El 20 de enero los medios de comunicación deportivos voltearon sus ojos a Barcelona, ciudad donde Dani Alves recibiría acusaciones de presunta violencia sexual a una joven en una discoteca.
De manera inmediata, el exfutbolista de Pumas de México fue puesto a disposición de las autoridades españolas ante los serios señalamientos; que iban acompañados a unos videos de seguridad del establecimiento que corroboraría el presunto caso de abuso.
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Tras cinco meses de investigaciones y de permanecer en prisión preventiva por existencia de posible fuga, Alves habló por primera vez a los medios de comunicación sobre el presunto abuso sexual; en el medio 'La Vanguardia' de España:
“Tengo la conciencia tranquila. Nunca lastimé intencionalmente a nadie. Y ella tampoco esa noche. No sé si tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por la noche. La perdono, todavía no sé por qué hizo todo esto, pero la perdono”
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Sin embargo y pese a que ha cambiado cinco veces la versión de lo sucedido, el exfutbolista siguió conversando con el medio e hizo una crónica de lo acontecido, basándose en los videos que se usan como pruebas en la investigación:
“Cuando la mujer con la que tengo un problema sale del baño detrás de mí, me quedo un rato en mi escritorio. Al salir, supe por las imágenes que pasé cerca de donde lloraba la mujer. No la vi. Si la hubiera visto llorar, me hubiera detenido a preguntar qué estaba pasando. En ese momento, si alguien a cargo de la discoteca me pedía que esperara porque la chica decía que la había agredido sexualmente, no me iba a casa. Esa misma noche me presentaba en una comisaría para aclarar"
El tribunal de Justicia de España ha rechazado dos intentos de libertad condicional de la defensa de Dani Alves. No obstante, el brasileño continúa intentando demostrar su inocencia.
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