El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, quien se encuentra en medio de un grave escándalo de abuso, por el beso no consentido que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación del Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda, anunció que dejará su cargo.
El beso a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de medallas tras la conquista del Mundial, sumado a los gestos y el comportamiento desde el palco de Rubiales, provocó la censura política y una serie de denuncias - hasta tres a la Fiscalía General del Estado - que agravaron la situación en las últimas horas.
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La declaración de Jenni Hermoso pidiendo a través del sindicato FUTPRO "medidas ejemplares" contra el presidente y la falta del apoyo esperado en las territoriales antes de la Asamblea General Extraordinaria que se realizará este viernes, han cambiado los planes de Luis Rubiales.
Pese a que su idea no era dimitir, ha entendido que no le queda otra salida y lo comunicó durante la tarde a su equipo de confianza.
La petición de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, la unión de partidos políticos en la petición de dimisión, la denuncia de la Liga Profesional de Fútbol Femenino ante el Consejo Superior de Deportes , solicitando la inhabilitación por su "bochornoso comportamiento" y el expediente abierto por FIFA - a la par que perdía apoyos en el fútbol español - han dado forma a la decisión que Rubiales comunicará el viernes en la Asamblea.
El Gobierno español, además, había prometido "actuar" si no había decisiones prontas, a través del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, asegurando que "las cosas no pueden quedar así".
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