Un atroz hecho ocurrió en México, donde fueron asesinados dos jóvenes colombianos, uno mexicano y el conductor de Uber que les estaba prestando un servicio, en la noche del pasado domingo 23 de febrero.
El cuádruple homicidio ocurrió después de que los dos jóvenes colombianos y el joven mexicano asistieran a un carnaval tradicional en la localidad de Huejotzingo, ubicada a unos 110 kilómetros de Ciudad de México. Ellos, identificados como Ximena Quijano, de 25 años, y José Antonio Parada, de 22 años, eran estudiantes del programa de medicina de la Fundación Universitaria Sanitas en Bogotá pero se encontraban realizando un intercambio en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla; su amigo mexicano Javier Tirado, de 22 años, era estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
De acuerdo con la información suministrada por la Fiscalía y la Secretaría de Gobernación, “los datos preliminares de la investigación arrojan que las personas se encontraban en el carnaval de Huejotzingo cuando solicitaron y alquilaron un servicio de transporte Uber”.
El pasado domingo 23 de febrero, aproximadamente a las 10:15 p.m. (hora local) los jóvenes abordaron un automóvil que habían solicitado a través de la plataforma Uber; no fue sino hasta 12 horas después que sus cadáveres fueron localizados junto con el del conductor.
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Las autoridades informaron que, hasta el momento, hay tres personas detenidas que podrían haber participado en el ataque.
La comunidad estudiantil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y la Benemérita Universidad de Puebla, condenaron los hechos y exigieron justicia para sus compañeros a través de un comunicado. “Condenamos con firmeza este acto de atroz cobardía, un ejemplo más de la violencia irracional, inseguridad e impunidad que, desgraciadamente, crece día con día”.
Angélica Serpa, madre de José Antonio dijo en Semana Noticias, que “mi hijo me dijo que estaba en la casa de un amigo y que iba a coger un Uber, porque ya se iba a ir para Puebla. Estuve siguiendo la ruta por el GPS de su celular y nunca salieron del sector. Luego les marqué, pero no contestaron”.
Desde agosto del año pasado, los dos estudiantes colombianos estaban de intercambio y prestaban servicio en el Hospital General de Cholula.
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