Con el paso del tiempo muchas parejas dejan de besarse, porque consideran que es práctica de adolescentes, pero besarse por tiempo prolongado, disfrutando del contacto de labios y lenguas, induce un fuerte sentimiento de conexión y se convierte en un motivador sexual.
El beso debe tener un papel fundamental dentro de toda relación amorosa, ya que puede considerarse como el gesto íntimo más significativo en la interacción de pareja, porque motiva la intimidad, la conexión emocional y ayuda a la estabilidad de la misma.
Por lo tanto, no sólo se debe besar a la pareja cuando se quiere un encuentro sexual sino en la cotidianidad. Besar puede ser un excelente preludio, parte del juego previo o una forma de encuentro íntimo diferente, desgenitalizado y en el cual se disfrute del placer de besar.
Estudios confirman que los besos generan placer, bienestar y felicidad, ya que el solo acto de besar implica la liberación de hormonas como la oxitocina, dopamina, adrenalina, serotonina y endorfinas. De esta forma, se reafirma que besar se posiciona como uno de los actos fundamentales en toda relación de pareja.
Es por eso que los encuentros de besos no deben pasarse por alto en la vida de la pareja, ya que como lo he mencionado con anterioridad, contribuyen a reforzar los lazos de intimidad, lo que impacta en el disfrute y la satisfacción sexual, porque se puede besar no sólo la boca sino todo el cuerpo de la pareja.
Recorrer cada rincón de su cuerpo con los labios, la lengua, besarlo, incluso utilizar los dientes para mordisquearlo, permite redescubrir su biografía corporal y sus zonas más sensibles, para poder potenciar el placer más allá de la penetración o el coito.
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