El atentado con un carro bomba a una estación de Policía en el corregimiento de Timba, en el municipio de Buenos Aires, Cauca, aún tiene consternada a la comunidad, que constantemente se encuentra bajo los enfrentamientos entre grupos armados y la fuerza pública.
Según las víctimas, acciones como estas “se están volviendo cada vez más frecuentes" y sienten temor por su vida”.
Por su parte, el presidente, Gustavo Petro, le atribuyó al Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC, la explosión de este carro bomba, que dejó al menos tres muertos y al menos cinco personas heridas.
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Una de las víctimas fatales de este atentado fue la profesora Luz Estela Balanta, quien falleció cuando se transportaba en su moto por el lugar, se conoció que la mujer fue auxiliada por un hombre que se encontraba en el lugar y luego fue subida por la comunidad a un vehículo que la llevó hasta un hospital, donde posteriormente falleció.
El Noticiero 90 Minutos conoció que la otra víctima de este atentado fue Ardani Álvarez, de 33 años, quien también se desplazaba en su motocicleta por el lugar, se dirigía a su trabajo como oficial de construcción y, al igual que la docente, vivía en Jamundí, Valle.
“Hoy madrugamos a trabajar y ya habíamos abierto el local cuando sonó la explosión. Gracias a Dios estamos vivos porque hubo dos muertos, pero se nos acabó lo que teníamos para sobrevivir”.
Alfonso Correa, babitante y propietario de local de reparación de motos.
Alfonso Correa dice que, con estos hechos, las disidencias de las Farc “no le están causando daño al Estado, sino a toda la población civil y a la gente trabajadora”; ya que cuando se registró el atentado circulaban muchos motociclistas por el lugar.
Sin embargo, esta vez, solo iban pasando las dos personas que fallecieron “porque si no hubiese ocurrido una masacre”.
“Mi casa quedó inservible, allí ya no se puede vivir. Quedó sin techo. Yo trabajo aquí, en el pueblo que nací y tengo que intentar sobrevivir aquí”.
Alfonso Correa, Habitante y es propietario de local de reparación de motos.
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Por otro lado, Jhoana Muñoz, es la propietaria de otra de las viviendas que queda al lado de la estación de Policía que atacaron. Desafortunadamente, de su casa queda muy poco, pues el techo se desplomó y debido a un incendio que se provocó en medio de la explosión, una de sus paredes se afectó por las cenizas:
“Yo vivo aquí hace más de 10 años. Lo único que escuché fue la explosión que ocurrió cuando me encontraba en la cocina junto a mi hija. Como pude, después de todos los escombros que me cayeron encima, salí junto a ella. Todo esto parecía una pesadilla porque mi casa quedó totalmente desbaratada”.
Además, la mujer mencionó que su casa quedó en destrucción total a causa de la conflagración que se generó luego de la explosión y debido a que los bomberos tardaron en llegar, miembros de la comunidad le ayudaron a apagar el fuego con baldes de agua y extintores.
“Necesitamos paz, nosotros no tenemos nada que ver con esta guerra. Estuvimos a punto de morir por una guerra de la que nosotros no tenemos la culpa”
Jhoana Muñoz, víctima del atentado.
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