Es apenas el primer día de la decimoctava edición del Festival Petronio Álvarez y ya los espectadores acuden por montones a las Canchas Panamericanas a vivir y sentirse parte del Pacífico. La música, el olor a productos de mar, la alegría y ‘la pinta’ de los afros adornan un lugar que por unos días será el centro de la cultura afro de Colombia y Suramérica. Pero un lugar no podría estar adornado sin artesanías que hacen de este lugar una casa, la casa más grande del pacífico.
Respecto al tema el Secretario de Cultura y Turismo, Carlos Alberto Rojas Cruz dijo: “Esta área del festival es muy importante, ya que tiene que ver con el consumo de alimentos y bebidas, por esto la resolución fue elaborada con mucho detenimiento, porque se pretende que la muestra que se ubique en el Pascual sea la de mejor calidad, las artesanías serán autóctonas de la región Pacifica de Colombia”.
Las inscripciones para participar en este festival comenzaron el día jueves 28 de julio a las 2 de la tarde, pero las preparaciones inician mucho antes, pues en esta semana donde se revive el sentimiento de pertenencia a las raíces pacíficas, es una perfecta ocasión para mostrar lo rico de la cultura afro, que es más que música, comidas y bebidas.
Es el caso de Luz Mary Bedoya, en el stand 25, que en su tercer festival consecutivo, como artesana, elabora en croché bolsos en cabuya en donde gasta por bolso hasta un día. Por lo que debe empezar con bastante anticipación la elaboración de cada uno de sus bolsos. “Los bolsos mochila son los que más se venden, porque sirven para muchas ocasiones y combinan con todo”.
Por su parte Mélida Gomez busca destacar los colores y materiales alusivos al pacífico para vestir y adornar a sus muñecos marimberos y las muñecas que venden chontaduros, hechos de dacron negrom algodón sintético, Bambo y maderas varias, que se roban la mirada de los asistentes que dicen: “mira tan lindos los negritos”.
No se podría hablar del pacífico sin hablar del mar y sus barcos. Así como Teresa Escobar y su hija Yahaira, crean figuras con conchas, que le compran a los barcos pequeros, pues estos solo consumen su carne y venden las conchas, que luego echan en ácido para blanquerlas. Además venden barcos, que luego de 12 años en el festival, han logrado hacerlo en tiempos records.
Sin embargo solo son unos ejemplos de las muchas artesanías que se pueden conseguir, todas con una historia que contar y una parte del pacifico que mostrar, que del 13 al 17 de agosto podrán conocer y comprar en el epicentro del Festival Petronio Álvarez.
