El tema de la pirotecnia en Colombia debe analizarse desde toda perspectiva posible, pues si bien este tipo de artefactos han sido utilizados a lo largo de nuestra historia, es innegable que revisten un enorme riesgo para la vida e integridad de quien los manipula, máxime si este no tiene el conocimiento, las capacidades y la experticia requeridas para hacerlo.
Soy consciente que, al igual que en otros renglones de la economía nacional, este es un campo en el cual existe un número de personas que obtienen el sustento de sus hogares a partir de su fabricación, es una industria generadora de empleo y contribuye tributariamente al país; sin embargo, el centro de la problemática que padecemos año tras año no proviene de su elaboración, sino de la falta de regulación en su uso, distribución y manipulación; situación que nos cuesta muchas vidas y cientos de afectados por causa de quemaduras ocasionadas por la pólvora.
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En Colombia apremia tener una legislación clara respecto de cuáles condiciones deben cumplir quienes las produzcan, quiénes deben ser las personas habilitadas para manipular elementos pirotécnicos, qué competencias deben tener, en qué escenarios pueden utilizarlos y, de esta manera, buscar proteger a la población frente a cualquier tipo de incidente que estos puedan ocasionar.
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Las cifras de personas afectadas por mal uso de la pólvora son especialmente alarmantes en el presente año; pues aún no termina el 2021, y ya tenemos más de 300 personas con lesiones ocasionadas por estos elementos, con consecuencias tan terribles para sus vidas como laceraciones, quemaduras de todos los niveles, daño ocular, auditivo y amputaciones; todo esto sin contar que, los humanos no somos los únicos afectados por estos artefactos, pues los animales, tanto silvestres como nuestras mascotas, se asustan, desorientan, escapan y pueden incluso perder su vida, por el sonido ocasionado en las explosiones de los fuegos artificiales.
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Es momento que nuestro país dé un paso al frente en generar soluciones de fondo a problemáticas latentes, y la ausencia de regulación en el uso de la pólvora es una de ellas. No permitamos que nuestros hijos y tantas personas más sufran consecuencias irreversibles en sus vidas, por la falta de reglamentación de un tema tan sensible como la manipulación de la pirotecnia en Colombia.
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