tras estudiar desde los 14 años en la Escuela Libre de Música Juan Morel Campos, y de armonizar su oído, como alguna vez el propio ‘Cheo’ lo confesó,  escuchando a diario al Trío Los Panchos.

Pero mucho cuidado, esa misma dulzura estaba acompañada de eso de lo que en el mundo de los salseros se conoce como ‘sabor’.  En eso, era un ‘Grande’, para llevarlo a las dimensiones que los argentinos, si hubiera nacido ‘Gaucho’, le darían. Su rítmico cantar, la cadencia de su “soneo”, la sorprendente capacidad de improvisación y el encanto de los sonidos de su garganta prodigiosa, lo llevaron a ser convertirse en un verdadero hito .

Y es que ‘Cheo’ tenía esa doble capacidad de enamorar, de hacer besar a una pareja en la pista en una baldosa  con su canto, pero cómo él decía: “cuando se sueltan los caballos”, es decir, cuando se venían los pregones y sonaban trompetas y trombones, esos besos del amor se ponían una cita para el final de la canción, porque era el momento de bailarse a fondo la melodía en cuestión.

Fe de su grandeza, muchos reconocimientos por el mundo entero, uno muy recordado,  en Nueva York, en donde el alcalde de la época, Michael Bloomberg, en la celebración del  50 Aniversario de la vida artística de ‘Cheo’, en el imponente Madison Square Garden, decretó que cada 20 de junio se celebrará en la ‘Capital del Mundo’, el ‘Día de Cheo Feliciano’ y en ese mismo año 2008, fue galardonado con el premio Grammy a la Excelencia Musical.

Su grito de saludo, así como el de Celia Cruz, una de sus grandes amigas, fue “Azúcar”, el de ‘Cheo’ fue: “¡Familia!”..Cientos, miles de veces lo repetió en sus presentaciones y lo hacía por dos razones: la primera, con esa palabra evocaba el saludo que su padre siempre le daba a su grupo de amigos cuando en alguna esquina de Ponce se los topaba, y la segunda, era que Feliciano decía que cada concierto era como una cena o un almuerzo con su familia, era un tema de respeto, humildad  y agradecimiento hacia el público que compraba un boleto, hacía largas filas, y esperaba, a veces horas, para verlo y escucharlo cantar.

Las nuevas generaciones  ignoran, con y sin culpa a la vez, o a lo mejor  padecen de una indomable indiferencia, lo que representa la muerte de José Luis Feliciano Vega, pero no le podrán negar a nadie en  la vida que alguna vez bailaron, cantaron, escucharon o corearon en una fiesta o reunión propia o a lo mejor de sus padres y abuelos, letras inmortales como ‘El Ratón’ó ‘Anacaona’, para citar tan sólo dos, por ahora, de sus más grandes éxitos tras su llegada a la Fania All Stars, en donde fue considerado un ‘mimado’.

Cali, la ‘Capital Mundial de la Salsa’, la ciudad que vibró, rió, lloró, se extasió con la voz que le cantó al pueblo, a las cosas simples de la vida, y en otros casos a las más trascendentales, hoy llora la partida de uno de sus grandes ídolos.

Muchas fueron las veces en la que los caleños asistieron a sus conciertos. Cali siempre lo vió alegre, amable con sus seguidores, con los medios de comunicación, un señorío único, despojado siempre del ‘Chaleco’ de cantante fuera de la tarima. La última presentación de ‘Cheo’ en Cali fue en la versión del Festival Mundial de Salsa del año 2009, un concurso de bailarines del género, que inspiraron precisamente hombres como Feliciano y su música.

Esa noche, si el Teatro al aire libre ‘Los Cristales’, hubiera sido una plaza de toros, de seguro Cheo habría salido en hombros. Cortó rabo y orejas e indultaron el “pecado” de aquellos que no fueron a verle.

Cheo Feliciano, gracias por regalarle al mundo tu voz, tu talento, tu amistad y el ejemplo de tu vida. ‘Coco’, tu esposa y tus cuatro hijos, así como el mundo hispanoparlante, y aquellos desencajados para el baile de Europa, Asía y Oceanía, hoy se unen para acompañarte por siempre a la humilde tumba a la le cantaste, y te evocaremos en radios, fiestas o simplemente en el recuerdo de cualquier amor.

Sobre la vida de ‘Cheo’ Feliciano:

Sin lugar a dudas, la Fania fue desde lo artístico y musical, el gran trampolín que internacionalizó la carrera del hoy recordado ‘Cheo’, pero no menos  importante, fue su paso como vocalista durante de 10 años por el  Sexteto de Joe Cuba, agrupación con la que dio su primer concierto el 5 de octubre de 1957.

Para ‘Cheo’, una noche inolvidable pero no por su debut con la banda de Joe Cuba, sino porque esa mismo día, horas antes, se había casado con la bailarina portorriqueña Socorro Prieto, conocida como ‘Coco’.

Tras una  década con Joe Cuba y tras participar en la grabación de 17 álbumes, Feliciano tuvo un paso corto por la orquesta de Eddie Palmieri , hasta que en 1969, una,  por demás, infortunada adicción a la heroína lo obligó a retirarse de los escenarios.

Pero buscando volver a sentirse vivo, en su proceso de recuperación, ‘Cheo’ hizo una retrospectiva a sus inicios, cuando él mismo decía, entre risas, que fue el “cargamaletas” de muchos famosos como Tito Puente, Tito Rodríguez, de quien se consideró un discípulo, Mon Rivera, entre otros, o cuando en 1952, su padre, un carpintero que trabajaba de sol a sol, le dijo que agarraran sus “motetes” porque “la cosa” en Puerto Rico estaba mala y se lo llevó a vivir con el resto de la familia a Nueva York , y allí en medio de las dificultades, en cinco años, entre 1952 hasta el 57 se convirtió, léase bien, en uno de los percusionistas mas apetecidos por los directores de las agrupaciones latinas de la época, como la de Ciro Rimac’s Review, Kako y su trabuco, el Conjunto Marianaxi, entre otros.

Esos recuerdos, esos sacrificios, esas granas de salir adelante lo hicieron dejar las drogas y fue en 1972 cuando regresó  a la tarima para ser, de ahí en adelante, por siempre una voz del pueblo.

Retomar su carrera y ahuyentar la tentación de las malas compañías no fue fácil, pero se juntó al mejor compositor de la música de barrio, de la cuadra, de andenes y parques, el histórico Tite Curet Alonso, un hombre prolijo con la pluma, nacido en Guayama, Puerto Rico, creador de miles de letras, muchas de ellas que podrían configurar un top 10 de las frases de la salsa.

Ese primer álbum juntos, al que llamaron ‘Cheo’, batió records en ventas y juntos hicieron éxitos como el ya mencionado ‘Anacaona’,’ Mi triste problema’, ‘Si por mí llueve’, entre otros, bajo el sello Vaya, con el que grabó 15 producciones.

Pese a ser ya quien era, dos características conservaba intactas: simpático y humilde. En 1971 firmó con el sello Fania en donde fue una de sus principales estrellas al lado de estelares de la salsa como Jhonny Pacheco, Héctor Lavoe, Rubén Blades, Celia Cruz, Ismael Miranda, Pete ‘El Conde’ Rodríguez y muchos más.

Pero Feliciano tiempo después decidió irse en busca “de lo suyo”. En el año 1982, luego de haber grabado varias producciones en las que incluyó el bolero, salsa, cha, cha, chá, y otros ritmos latinos, creó su propio sello disquero, Coche Records.

Para ese entonces, las orquestas para las que trabajó durante muchos años, se convirtieron en las agrupaciones que lo acompañaban por el mundo en sus presentaciones.

En la década de los 90 firmó con Ralph Mercado, uno de los últimos grandes productores de salsa de la época.

Cheo grabó la última canción que escribió Catalino "Tite" Curet Alonso, antes de su fallecimiento en el 2003.

Las muertes de colegas y amigos entrañables para 'Cheo' como la Héctor Lavoe, Celia Cruz, Pete 'El Conde' Rodríguez, Tito Puente para citar sólo algunos, fueron golpes muy fuertes, pero aferrado a la vida, después de haberle negado al suicidio que contempló como alternativa cuando estaba inmerso, presa, de las drogas, la posibilidad de llevárselo de forma precoz, luchó en 2013 contra un cáncer que por poco se lo arrebata al mundo.

Después de agotadores tratamientos de quimioterapia salió de nuevo ganador, pero una mala pasada, en la madrugada de este jueves santo, terminó con su vida. Su esposa, 'Coco' dijo que sus discusiones constantes cuando viajaban en el coche eran para que su esposo se ajustara el cinturón de seguridad.

Esta vez, esa desobediencia a los ruegos y enojos de la mujer que lo hizo esposo durante 57 años, pasó factura y fue complice en un accidente misterioso en el que se desconocen las razones por las cuáles, el Jaguar que 'Cheo' conducía colisionó de frente contra un poste, causándole, según las autoridades portorriqueñas, la muerte de forma instantánea.

Partió 'Cheo', pero su música quedó como legado, su talento como un espejo y su voz como la culpable de millones de amores y como la que fue el reflejo de las cosas cotidianas que le pasan al pueblo. Q.E.P.D.

Reacciones:

Rafael Ithier, director de El Gran Combo de Puerto Rico, compungido por la noticia aseguró: “Sin herir susceptibilidades de nadie, porque muchos, muy buenos hay, pero Cheo fue el mejor en todo lo que hizo como cantante. Grabó salsa, guaracha, boleros y todo lo hizo al ciento por ciento perfecto. Además, como ser humano, como persona, era único. Respetuoso, siempre con una sonrisa y una alegría contagiantes. Es una gran pérdida para el mundo de la salsa, para Puerto Rico y para todas las personas que lo conocimos y disfrutamos de su talento y amistad”.

Alex D´Castro, cantante portorriqueño señaló que la perdida de ‘Cheo’ es irreparable. Su cariño era único hacia la gente, amaba a su público. Compartí muchas cosas con él. Ambos estuvimos en la droga, y gracias al aliento que nos dio Dios, nuestro Señor, salimos de esos momentos y musicalmente creo que es uno de los más grandes de la historia. Invito a todos sus seguidores,a todos los que hoy lloramos su partida y especialmente en Cali, en donde sé que lo querían mucho a que lo recordemos siempre a través de su música ”. 

Discografía de ‘Cheo’ Feliciano

Producciones grabadas como solista:

—     "Cheo", 1971

—     "La voz sensual de Cheo", 1972

—     "Felicidades", 1973

—     "With a Little Help from My Friend", 1973

—     "The Singer", 1976

—     "Mi tierra y yo", 1977

—     "Cheo's Rainbow", 1977

—     "Estampas", 1979

—     "Sentimiento, tú", 1980

—     "Profundo" , 1982

—     "La vida de Cheo Feliciano", 1984

—     "Sabor y sentimiento", 1987

—     "Te regalo mi sabor criollo", 1987

—     "Anthology: Cheo Feliciano", 1992

—     "The Best", 1994

—     "José 'Cheo' Feliciano", 1996

—     "Cheo en Cuba", 1997

—     "Cantando", 1998

—     "Feelings" , 1999

—     "Sólo éxitos", 1999

—     "Una voz...mil recuerdos", 1999

—     "Romántico", 2004

—     "Navidad más excelente de Cheo Feliciano", 2005

—     "Pura salsa", 2006

—     "A Man And His Music", 2009

—     "La herencia" , 2007

—     "Historia de la salsa" , 2009

Producciones grabadas con otros artistas:

—     "Cha Cha Cha's To Soothe The Savage Beast" con Joe Cuba, 1958

—     "Steppin' Out" con Joe Cuba Sextette, 1962

—     "El Alma Del Barrio/The Soul of Spanish Harlem" con Joe Cuba, 1964

—     "We Must Be Doing Something Right" con Joe Cuba, 1966

—     "Champagne" con Eddie Palmieri, 1967

—     "Live At The The Cheetah, vol. 1" con Fania All Stars, 1971

—     "Our Latin Thing (Nuestra Cosa)" con Fania All Stars, 1972

—     "Live At The The Cheetah, vol. 2" con Fania All Stars, 1973

—     "Tito Puente: Homenaje A Beny" con Celia Cruz, 1978

—     "Cheo Feliciano y la Rondalla Venezolana le cantan al amor", 1986

—     "Los soneros de Ponce" con Ismael Quintana, 1991

—     "The best with Joe Cuba Sextette" con Joe Cuba, 1996

—     "Un solo beso: Cheo interpreta a Armando Manzanero", con Armando Manzanero, 1996

—     "Son inolvidables: Cheo Feliciano y la Rondalla Venezolana", 1996

—     "El Orgullo del Barrio" con Joe Cuba, 1998

—     "Eba Say Ajá" con Rubén Blades, 2009

—     "Joe Cuba Sextette" con Cheo Feliciano, 2011

—     "Fania All Stars Live from Cali" con Cheo Feliciano, 2014