Pese a los indicadores de las autoridades, en cuanto a la disminución de hurtos en Cali, la percepción de inseguridad entre los caleños sigue siendo alta y sigue habiendo zonas de la ciudad azotadas por la delincuencia.
Pero, ¿Qué hacer ante este panorama?, lea a continuación la segunda parte del informe especial sobre inseguridad en la capital del Valle.
Luego de vivir segundos de angustia y temor frente a delincuentes que no sólo hurtaron sus pertenencias sino, que afectaron también, su bienestar físico y psicológico, Liliana Fuentes, a quien se le cambió el nombre para proteger su identidad, debió enfrentarse a un proceso mucho más largo y agotador, denunciar ante las autoridades el robo.
El pasado 25 de julio de 2019, Liliana fue víctima de un asalto cuando se encontraba en un salón de belleza en el norte de Cali. En el hecho, los asaltantes intimidaron con arma de fuego a las tres mujeres que se encontraban en el establecimiento, llevándose todas sus pertenencias. En esta ocasión no hubo fallecidos que lamentar.
Luego de más de un año de trámites y procesos que han sido pospuestos, Liliana siente que la justicia es lenta y que cuando se denuncia hay un problema de revictimización.
“El vídeo de las cámaras que tenía el establecimiento logró permitir la captura de esta persona, pero todo el proceso ha sido muy lento. De hecho la juez que tiene el caso, se declaró impedida para continuar y llevarlo. Finalmente, no hay algo que repare el daño causado” indicó la mujer
Y es que, de acuerdo con el abogado, Elmer Montaña, los detenidos pueden llegar a preacuerdos y negociaciones que hacen que la condena por el delito sea vea reducida en unos cuantos meses.
“Una persona que comete un hurto calificado, puede verse enfrentado a una pena mínima de 6 años de presión, pero si el procesado devuelve el fruto de lo hurtado, indemniza a la víctima y hace un buen preacuerdo con la fiscalía, muy probablemente la pena termine convertida en unos cuantos meses bajo prisión domiciliaria”, explicó el abogado.
Las horas de espera en filas y los meses de procedimientos para la denuncia contra el asaltante, puede resultar agotador para las víctimas, quienes en muchas ocasiones no cuentan con material probatorio más que su propio testimonio.
Por ello, de acuerdo con Liliana Fuentes, muchas de estas personas prefieren no denunciar.
Lea la primera parte del informe aquí:
https://90minutos.co/inforne-delicuencia-roba-tranquilidad-calenos-07-09-2020/
¿Cómo combatir el delito?
Desde el concejo de Cali, son cuantiosas las críticas que se hacen frente a la estrategia de segurida actual en el Municipio.
Al respecto, el concejal del partido conservador, Juan Martín Bravo, asegura que hace falta más presupuesto y más inversión social, para combatir la delincuencia.
“En los sitios donde hay más violencia, está asociada la mayor tasa de desempleo juvenil, por eso el llamado es articular una estrategia y una política pública de seguridad basada en este principio”
Por otro lado, para Alberto Tamayo, concejal del partido conservador se deben tomar medidas más drásticas como la militarización de la ciudad por zonas.
“Falta pie de fuerza, Cali es la ciudad con menos número de policías por cien mil habitantes. Para el nivel de violencia que tenemos en Cali, la inversión y el presupuesto de 1,5%, del presupuesto es insuficiente, entonces, lo primero es buscar recursos”.
Incluso, el experto en seguridad, Óscar Erazo, concuerda en que la ciudad, debería implementar la vigilancia del ejército, pues dice, que el déficit de policías en la calle es una realidad que no se puede ocultar con un solo dedo.
“Qué bueno sería que la Fuerza Militar estuviera en los barrios más difíciles haciendo control pidiendo cédulas, diciendo ¿esta moto en suya, este carro es suyo, usted para dónde va, usted trabaja? No vamos a acabar con la delincuencia en un 100%, pero es mucho lo que disminuimos” afirmó.
¿Qué dicen las autoridades?
Desde la secretaría de Seguridad y Justicia, plantean que las denuncias por hurto en la ciudad se han disminuido. Para este periodo de 2020 se han presentado 13.450, 31% menos que el año 2019.
“Quienes se dedican al delito en la ciudad, retan a las autoridades y a la ciudadanía de manera permanente, pero, nosotros venimos fortaleciéndonos tecnológicamente, en materia de inteligencia estratégica y en capacidad de captura y judicialización”. Asegura el secretario Carlos Rojas.
Sin embargo, la percepción de los caleños y el análisis de expertos aseguran que la reducción de denuncia no es un indicador que permita entender la realidad que se vive en las calles.
“Si bien, la protección de la vida es la prioridad máxima de cualquier política de seguridad ciudadana, en este momento el hurto es un problema mayúsculo para los ciudadanos”, dice el experto en seguridad, Alberto Sánchez.
“Nos falta muchísimo, en temas judiciales, en que los delincuentes sigan siendo delincuentes, y en que no se repare el daño que ellos causan, porque finalmente estas personas siguen haciendo sus cometidos y robos” aseguró Liliana Fuentes, víctima de robo.
Por eso, los expertos aseguran que no se trata de poner un policía en cada esquina para mejorar la seguridad de la ciudad, se debe trabajar una estrategia que esté enmarcada en la intervención social, para conocer a fondo el problema y entender por qué en Cali, resulta más fácil salir a robar que salir a conseguir trabajo.
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