En las últimas horas, la Procuraduría General de la Nación formuló pliego de cargos contra el exdirector de la cárcel de Tuluá, Arley Fernández Torres, y tres miembros del cuerpo de guardianes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC.
Al parecer, dichos cargos se deben a presuntas irregularidades en el manejo de los disturbios que desembocaron en un feroz incendio; que cobró la vida de 56 personas privadas de la libertad, PPL.
Lea también: Alerta por violencia en Jamundí: Piden la intervención del Gobierno Nacional
Cabe recordar que la conflagración comenzó en la madrugada del 22 de junio de 2022, tras un enfrentamiento entre dos grupos de PPL recluidos en el patio 8, cuyos líderes, más conocidos como ‘Plumas’, se disputaban el poder y el tráfico de drogas al interior del establecimiento carcelario.
De acuerdo con la Procuraduría, luego de una exhaustiva investigación, se estableció que el director del penal y los guardianes encargados de la seguridad de ese sector de la cárcel, no habrían tomado las medidas necesarias para evitar que los reclusos tuvieran en su poder armas contundentes, cortopunzantes, encendedores y otros elementos prohibidos que ayudaron a que la situación se saliera de control.
También, la entidad precisó que los componentes altamente inflamables de los gases lacrimógenos, utilizados para dispersar el motín; habrían ayudado a que el fuego iniciado por los presos se expandiera de manera rápida por todo el pabellón.
“Las pruebas de campo realizadas nos permitieron evidenciar que el efecto propelente (aerosol), que tienen los componentes de la granada lacrimógena; utilizada el día de los hechos para expulsar el agente químico o gas CS, sirvió como multiplicador del fuego producido por las colchonetas; que previamente habían sido encendidas presuntamente por el personal privado de la libertad”.
Procuraduría General de la Nación.
¿Qué pasó con la evacuación de los reclusos?
Por otro lado, otro de los hallazgos tiene que ver con la orden de evacuar a los reclusos que permanecían en el patio en llamas.
Se conoció que dicha orden se habría dado cuando ya era tarde y el fuego había tomado dimensiones imposibles de controlar; así como que el oficial al mando de la guardia, que ordenó disparar los gases lacrimógenos, nunca hizo presencia en pabellón afectado y manejó la situación desde un lugar diferente de la cárcel.
“Los cargos endilgados provisionalmente al exdirector y los guardianes tienen que ver con la posible omisión de sus funciones; por no haber adoptado y ejecutado las medidas necesarias para la correcta custodia y vigilancia de las personas al interior del establecimiento, velando por su integridad, seguridad y respeto de sus derechos”.
Procuraduría General de la Nación.
Sigue nuestras redes sociales: