Se estima que en Cali hay cerca de 180 mil personas con alguna limitación en su movilidad, que, a diario, se enfrentan a obstáculos en las calles que impiden sus actividades. Esta situación abre el debate sobre si Cali cuenta con la infraestructura para garantizar la movilidad, accesos y en generar una inclusión a estas personas.
Sobre el tema, el arquitecto Víctor Martínez indicó que las políticas estatales y el comportamiento de la ciudadanía caleña “es agresiva” con los “minusválidos, mujeres embarazadas, jóvenes con algún impedimento, con las madres que llevan a los niños en coche”.
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“Los andenes sirven para todo, menos para caminar”.
Víctor Martínez, arquitecto.
Juan Pablo Moreno, de 28 años, hace parte de esta población afectada. Pues, debido a una enfermedad que posee desde su nacimiento; no puede caminar. Él relata la odisea que vive a diario cada vez que necesita realizar sus actividades, pues asegura que la ciudad no le brinda la infraestructura mínima para movilizarse.
“Habitar la calle solo es complicado. Las vías son muy deterioradas, muchos huecos y andenes en mal estado. El tema de rodar mi silla en las calles es muy complejo”.
Juan Pablo Moreno, caleño con movilidad reducida.
Población mayor la más afectada en Cali
Según cifras de la Secretaría de Bienestar Social de Cali, son los adultos con edad superior de 60 años la población con mayor porcentaje de personas con alguna limitación.
Precisamente, realizamos un recorrido por Cali, encontrando que el sur y norte de la capital del Valle cuenta, en algunos sectores, con la infraestructura mínima para las personas en condición de discapacidad.
Sin embargo, en otros sectores, como en el oriente de la ciudad, la inclusión para estas personas es nula. Esto lo evidencia Álvaro Herrera, un adulto que la inseguridad y delincuencia le quitó la posibilidad de volver a caminar, luego de un intento de hurto que terminó en un hecho violento en contra de él. Álvaro relata lo difícil que es movilizarse en este sector de Cali.
“Tenemos muchas barreras en infraestructura, los andenes no tienen para que las personas en silla de ruedas puedan andar, tienen que bajarse a la vía a exponer la vida”.
Don Álvaro cuenta que la bicicleta en la que se desplaza tuvo que construirla él mismo, para así movilizarse. Además, cuenta “muchos de los buses tienen las plataformas deterioradas y muchas veces no suben y bajan. Entonces no me sirve mucho a mí el MÍO”.
Asimismo, afirma que, así como él, hay cientos de caleños que cuentan una reducción en su movilidad y se sienten olvidados.
“En esta comuna no hay andenes donde usted pueda subir en silla de ruedas, tiene que pedir ayuda. Lastimosamente, estamos abandonados por el estado".
Desde la Secretaría de Bienestar Social anunciaron que la inversión para esta población de Cali será cercana a los 13 mil millones de pesos.
“El reto de este año es entregar 1.600 tarjetas MÍO, vamos a entregar más de 100 ayudas técnicas entre sillas de ruedas y otros requerimientos que tiene nuestra población. El acompañamiento psicosocial y jurídico para sus trámites”.
María Isabel Barón, secretaria de Bienestar Social.
Así como Juan Pablo y Álvaro son cientos de personas en condición de discapacidad que esperan ser tenidos en cuenta en una ciudad que en temas de infraestructura que los tiene, así como ellos afirman, en el olvido.
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