La ola criminal en Tuluá y en Buenaventura motivó a algunos representantes de la Iglesia Católica a a enviar un mensaje para rechazar estos actos y pedir paz para las comunidades.
Un mensaje dirigido a todos los vallecaucanos, no solamente a los que viven en los municipios que atraviesan actualmente una grave situación en materia seguridad.
El Arzobispo de Cali y los Obispos de Palmira, Cartago, Buga y Buenaventura, quienes son los “responsables del acompañamiento espiritual a los fieles del Valle del Cauca”, invitaron a la reconciliación.
"Conocedores de primera mano de la grave crisis social que atravesamos y de la dolorosa situación de incertidumbre, zozobra y miedos que buena parte de nuestra población está sufriendo a causa de los atentados, asesinatos, secuestros, desplazamientos desapariciones, reclutamientos forzados, extorsiones y amenazas de diversa índole, especialmente contra jóvenes -hombres y mujeres- y empresarios pequeños y grandes, enviamos este mensaje en nombre de todos los que están sufriendo el flagelo de la violencia armada", dice un fragmento de la carta.
El obispo de Buenaventura, Monseñor Rubén Darío Jaramillo dijo:
“Elige la vida y vivirás”, es el lema de los obispos del Valle. Estamos preocupados por la situación de violencia y de asesinatos, prácticamente del todo el territorio del departamento”.
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Asimismo, los religiosos confirman su compromiso y disposición para el cese de actos violentos como atentados, asesinatos, secuestros, desplazamientos, desapariciones:
“Llamamos desde la Iglesia Católica al Gobierno Nacional para que atienda no solamente Buenaventura, sino que todo el Valle del Cauca. Es importante atender este ‘grito’ de la comunidad”.
Comentó el Monseñor Rubén Darío Jaramillo.
Lo anterior para “que la tierra bendita del Valle del Cauca, con su mar, ríos, quebradas y selvas, cordilleras, llanuras, verdes sembrados, ciudades con deseo de crecer y desarrollarse. Con gentes emprendedoras y soñadoras, pueda experimentar nuevamente la dulzura de la paz”.
Monseñor Jaramillo, finaliza el mensaje diciendo: "El estado tiene que llegar con toda su fuerza para atender esta situación y generar confianza en la comunidad. Y por otro lado la mano amable de un gobierno que necesita extenderle esa posibilidad a los jóvenes, con inversión social efectiva, que les permita tener oportunidades de educación y empleo.
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