Siguen apareciendo momentos inéditos de la vida de Darío Gómez a lo largo de sus más de 45 años de vida artística.
Desde la noche de este martes, seguidores, amigos y medios de comunicación han compartido fotos, videos y entrevistas del artista. Los cuales hoy se comparten en redes con mensajes de condolencias, buenos recuerdos y llanto.
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Es el caso del medio de comunicación Anuar Bertel Tv, quien en una entrevista con ‘El Rey del Despecho’, tocó el tema de la muerte y lo que el artista se imaginaba del momento en que la vida le hiciera su llamado eterno.
-Maestro, ha pensado, de pronto usted. Suena muy duro, pero, en el momento en que yo parta de esta tierra, ¿Cómo será mi entierro, cómo será esto? ¿Ha pensado esto alguna vez?, pregunta el periodista a Darío Gómez, quien lo escucha atentamente.
El rey de la música, con una gran sonrisa y con la gran voz que lo caracterizó siempre, le respondió:
“Pues sí, yo lo pienso. Pienso que el día que ocurra mi deceso. Que ya yo no esté, ni oiga, ni entienda, ni muchos menos vea, qué bueno que yo me llevara ese regocijo, que la gente me diera esa complacencia de despedirme con la canción yo compuse para la realidad que sucede en el mundo”, dijo Darío Gómez en la entrevista.
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Nadie es eterno en el mundo: lo dijo Darío Gómez
Y es que a lo que él se refería es a uno de sus grandes éxitos, ‘Nadie es eterno en el mundo’, tema que compuso Darío Gómez a principios de los años noventa, en honor a su gran amigo Luis Ernesto, quien lo habría restado a cantarle a ese momento doloroso del ser humano, la muerte.
Y esa era la canción que Darío Gómez quería escuchar en su última morada. Así quedó evidenciado en la entrevista dada a Anuar Bertel Tv.
“Se llama ‘Nadie es eterno, y yo creo que, qué mejor fuera que me despidan, si es posible con nadie es eterno en mi última morada”.
Mira también el video con fragmentos de la entrevista, en donde Darío Gómez canta esa icónica canción que lo lanzó al estrellato en todo el mundo y que vendió más de 60 millones de copias.
Un himno que se escucha en el dolor de la muerte; en los fríos cementerios y que cantan los corazones que han perdido una parte de su alma.
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