La pifiada de prensa cuando Gabo ganó el Nobel
No soy muy dado a guardar recortes de prensa, pero este en especial lo conservé porque me asombró y nunca pude entender la razón del editor de aquel periódico para haber obrado así y cometer semejante pifiada.
Ahora, a raíz de la muerte de Gabriel García Márquez, el más grande escritor que ha dado Colombia y uno de los más grandes autores de habla hispana de todos los tiempos, este recorte vuelve a cobrar vigencia.
El jueves 21 de octubre de 1982, Colombia fue sacudida –como jamás había ocurrido- por una buena noticia: García Márquez era el nuevo Premio Nobel de Literatura. Ninguna emisora dejó de dar la excelente nueva, y la euforia se extendió por todo el territorio nacional.
En ese entonces, yo era reportero del diario El País de Cali, y esa noticia nos contagió a todos los colegas. La tarea, cuando se está dentro de un periódico, es idear la mejor forma de “cubrir” una noticia grande desde diferentes ángulos para que los lectores queden satisfechos.
Se hizo un consejo extraordinario de redacción, se escucharon propuestas, se acordaron tareas y… manos a la obra. Cada equipo hizo lo suyo y la edición se cerró dentro de los plazos estipulados. Todos terminamos agotados pero satisfechos por el buen resultado, lo cual se compensó cuando la edición se repartió en los quioscos y se agotó rápidamente.
Tras una jornada de esas, cuando todo el equipo de un periódico une esfuerzos en torno a un gran acontecimiento, al día siguiente viene otro ritual: comparar los periódicos de la competencia para ver cómo titularon, qué fotos sacaron y si hubo “chiviadas” (notas exclusivas) o si fuimos nosotros los que “chiviamos”.
Esta rutina se sigue dando, favorecida ahora por internet, y forma parte de las costumbres de los reporteros y editores.
Pues bien, el viernes 22 de octubre estábamos en esa tarea comparativa, y veíamos que más de un periódico tituló a lo ancho de su primera página (6 columnas en formato universal) ese gran acontecimiento mundial.
Sin embargo, hubo un periódico de Bogotá, la capital del país, que fue diferente. Se trataba del diario La República, especializado en temas económicos (hoy en día existe el periódico, pero en nuevo formato, nueva administración y nueva dirección), que publicó la noticia en una columna llamada “En Resumen” y que textualmente decía: “Nóbel de Literatura. El escritor colombiano Gabriel García Márquez, fue distinguido ayer con el Premio Nóbel de Literatura”.
Quince palabras -¡15!- para dar a conocer la noticia positiva de repercusión universal más grande que ha tenido Colombia en toda su historia. Y como si fuera poco, cometieron dos errores de redacción. Por un lado, tildaron Nobel (la Real Academia Española recomienda acentuarlo en el e) y, por otro, separaron el sujeto de la frase con una coma antes del verbo principal.
Si se quiere defender a ese editor argumentando que era un periódico especializado en temas de economía, está bien. Aceptemos que siendo así, haga el tacaño anuncio de la noticia en primera página, pero al menos se le pudo dar más espacio en alguna página interior.
Ahora bien, devolviéndonos en el tiempo, siempre tuve la sospecha de que esa simpleza casi insultante de dar esa noticia se debió a razones políticas, porque el diario La República de ese entonces era ultraderechista, y García Márquez era amigo del socialismo, del castrismo, del mamagallismo, y le importaba un carajo lo que la dirigencia colombiana pensara de él.
El gran Gabo vive después de muerto, mientras aquel anónimo editor está muerto aunque aún vive.
Eduardo Figueroa Cabrera (efigueroac@hotmail.com )
Twitter: @figueroacabrera
Blog: A,B.C… Dando (http://efigueroacabrera.wordpress.com/ )
