5,5 grados en la escalda de Richter fue la medición del movimiento telúrico que sacudió durante 18 segundos a la capital del Cauca hace 32 años y que dejó como saldo 380 personas fallecidas, 2.000 heridos y más de 10.000 damnificados.
La ciudad, mundialmente reconocida por sus celebraciones religiosas presenció cómo la cúpula de la catedral se desprendia, cayendo sobre 90 feligreses que se habían dado cita para la misa de la mañana. De igual forma, otras 31 iglesias, 3.572 casas, 17 museos y varios atractivos turísticos resultaron gravemente afectados mientras que 2.558 viviendas se desplomaron por completo obligando a los payaneses a acceder a creditos con el Banco Central Hipotecario. Pero muchas personas quedaron sin trabajo y no pudieron efectuar los pagos a tiempo.
El 40% del casco urbano fue arrasado y tras el siniestro, cerca de 26.400 personas afectadas llegaron desplazadas a la Ciudad Blanca provenientes de pueblos aledaños como Zarzal, Cajete y Santa Rosa, lo cual incrementó el índice de desempleo, y creó las invaciones y acentamientos que hasta el momento del terremoto no existían en la ciudad.
La reconstrucción fue paulatina pero inició desde el mismo día con la llegada del entonces presidente Belisario Betancur. El terremoto sirvió de guía para que un año más tarde se creara el Código Colombiano de Construcciones Sismorresistentes con el que se establecieron las normas para recontruir la ciudad, garantizando que un sismo de igual magnitud no cause lo mismos estragos de la época.
Actualmente, Popayán continúa siendo reconocida por sus majestuosas procesiones y celebraciones de la Semana Mayor. Con cerca de 370 mil habitantes y un barrio llamado '31 de Marzo', en conmemoriación a la fecha del terremoto, seguirá recordando aquel jueves santo que partió su historia en dos.
