La valiente ciudad de Cartago

una experiencia de turismo cultural que hay que descubrir

Por: Germán Morales Z. Docente y director de la Escuela de Turismo UAO.

Fotografías: Wowco Colombia agencia de viajes, Maestrartesana, KINGI agencia operadora,
@sebasjaracampo07 @andrea45m @monickphoto @jorgearestre_macro @narlyaldana

Cartago, ciudad confederada que guarda en sus calles, paredes, arquitectura y tradiciones, las historias de un territorio ancestral que ha heredado el legado de la cultura, que se expresa en múltiples matices en una sociedad que aprende cada día, el valor que posee para su presente y futuro y por eso su lucha es hoy para preservarla, conservarla y salvaguardarla como el patrimonio colectivo que desde lo inmaterial y lo material se debe guardar en el cofre de la existencia misma.

Desde su fundación en 1540 en los confines del Valle como muy bien lo denoto el maestro Zuluaga, en las estribaciones de ese Valle geográfico maravilloso que como la cuna de la cultura Quimbaya en los aposentos del cacique Consota en el río Otún se convirtió en la joya de la corona y lugar estratégico en su cruzada aniquiladora de conquista Española, porque esta localidad se convirtió en el epicentro del cruce de caminos entre Cartagena, Santa Fe, Popayán y Quito, y así como localidad estratégica, fue el lugar de avanzada en la colonización de la corona sobre el Choco y en el exterminio de los Pijaos, tribu y cultura por demás guerrera y de espíritu valiente que todavía conservan algunos herederos cartagüeños.

Pero como nada dura para siempre, la bonanza del oro y de los indígenas iba llegando a su fin y la falta de recursos hizo necesario buscar nuevas tierras para llevar este paraíso a otro paraíso, y fue así como se decidió llevar la nueva ciudad de Cartago al Valle geográfico de los ríos Cauca y la Vieja donde las tierras eran fértiles y muy adecuadas para la ganadería y la agricultura en un acto que se oficializó en el año de 1691.

Desde su nacimiento mismo, Cartago ha sido un territorio vital no solo para el departamento del Valle del Cauca y el eje cafetero, sino para Colombia, pues su actividad e importancia ha sido siempre de renombrar y no solo como importante localidad militar de la conquista, sino también en otros sectores, pues ha estado ligada al desarrollo comercial del departamento, desde ser uno de los principales puertos a orillas del río Cauca, hasta su importancia en el desarrollo férreo, agrícola y pecuario del departamento, pues Cartago sabe a Café de sus montañas que lo conectan con el eje cafetero y a Caña de Azúcar que lo conectan con el Valle Geográfico del río Cauca.

Entonces ¿Cómo no florecer en esta diversidad?, ¿Cómo no ser la perla del norte?, ¿Cómo no ser el baluarte de nuestra cultura colombiana?

Si en su territorio se guardan los secretos que el mundo debe conocer, que Colombia debe salvaguardar y que el Valle del Cauca debe recuperar no solo para sus rutas turísticas, sino por la identidad misma de lo que significa ser vallecaucan@ que está asociado a la diversidad de este departamento.

Cartago ha sido sin duda una Ciudad Valiente, que ha sabido sobrevivir en el tiempo y que ha hecho de cada periodo de la historia colombiana una oportunidad para inmortalizarse en las páginas de las tradiciones y la cultura colombiana que definitivamente hay que contar. Pues ese, es ahora el propósito de los tres Valientes de Cartago, Carolina, Narly y Andrés Felipe, quienes han decidido que este legado ancestral debe seguir pasando de generación en generación para quedarse en la memoria colectiva de las nuevas generaciones de cartagüeños.

Carolina Restrepo, bordadora de tercera generación, diseñadora de modas y artesana que desde el alma teje con los hilos de la inspiración, las obras de artes que siempre generan sus manos que construyen territorio desde su corazón. Ella ha querido llevar el bordado al más alto nivel y por eso lo ha vinculado con la moda y en una idea de marca y producto de origen auténticamente vallecaucano lo ha llamado Maestrartesana y ha logrado que muchas mujeres de Cartago se asocien para no dejar que la memoria colectiva del bordado se nos vaya para siempre, por eso su esfuerzo es construir memoria, preservar la tradición, salvaguardar y declararla patrimonio, mientras innova y hace arte. Desde su accionar colectivo y desde sus ganas y amor por su Cartago del alma, Carolina ha logrado que las nuevas generaciones concentradas en semilleros de Bordadorcitos se interesen en tejer, en diseñar, en innovar y en hacer realidad un sueño llamado tejedor@s de Cartago, que no solo tejen los hilos para dar formas y colores, sino que tejen los lazos que construyen la sociedad cartagüeña del futuro.

Ahora lidera un proyecto llamado Grafitis bordados que es una muestra de historia, moda, practica de bordado y la mejor de las experiencias del turismo cultural, en una ruta que te muestra la historia desde la tradición del bordado institucionalizada por las monjas vicentinas por allá en la década de 1890 en las famosas clases de costura, que hoy se mantienen tan vivas como Leo Graff y que se expresan como obras de arte que son el valor del Bordado de Cartago, y sino pregúntele a doña Nancy Zúñiga. Esta ruta es tan espectacular como los grafitis de 4,5x2 metros de tamaño que deja perplejo a cualquiera de los visitantes que hoy vienen de todo el mundo para conocer este arte centenario.

¿BORDAMOS?

Por su parte Narly Johana Aldana, es administradora ambiental y amante de la naturaleza local que posee su Cartago biodiverso, que en expresiones de servicios ecosistémicos ella se ha dado a la tarea de conserva, pero además de enseñar desde la educación ambiental para que los demás, se enamoren de la biodiversidad de este ecotono natural que es Cartago, pues guarda la mezcla de la diversidad de la montaña y del Valle geográfico del río Cauca. Narly toma sus binoculares y te invita a que hagas la ruta de las aves, las de humedal a orillas del río Cauca o las de las montañas cartagüeñas o incluso en una parada maravillosa en el parque la Isleta, entre sus emblemáticas rutas como las del Carpintero punteado, la del Garzón Azul, la del Cormorán o la del Pato aguja. Aquí construye una historia llamada turismo de naturaleza, con el cual, día a día trabaja para que las comunidades locales aprendan a conservar sus riquezas naturales, pero además para que los visitantes desde la interpretación y guíanza se enamoren de estas joyas de la naturaleza que guarda Cartago. Narly ha logrado que la comunidad de Cartago mire hacia el cielo buscando a estos visitantes alados que cada día iluminan el cielo de Cartago, y así de a poco ella ha logrado que este patrimonio natural se vaya conservando y que la comunidad tome más conciencia colectiva que conservar la naturaleza es garantizar nuestra propia existencia.

No en vano ha liderado exposiciones de arte, recorridos guiados, jornadas con los administradores locales para lograr declaratorias de aves como insignias del municipio y además trabaja con las futuras generaciones en semilleros ambientales por la conservación de la biodiversidad local. Entonces ¿Cómo no apoyarla si lo que hace es de admirar?...

Sigamos caminando por las calles que fusionan lo ancestral con lo contemporáneo para que esta ciudad Valiente nos siga sorprendiendo como cada día sorprende a Andrés Felipe Castaño, que junto a estas dos mujeres mencionadas anteriormente y con Katherine Ramírez se han dado a la tarea de conservar este legado y de trazar no solo sueños, sino rutas de esperanza para conservar el legado natural y cultural de esta maravillosa ciudad llamada Cartago.

Ellos continúan en resistencia, unidos y en tratar que más cartagüeños se enteren de la joya que es su territorio, y por eso no han dejado de soñar y de volar alto pues cada día sus sueños aterrizan en triunfos colectivos que les da el aliento que se necesita para que esta Ciudad Valiente, de estos valientes jóvenes cartagüeños, siga quedándose en la memoria de locales y visitantes, pero ante todo de entregar el corazón, el alma y sus trabajo decidido y a veces mal pagado por quienes deberían apoyarlos desde las instituciones públicas y privadas que se encuentran en el municipio, y que siguen sin reconocer que esto que hacen estos jóvenes es titánico, maravilloso y de resaltar, y por eso debe estar en el corazón de cada cartagüeño el agradecimiento para estos valientes, que solos y sin mayores apoyos han puesto a Cartago Valle del Cauca en la mira de muchos, que hoy quieren llegar a apoyar su proyecto de Destinos Turístico Cultural como la capital mundial del Bordado, como el destino de la naturaleza y como el Norte del Turismo en el Norte del Valle del Cauca.

Hoy Andrés Felipe es dueño y gerente de Wooco una agencia de viajes local que ha diseñado la ruta de turismo cultural Cartago Ciudad Valiente un recorrido que narra 481 años de anécdotas e historias entre tradiciones indígenas, arquitectura colonial, iglesias, parques, sonidos mágicos que fueron posibles gracias al gran maestro Pedro Morales Pino que suenan como Colombia, que te llegan al corazón en un terruño llamado Cartago. Esta ruta sin duda le rinde homenaje al tiempo que esta ciudad lleva siendo el referente, el faro y el cruce de caminos entre el Valle del Cauca y el eje cafetero. Andrés Felipe sigue lleno de inspiraciones por su Cartago, sigue soñando que el proyecto de hacer de Cartago un Destino Turístico internacional será posible porque las ganas siguen intactas, porque hay equipo con estas mujeres valientes que lo acompañan y el por qué en Cartago el norte está más que claro.

Bienvenid@s a Cartago la Ciudad Confederada, Valiente, Natural, Cultural y llena de experiencias por Vivir…