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Estado Islámico y sus muertos

Estado Islámico y sus muertos

Me niego rotundamente a aceptar por un instante, que la matanza de París y las demás que han ocurrido por parte del auto denominado Estado Islámico, se hayan hecho en el nombre de Dios (tal vez se hizo en el nombre de dios, con minúscula). Respeto y trato de entender las creencias del Estado Islámico (EI), pero en mi humilde opinión, no son más que un grupo de personas equivocadas, que no representan al pueblo musulmán, y que se lanzan tras el objetivo de expandir la religión a cualquier costo, cometiendo crímenes de lesa humanidad y de crueldad extrema.

No hay la más mínima posibilidad de que el nombre de Dios estéen medio de todo esto que ellos hacen, asísu filosofía diga que es una cruzada religiosa movida por la fe. La fe es otra cosa, la fe es creer que hay un ser supremo, pero en ningún caso un ser castigador, sino amoroso, lleno de paz y misericordioso.

Si el asunto es de fe, el Estado islámico (que no es estado, sino una minoría rebelde) debería entender que nada justifica la violencia, y menos aún afectando a personas inocentes, indefensas y ajenas a todo tipo de discusión religiosa.

En efecto, la historia estáinundada de pleitos, disputas y guerras por cuestiones religiosas, pero creo con certeza que en ninguna de ellas estáDios, asíse invoque su santo nombre. Es triste pensar que el hombre mismo, en sus ansias de poder, y su afán de expansión y persuasión, se abrogue el "derecho" de forzar a otros hacía una u otra creencia, cuando lo que justamente Dios quiere es lo contrario. Dios nos otorgóel libre albedrío, como una muestra de su amor infinito por la humanidad, pues ese es tal vez el valor más grande que podemos poseer: ser libres para decidir quéhacer, en quién creer y a quién seguir.

Por lo anterior, cualquier pretexto religioso estáfuera de lugar. No hay ninguna guerra que sea buena, y menos si su motivación es religiosa. No puede aceptarse bajo ningún punto de vista, que uno "obligue" a otro a creer en algo o en alguien. Repito: el asunto es justo al revés. La fe es autónoma, libre, independiente, y son los títulos o los rótulos lo que generalmente nos separa.

Tengo la certeza que Dios no quiere que nos agarremos de pies y manos a una "religión", cualesquiera que sea. Lo que sin duda quiere es que tú, y yo, y todos, podamos ser capaces de establecer una "relación" con El, de manera autónoma, libre y personal, tal y como es una relación normal entre un padre y un hijo. La religión divide, la relación integra, une y consolida.

Cuando nos ponemos el rótulo de "católicos", "cristianos", "musulmanes", o cualquier otro, lo que estamos haciendo es dividiendo a la humanidad en casillas que al final lo único que logran es resaltar las diferencias, y minimizar las coincidencias. De ahía la confrontación no hay sino un paso, y de ahíal entendimiento hay un abismo que durante siglos no hemos podido salvar.

Mi respeto por las víctimas que ha dejado a su paso el Estado Islámico, y todo mi rechazo a que sea usado el nombre de Dios para dividir, para atacar, para herir, para matar. Dios es amor, es unidad, es perdón y es misericordia. Lo demás no viene de él, viene de otra parte.