"Pequeño pero picoso" es la definición que le otorga la geóloga Gloria Cortés al volcán Cerro Machín, una formación "atípica" ubicada en el centro de Colombia. Donde predominan las cumbres nevadas de mayor altura.
Sin embargo, este es un volcán bajito "pero altamente explosivo" y un reto para el país, que todavía recuerda la tragedia de Armero.
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A su vez, el Machín está a 2.750 metros, el volcán ubicado en el departamento del Tolima, en el centro del país. Según los estudios, su última erupción fue hace 800 años, pero la vulcanóloga del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, del Servicio Geológico Colombiano (SGC). Recuerda en que es un volcán activo.
Ahora bien, en estos ocho siglos la vegetación ha crecido alrededor del volcán, que pasa desapercibido como una montaña más si uno no sabe que está ahí, durmiendo entre cimas. Igualmente, no se puede predecir cuándo se producirá su próxima erupción, los expertos alertan que será muy violenta.
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La singularidad del ‘Machín’
Otra de sus particularidades es su cráter, de 2,5 km, que forma una especie de tapa con mucha vegetación y al que se puede acceder fácilmente.
"En el caso de una nueva actividad en la que venga mucho magma desde profundidad, buscando llegar a la superficie y hacer erupción. Lo primero que tendría que hacer es botar esta tapita para quedar libre y empezar a salir todo el material de la erupción".
Describe la experta.
Ahora bien, prueba de la capacidad explosiva del ‘Machín’ son los depósitos de lahares que han dejado sus erupciones, los más grandes de Colombia.
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Cabe resaltar que, el lahar es el flujo del volcán del Tolima, el cual está compuesto de varios materiales, entre ellos agua, que se desplazan por los cauces de quebradas y ríos tras una explosión. Y que suponen uno de los mayores peligros tras una erupción por su capacidad destructiva.
Algunos de los rastros del volcán datan hasta de 9.000 años de antigüedad, según los expertos.
A pesar de esta peligrosidad, en el cráter sigue viviendo gente e incluso hay una escuela donde estudian niños. Y más allá, en su área de influencia, hay poblaciones que han construido una vida alrededor del volcán como Cajamarca, Anaime, Coello, Toche y Tapias.
Además, en su área de influencia se estima que viven un millón de personas y también afectaría el Túnel de La Línea. Por donde se mueve cerca del 50 % del comercio colombiano. Además, está muy cerca del río Magdalena, el más grande de Colombia.
"Nosotros los consideramos como un paciente, y un paciente de mucho cuidado", añade la geóloga.
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