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Cambiando historias con cada paso: Kenny Pérez

Cambiando historias con cada paso: Kenny Pérez

Mientras Kenny Pérez se encontraba en el pódium después de haber quedado subcampeón en el Mundial de Menores de Atletismo que se realizó en Lille Francia, solo podía recordar una cosa.

Su único pensamiento presente en aquel momento era el día en el que ese sueño de ser un gran atleta había comenzado.

Con tan solo nueve años de edad, Kenny decidió ver a su hermana entrenar atletismo en El Salitre. Ella era vallista.

Fue ese día, en el que Kenny por primera vez se encontró con un marchista y supo desde ese momento lo que él quería ser en un futuro.

Muchos sueños e ilusiones surgieron en ese instante, pero lo que Kenny no sabía, era que se iban a volver realidad, gracias a su entrega, disciplina y sobre todo, a la pasión que empezó a sentir por este deporte.

Y es ese amor por la marcha atlética, lo que nunca lo ha dejado renunciar a su mayor propósito, que es ser un campeón olímpico.

A sus 21 años de edad, Kenny Martín Pérez, con un poco de tristeza, pero a la vez lleno de orgullo, cuenta que en su camino hacia el triunfo, se ha encontrado con grandes piedras.

Tal vez la más grande, fue la situación económica de sus padres, quienes aunque lo desearan, no podían apoyarlo en su lucha de llegar a ser el mejor.

Tenis nuevos, vitaminas, suplementos, uniformes, viajes, y muchas cosas más, fueron los obstáculos que se le presentaron a este campeón, pues no tenía como cubrir todos los gastos que demanda un deporte como el atletismo.

“Me encomendé mucho a Dios, y como dicen algunos compañeros míos, a punta de agua panela y pan tuve que sobrevivir.” Esta fue la única solución que el marchista bogotano encontró, para no tener que renunciar a sus sueños.

Teniendo fe, alimentándose con lo poco que había en su casa, pero sobre todo motivado por su familia, Kenny logró salir de esta situación, cuando ganó la medalla de plata en el Mundial de Menores, en la modalidad de 10 mil metros marcha.

Con esta presea de plata, el marchista colombiano no solo demostró ser uno de los mejores del mundo, mejorando su marca, sino que también dio a conocer ese gran amor que siente por su madre, Myriam Parra, a quien le dedicó este triunfo, debido a que en ese momento se encontraba de cumpleaños.

Sin embargo, el atleta manifiesta que no es necesario que haya una fecha especial, para que la mayor motivación en sus competencias sea su familia: su padre, madre y su única hermana.

Este campeón quiere cambiar historias, en especial la de sus seres queridos, a quienes dirige todos sus logros, pues su mayor anhelo es darles una vida mejor, poder recompensar a sus padres por todo el esfuerzo que hicieron cuando no tenían la manera de apoyar a Kenny en su deporte.

Y esta no es la única historia que el marchista colombiano quiere cambiar, pues para él también es importante su país, dejar en alto el nombre de Colombia y dar a conocer el lado positivo de este territorio, que aún en muchos lugares del mundo se desconoce.

Precisamente el 12 de agosto del 2016, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, este deportista tendrá la oportunidad de cambiar su historia, la de su familia y la de su país.

Con satisfacción, pero sobre todo con la humildad que caracteriza a Kenny, este día podrá hacerse realidad la imagen que día a día le recuerda uno de sus más grandes deseos.

Él en lo más alto del pódium, llevando la bandera Colombia,  consiguiendo el título de campeón olímpico, y demostrándole al mundo que su pasión, su vida, y su mayor felicidad es correr.

Por: Andrea López, estudiante de la Universidad Autónoma de Occidente.