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Un aplauso a los jugadores, un chiflazo a los directivos

Un aplauso a los jugadores, un chiflazo a los directivos

El conjunto de Fernando ‘Pecoso’ Castro sacó su casta y dejó a más de uno con la boca callada, me incluyo. El Deportivo Cali es un equipo, que hoy, tiene la camiseta inflada como equipo grande que tanto reclamaba.

Ante Nacional fue más grande y lo demostró tanto en Medellín como en Palmaseca. Jugadores que no superan los 22 años, que no tienen más de seis meses en primera, actúan con la jerarquía y el profesionalismo que ostentan Pérez y Nasuti. Son cracks en semillas.

No sé si el Cali vaya a ser campeón, pero tiene criterio, argumentos y fútbol para conseguirlo. ‘Pecoso’ logró engranar un equipo que está soportado en la juventud, no en la experiencia, pero que actúan como si fuera al contrario.

Ante Millonarios, para mí, la cosa puede llegar a ser más fácil si el equipo mantiene la misma mentalidad. Hombre a hombre, Nacional era más que Millonarios, pero el Cali sigue siendo menos que los dos.

Sin embargo, confío en lo que han demostrado hombres como Andrés Roa, Harold Preciado, Yerson Candelo, Helibelton Palacios, Germán Mera, Kevin Baltanta; para mí el mejor de todos, el más relevante, y espero que lleven al Cali a dar una nueva vuelta.

Los hinchas se comportaron a la altura en Palmaseca, el sábado parecía la celebración de un título al finalizar el partido.

 Alegría y emoción, especialmente esta última, que parece haberse incrustado en la mente de Alberto Sinisterra, gerente Administrativo o de Álvaro Martínez, presidente del equipo, quienes dieron el aval para el exagerado incremento en el precio de la boletería para el partido de la semifinal.

No, no y no. Al hincha fiel hay que respetarlo y esta no es la mejor manera. Si cree la Junta Directiva del Deportivo Cali que con el aumento de la boletería van a recuperar lo que dejaron de recibir por el regalo de los abonos, no.  Los hinchas azucareros han sido, quizá, de los más fieles en toda Colombia durante el semestre y esto es un golpe a la fidelidad.

Boletas que quedaron cerca del incremento del 100 por ciento en su valor es humillante. Directivos, aún no es la final. Esto es muestra de la necesidad económica de un equipo que no está acostumbrado a llegar a finales en los últimos años. No estoy de acuerdo y me parece un irrespeto a la hinchada.

Es irrisorio pensar en este incremento cuando los asistentes a Palmaseca deben esperar más de una hora, inmóviles, para salir en su carro. Hay que ser justos, si va a incrementar, mejore las condiciones.

En resumen, el Cali tiene fútbol para ser campeón, técnico que confía en su equipo para ser campeón, tiene hinchada que ha sido fiel a un sueño de ser campeón, pero tiene una Junta Directiva que desconfía en su equipo y prefiere sacar su tajada ahora y no perder algo de dinero después.

PDT: Señor Martínez, un PRESIDENTE, llega con el equipo al estadio. Un PRESIDENTE no llega a menos de 40 minutos para empezar el partido. Un PRESIDENTE no tiene por qué tener problemas para entrar y verse obligado a quedarse por fuera. ¡Ojo! Un presidente es el primero en salir campeón con su equipo, no juegue de último en la fila.

Los problemas no son de logística, simplemente el estadio no da para más. Pero que usted llegue tarde a un partido y tenga problemas al ingresar, es solamente culpa de un tal Álvaro Martínez.