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La mujer, motor de la paz

La mujer, motor de la paz

Las mujeres hemos sido las mayores víctimas de la violencia que ha vivido históricamente nuestro país. Si hablamos de mujeres indígenas, por ejemplo, en el marco del conflicto armado son más 260.000 las que han padecido, desplazamiento forzado, confinamiento y amenazas, siendo Cauca, Chocó y Nariño, donde hay más víctimas.

Precisamente en el Cauca, según un informe de la Secretaría de la Mujer de ese departamento, hasta agosto pasado 40 mujeres fueron asesinadas en lo que va corrido de 2021. Esta situación la pude palpar en una serie de encuentros que tuve en este departamento con más de 200 mujeres, a quienes escuché hablar sobre la difícil realidad que las afecta.

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Algunas me explicaron que para recuperarnos como país es necesario que se cumplan los acuerdos de paz, entendiendo que es la herramienta que permitirá que los proyectos productivos que se implementan en los territorios, con apoyo comunitario o de las entidades públicas y privadas, puedan consolidarse.

En mi opinión, pienso que en el marco de la implementación de la paz debe tenerse en cuenta a las mujeres, en tanto que ellas juegan un papel social preponderante al ser el eje de las familias. Igualmente, se hace urgente restablecer los derechos de las mujeres especialmente de quienes son lideresas en sus territorios y garantizarles su seguridad.

No hay duda que las mujeres padecemos también de violencia política porque no tenemos las mismas condiciones para ejercer nuestro liderazgo tanto en las comunidades como ante las distintas ramas del poder público.

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A lo largo de toda mi trayectoria me he preocupado por impulsar el rol de la mujer en la sociedad. En mi paso por el Congreso a través de la Bancada de Mujeres, sacamos adelante la Ley 1257 que previene y sanciona la violencia contra la mujer y las leyes que promueven la equidad de género.

Además, creamos la Comisión de Equidad de Género del Congreso. En la Gobernación del Valle trabajamos programas como el Consultorio Rosa en el HUV, fortaleciendo la articulación de las instituciones que hacen parte de la Ruta de Atención de Víctimas de Violencia de Género. Ahora, como Directora Única del Partido de la U, promovemos el liderazgo y formación política para apoyar el ingreso al mercado laboral y su participación en política. Pero hace falta avanzar más.

Existen muchas barreras que hacen que las mujeres tengamos más dificultades para crecer en lo que queremos hacer y más en la política. Pero, debemos llenarnos de determinación para luchar por nuestros derechos y seguir adelante. Debemos trabajar desde las bases sociales para llevar hasta las instancias legislativas proyectos de ley y propuestas para lograr ir solucionando esa problemática social que estamos viviendo ahora.

Creo firmemente que en la medida en que más mujeres ocupemos cargos de decisión, disminuirán las brechas sociales que nos aquejan. Una mujer empoderada y autónoma, estará más lejos de padecer violencia de género. Es importante que se escuche nuestro clamor y se reconozca que somos valiosas, que podemos actuar en libertad y decidir lo que queramos ser: madres, amas de casa, empresarias, políticas o líderes. Cuando nosotras estamos inmersas en los procesos sociales, la prosperidad y el bienestar avanzan. La mujer es un motor para alcanzar la paz, de eso estoy segura.

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