Por Dilian Francisca Toro Torres
El país está pasando por uno de los momentos más difíciles de su historia, avivado por la dura Pandemia que azota al mundo. El Paro Nacional ocurrido durante los últimos días nos ha mostrado el rostro de millares de colombianos olvidados que han marchado por las calles del país exigiendo derechos básicos como el poder comer tres veces al día, tener educación, salud, garantizar pensión y trabajar.
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En medio de las manifestaciones hubo graves desmanes y vandalismo que destruyeron bienes públicos y privados, lo cual condenamos totalmente, pero también la pérdida de vidas humanas y heridos que lamentamos. Sin embargo, no cabe duda que existe una deuda social que debemos reconocer.
El reciente informe del Dane señaló que en 2020, cerca de 3,5 millones de colombianos entraron a la pobreza con respecto al año anterior. Es decir, que contamos con 21 millones de personas en esa difícil situación, y entre ellas las mujeres somos las más perjudicadas. Y es que se trata de uno de los retrocesos económicos más grandes en la historia del país.
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Es por ello, que resulta positivo que el Presidente Duque, haya escuchado el clamor de los millares de colombianos que salieron a las calles, y por fin decidiera retirar del Congreso un proyecto de Reforma Tributaria que como lo habíamos reiterado, resultaba lesivo e inoportuno, porque afectaba directamente a los asalariados, a los pensionados y a la clase media, que son los que han sufrido más en medio de esta crisis.
Una vez hecho este reconocimiento por parte del Gobierno, ha llegado el momento para comenzar un diálogo franco y abierto en el que se escuche no sólo a los partidos políticos, a los gremios, los empresarios y demás órganos del Estado, sino también a los ciudadanos, a los estudiantes, independientes, desempleados y colectivos sociales que han manifestado públicamente su inconformidad, tanto con la Reforma como con la situación de injusticia e inequidad que la Pandemia ha develado.
Mi invitación es a que busquemos en consenso, las soluciones que permitan a los colombianos recuperar la senda del desarrollo, una agenda social que tenga en cuenta a los más vulnerables y donde los que más tengan sean los que más aporten.
Pero también, invito a no seguir expresando el inconformismo con vandalismos, destruyendo la infraestructura de las ciudades y el patrimonio que muchos ciudadanos, en especial comerciantes y familias, han construido con años de sudor y esfuerzo.
Debemos sentarnos a dialogar y en medio de nuestras diferencias, encontrar un Gran Acuerdo por el país y de este modo, poder construir ese país justo e incluyente que tanto hemos anhelado.
Las fuerzas vivas de nuestro departamento firmamos un manifiesto por la vida para Cali y Valle del Cauca. Queremos dialogar y que nos escuchemos para que juntos construyamos propuestas útiles para superar la problemática social. Por una #CaliParaLaVida y una #ColombiaPorLaVida pic.twitter.com/fKc7wK5TDk
— Dilian Francisca T. (@DilianFrancisca) May 5, 2021
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