El pasado lunes, 2 de enero, cinco buses de la empresa La Esperanza fueron quemadas en un parqueadero; a las afueras de Tuluá y, hace algunas horas, un conductor de la misma empresa fue herido por sicarios.
Por esto, la administradora de la empresa, Claudia Moscoso, confirmó que una banda de extorsionistas estaba detrás de estos ataques. Además, anunció que la empresa dejará de prestar el servicio hasta que se les brinden las garantías de seguridad suficientes.
“Son muchas familias afectadas y ellos lo que hacen es que mandan el panfleto, atacan y cuando uno denuncia lo ignoran porque lo consideran un ajuste de cuentas”, indicó Moscoso.
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Asimismo, aseguró que estas amenazas iniciaron desde el 15 de diciembre de 2022 y que no es la primera vez; que la banda ‘La Oficina de Tuluá’ los intimidaban, ya que en el 2020 recibieron panfletos amenazantes.
Cabe resaltar que al menos 7.000 personas usan este servicio todos los días.
En septiembre del año pasado, algunos comerciantes de este municipio habían denunciado extorsiones similares por la misma banda criminal; quienes le pedían pagar el 10% de sus ganancias para poder quedarse en Tuluá.
Finalmente, la representante legal de la empresa pidió que se hiciera un Concejo de Seguridad de manera urgente en Tuluá; ya que, según ella, las autoridades del municipio no tenían las capacidades de combatir este tipo de delincuentes.
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