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El tratado de libre comercio futbolístico con la China

El tratado de libre comercio futbolístico con la China

Muchas de las vestiduras de connotados y respetados periodistas deportivos de  Colombia, amanecieron rasgadas. La razón, el delantero  Jackson Martínez abandonó el Atlético de Madrid y se va a jugar a la China.

Sí a la China, donde están Fredy Guarín, Fredy Montero, Giovanni Moreno, entre otros. Un fútbol exótico pero lleno de dinero en efectivo y con una afición ávida de tener a las estrellas del balompié en sus modernos estadios.

Tal es la capacidad de este nuevo "dorado futbolero" chino que Jackson jugará con Paulino y será dirigido por el técnico brasileño Luis Felipe Scolari. Jackson llega a jugar en una delantera a la que hasta hace unos meses comandaba, Robiño, el connotado delantero carioca.

Pero por más argumentos encontrados "Cha Cha Chá" se va porque en el fútbol hay un elemento que manda y es el del dinero. A sus 29 años de edad se va con un jugoso contrato, a ser titular indiscutido, y de pronto exponiéndose a que no se le vuelva a convocar a la Selección Colombia, pero tal vez ese sentimiento encontrado, de asistir juicioso a cada cita con la amarilla, y no ser puesto a jugar, en muchos de los partidos, llevaron a Jackson a tomar esta decisión de raíz.

Los yuanes chinos están agitando un mercado, en el que para muchos de los líderes de opinión deportiva, se van a ir literalmente a enterrar en su nivel futbolístico los que decidan firmar con esta liga, pero es un fútbol al que no debemos subestimar, así como ocurrió hace 30 años con el fútbol de  Estados Unidos, hasta el punto que nos eliminaron del mundial jugado  en su país en 1994.

El Guangzhou Evergrande pagó la cláusula de 42 millones de euros por Jackson Martínez. Es la tercera transacción económica en la historia por una futbolista colombiana solo superada por el paso de James Rodríguez del Mónaco al Real Madrid, y de Falcao del Porto al Mónaco.  

China es hoy una de las principales potencias del mundo en diferentes campos. Y en el del fútbol comienza a entrar con una capacidad de compra, que está sorprendiendo el mercado futbolero y que al paso que va en dos años podría tener  a más figuras en sus equipos.

Jackson está en todo su derecho de firmar el contrato y seguir soñando con un futuro mejor, ese que no tenía muy claro cuando descalzo comenzaba a jugar en la cancha del Cristal de Quibdó. Esa que le dio todos los elementos necesarios para saber patear un balón.

¿Hasta qué punto hay que rasgarse las vestiduras? El tiempo lo dirá por el momento que tenga suerte este joven.

Qué bien que un colombiano pueda generar contratos tan importantes en un futbol al que no se debe subestimar, es un futbol “made in China”, y hay que aprovechar ese  tratado de comercio futbolístico en épocas en que por cada  dólar  se pagan 3200 pesos colombianos.